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¡Genio! ¡Genio! Ta-ta-ta-ta...

26/11/2020 - 

VALÈNCIA. "Yo nací en un barrio privado. Privado de luz, privado de agua, privado de teléfono...". Así comienza a describir su vida Diego Armando Maradona en su biografía  Yo soy el Diego, escrita por Daniel Arucci. Era una manera más de reivindicar su mérito de haber llegado hasta lo más alto partiendo de la nada, de uno de los barrios más pobres y marginales de Buenos Aires, Villa Fiorito.

Diego Armando Maradona ha fallecido a la edad de 60 años en su casa de Tigre en la cual se recuperaba de su operación en la cabeza por un hematoma subdural dejando conmocionado a todo el planeta. Pese a su deriva personal desde hace años, el niño que saltaba al círculo central de La Bombonera para entretener a los hinchas de Boca en el descanso de los partidos con tan sólo 10 años es una leyenda mundial de dimensiones impensables para cualquier otro deportista que hubiera exhibido sus defectos de una manera tan pública. Pero el Diego era el Diego y hasta Andrés Calamaro lo dijo públicamente en una de las letras de sus canciones:

No me importa en que lío se meta
Maradona es mi amigo
Y es una gran persona en el diez
En el alma guardó la camiseta de boca
Que me regaló alguna vez

Diego Armando estamos esperando que vuelvas
Siempre te vamos a querer
Por las alegrías que le das al pueblo
Y por tu arte también

Cuando sólo contaba 10 años y ya era famoso por sus malabares fue entrevistado para un canal de televisión argentino y le preguntaron por sus sueños. Con la naturalidad que da la ingenuidad de ser aún un crío, Diego respondió: "Mis sueños son dos: el primero es jugar en el Mundial y el segundo, salir campeón".

Precoz y meteórico

Su carrera fue tan fulgurante que debutó en primera división a los 15 años. El 20 de octubre de 1976 gozó de sus primeros minutos con el equipo de Argentinos Juniors ante Talleres de Córdoba, en el primer balón que tocó le hizo un caño a un rival ante la locura de la grada. En el segundo partido en el que tomó parte, ya hizo su primer gol en Mar del Plata ante San Lorenzo, y tres meses más tarde era convocado por la selección absolulta de Argentina para un amistoso en La Bombonera ante Hungría.


Fuera del Mundial 78

El primer gran desengaño de su vida se lo llevó Maradona al quedar fuera de la lista de seleccionados que disputaron en Argentina el Mundial de 1978, que además se acabó adjudicando la albiceleste. Menotti dudó hasta última hora si incluirlo o no. La rumorología daba como segura (y el propio Diego también) que formaría parte de aquella cita. Sin embargo Cesar Luis Menotti quería proteger de tanta presión a un crío de 17 años y lo dejó fuera. Cuentan que el berrinche fue monumental y que sólo atinaba a decir entre sollozos "¿Y ahora qué les digo yo a mis papás?". Las malas lenguas dicen que quien ocupó su puesto en la lista final, el "Beto" Alonso entró por presiones del contra almirante Carlos Alberto Lacoste. Lo bien cierto es que un año después, la leyenda continuó creciendo al proclamarse campeón del mundo juvenil en Tokio con su selección y mejor jugador del campeonato.


