VALÈNCIA. La historia de Franceso “Ciccio” Caputo va más allá del fútbol. Su trayectoria es una epopeya de superación, lucha, goles y sueños. Sueños que se hacen realidad. Con 33 primaveras y tras pasar gran parte de su carrera en la Serie B, el carismático delantero del Sassuolo ingresa en la historia del fútbol italiano por méritos propios. El Calcio se rinde a los pies del veterano goleador que, sin ser un superdotado técnicamente, recuerda por sus virtudes y características a leyendas como Filippo Inzaghi.
Nacido en el seno de una familia humilde en la región de Bari, Ciccio debió decidir muy joven si apostar por el calcio o trabajar con su padre como albañil. Empezó a marcar sus primeros goles con el Toritto. Con 20 años llegó al Noicattaro procedente del Team Altamura de su ciudad natal. De él se dice que nunca fue un chico que maravillara por sus cualidades técnicas, pero sí dejaba muestras de su olfato goleador y su capacidad de sacrificio en cada partido. ADN Caputo.
Desde la temporada 2011/12, Ciccio ha anotado 10 o más goles por temporada. Palabras mayores. La única mancha en su carrera: la sanción de un año durante la temporada 2013/14 por el Calcioscommesse, un sonado escándalo de amaño de partidos. Un golpe que no consiguió derribar el espíritu del goleador.
Hasta el inicio de la temporada 2018/19 en las filas del Empoli, el ariete solo había disputado minutos en 12 partidos de Serie A. Ocurrió durante la temporada 2010/11, defendiendo los colores del Bari. Como jugador de los Galletti, Caputo salió cedido en numerosas ocasiones para reforzar la vanguardia de Salernitana, Siena y Virtus Entella, club que hizo efectivo su fichaje en verano de 2016 por apenas 250.000 euros. Aquella temporada celebró 18 tantos y fabricó 9 asistencias en las filas de los Biancocelesti, registros que le valieron su traspaso al Empoli por 3 millones de euros (12 veces el precio que pagó la Virtus).
Recién cumplidos los 30 y bajo el sol de la Toscana, la leyenda de Francesco Caputo tomó forma. 27 goles y 6 asistencias en serie B en su primera temporada lo convirtieron en factor clave para el ascenso de los Azzurri. En su regreso a la serie A el siguiente curso, anotó 16 dianas y repartió 3 asistencias, protagonizando una primera vuelta de campeonato espectacular.
El descenso del Empoli en 2019 pese al fantástico rendimiento del ariete aquella temporada, hizo que el Sassuolo se moviese rápido e invirtiese 7 millones de euros en la faceta mejor pagada del fútbol: el gol. Un precio irrisorio para los números de Francesco Caputo como neroverdi: el curso pasado firmó 21 goles y 7 asistencias y en el actual ya registra 4 tantos y 3 asistencias en las 4 primeras jornadas. Dinamita y carácter para un equipo que, junto al Atalanta de Gasperini, representa una nueva filosofía de calcio de la mano de Roberto de Zerbi.
A base goles y trabajo, el bomber ha derribado el muro y ha cumplido otro sueño: el más grande. El pasado 7 de octubre debutó con la selección nacional y lo hizo siendo fiel a su estilo: marcando. Quedará para la historia el debut de este guerrero que, a sus 33 años, dejó su sello frente a Moldavia e irrumpe con fuerza en las quinielas para acudir a la próxima Eurocopa. No anda Italia excesivamente sobrada de rotación en su punta de ataque y lo más importante: para Ciccio, aún quedan sueños por cumplir.