1982, España, Mestalla... y Pepe Carrete

El FC Barcelona pagó en 1982 800 millones de las extintas pesetas para traerse al niño prodigio que ya entonces militaba en Boca Juniors y era un auténtico ídolo de masas en su país. Así que Diego fichaba por el fútbol español en un campeonato que sólo admitía dos futbolistas no españoles por equipo; él y Bernd Schuster serían los extranjeros del FC Barcelona entrenado por el polaco Udo Lattek. Antes de aterrizar en la liga española vino al mundial de España en 1982 a defender la corona de campeón conseguida por su selección cuatro años antes. Y pese a a algunos destellos en la primera fase, la segunda fue una pesadilla. Ante Italia, tuvo que soportar un marcaje terrible del italiano Claudio Gentile (uno de los que pasó a la historia de los mundiales por su extrema dureza).  Y ante Brasil acabó siendo expulsado al revolverse contra un rival y clavarle los tacos en la pierna, harto de otro marcaje más propio de la lucha libre que del fútbol. Frustrado y con lágrimas en los ojos Maradona abandonaba el mundial de España, pero no nuestro país. Escasos dos meses después le esperaba el debut en la liga española. El azar quiso que fuera en Mestalla y ante su gran amigo y compañero Mario Alberto Kempes. Se adelantó en el minuto 20 el Barcelona precisamente con un gol de Maradona en el minuto 20, pero el Valencia CF remontó hasta el 2-1 con goles de Idígoras y Miguel Tendillo. El marcaje al que fue sometido por el asturiano Pepe Carrete no fue de las dimensiones del de Gentile en el mundial, pero dejó huella en Diego que siempre lo recordaba diciendo: "me agarraba Carrete y me hinchaba a patadas !Era tremendo!". Por cierto, en el vídeo al que conduce este enlace se puede observar un resúmen de la final de Copa del Rey de 1983. En el mismo, podrán observar cómo se las gastaban con Diego (y casi con cualquiera) los defensas de aquella época.


Lesiones, tanganas, pasaportes y amistades peligrosas

Maradona siempre fue un hombre de carácter fuerte. Sólo así se entiende que superara tan joven episodios como la larga convalecencia por la lesión causada por una entrada de Andoni Goicoechea o la hepatitis que lo dejó en el dique seco muchos meses. También fue uno de los destacados en el lamentable episodio de la batalla campal en la final de la Copa del Rey de 1984 ante el Athletic de Bilbao. Precisamente en su último año en Barcelona, cuentan que ya empezó a frecuentar algunas amistades que no le harían ningún bien en su vida. Su carácter rara vez admitía un "no" por respuesta. Cuentan en "Yo soy el Diego" que ambos jugadores fueron invitados a jugar el partido homenaje a Paul Breitner. Sin embargo, el presidente del Barcelona, José Luís Nuñez se negó a dejarles viajar ante el temor de una posible lesión y les retuvo los pasaportes. Ni cortos ni perezosos, Maradona y Schuster se presentaron en el despacho del presidente para pedir que reconsiderara su postura y se encontraron con una negativa por respuesta. Su reacción fue entrar en la sala de trofeos del conjunto culé e ir tomando todos los trofeos que encontraban a su paso estrellándolos contra el suelo. Avisado y alarmado José Luís Nuñez, tuvo que parar a ambos concediéndoles la posibilidad de ir al partido y tomar parte en él. 


Nápoles, San Genaro y San Diego

A día de hoy, si caminas por Nápoles cualquier tiffosi napolitano te dirá que en Nápoles sólo se venera a San Gennaro (patrón de la ciudad) y a Diego Armando Maradona. Su llegada en el 84 al estadio con la grada abarrotada y descendiendo con un helicóptero hasta el centro del campo acompañado del entonces presidente napolitano (y artífice de la contratación) Corrado Ferlaino, fue un espectáculo. Pero nada comparable a lo que le esperaba a la deprimida ciudad del sur de Italia y a un club de segunda fila en el país transalpino hasta ese momento. Maradona llevó al Nápoles a sus más altas cotas. En un fútbol en el que se permitían sólo tres extranjeros por equipo, los napolitanos "acompañaron" a Diego con dos brasileños: el centrocampista Alemao y el delantero Careca. Acompañados del guardameta Galli, del central Ciro Ferrara o del pulmón Salvatore Bagni, aquel Nápoles conquistó dos "Scudetto" en las temporadas 86/87 y 89/90. Además fue subcampeón en la 87/88 y en la 88/89. Fueron capaces de imponerse al Milán de Arrigo Sacchi con los holandeses (Gullit, Rijkaard y Van Basten), al Inter de los alemanes (Klinsmann y Mathaeus) a la Juve de Laudrup, Rui Barros y Zavarov (anteriormente plantarle cara a la de Platini y Boniek). Ganaron también y una Copa de la UEFA en la temporada 88/89 ante el Stuttgart. El calentamiento pre partido (el decisivo encuentro de vuelta) de Diego "bailando" con la pelota al son de la canción que sonaba por megafonía del estadio alemán (el "Life is Life" del grupo austríaco Opus) es todo un icono de lo que supone el culto al desaparecido astro argentino. Ese Maradona era imparable, en cada partido parecía haber llegado al techo y sin embargo se superaba unos días más tarde. Esa recuperación iniciada en 1984 en Nápoles tuvo un punto de inflexión: el Mundial de México de 1986.


El Diego del 86

Esta es una frase acuñada en Argentina para señalar que alguien es el mejor en alguna faceta de la vida. "Sos el Diego del 86" representa una corriente más social incluso que deportiva de la veneración por quien les hizo recuperar el orgullo como país a una nación entonces deprimida como la argentina. Aquel país que seguía de manera efectiva bajo la influencia de unos militares que arrastraron a Argentina a la guerra de las Malvinas y que fueron aplastados, aquel país que tenía que soportar que se pusiera en duda su mundial conseguido en el 78 precisamente por la dictadura; el Diego del 86 cambiaría todo eso. El Mundial de México fue el momento cumbre de su carrera. Eliminaba rivales como si no existieran, los pasaba como una bala. Incluso contaba que su madre "la Tota" le llamaba y le preguntaba: "pero Diego, hijo ¿qué comés?" dada la ligereza con la que eliminaba contarios en su aceleración con la pelota cosida a la bota izquierda. Maradona estuvo sublime, pero aquel partido contra Inglaterra tuvo especial significación a nivel social tras el conflicto de las Malvinas. Diego recuperó el orgullo patrio con un primer gol de pillo y un segundo donde dejó detrás a media selección inglesa. La narración para la radio del "gordo" Victor Hugo Morales, es ya historia de aquella cita en México. Su descripción de la jugada y sus lágrimas quedarán para siempre en la memoria, tanto como el segundo título mundial que semanas después levantó Maradona al aire en un abarrotado estadio Azteca:  "La va a tocar para Diego, ahí la tiene Maradona, lo marcan dos, pisa la pelota Maradona, arranca por la derecha el genio del fútbol mundial, deja el tendal y va a tocar para Burruchaga... ¡Siempre Maradona! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta... ¡¡GOOOOOOOOL!!! ¡¡¡¡GOOOOOL!!!! ¡Quiero llorar! ¡Dios Santo, viva el fútbol! ¡Golaaazooo! ¡Diegoooool! ¡Maradona! Es para llorar, perdónenme... Maradona, en recorrida memorable, en la jugada de todos los tiempos... Barrilete cósmico... ¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto inglés, para que el país sea un puño apretado gritando por Argentina? Argentina 2 - Inglaterra 0. Diegol, Diegol, Diego Armando Maradona... Gracias, Dios, por el fútbol, por Maradona, por estas lágrimas, por este Argentina 2-Inglaterra 0".

Del 90 en adelante

En el 90 Maradona acarició un nuevo título mundial en la cita disputada nuevamente en Italia. Se quedó a la puertas perdiendo la final 1-0 ante Alemania. No fue la mejor versión de Diego, pero aún dejó un partido en octavos con una jugada marca de la casa para asistir a Caniggia que hizo el gol para derrotar a Brasil. A partir de ahí ya todo fue a peor. El 17 de marzo de 1991 dio su primer positivo por cocaína. Más tarde decidió volver a Argentina donde fue detenido por posesión de estupefacientes. Intentó volver al futbol en el Sevilla pero fue un experimento fallido. El positivo en Mundial del 94, sus problemas con su primera mujer, con Cysterpiller. Su ruina económica, sus adicciones crecientes e incurables, sus apariciones públicas en estado poco recomendable, su intención de ser entrenador... Lo único que hicieron fue agrandar al personaje y menguar -para aquellos que no le vieron sobre el verde- los méritos del mejor jugador que quien suscribe haya visto con una pelota en los pies. 


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