La multinacional BSH abrirá un 'call center' en València que dará soporte a España y otros países 

VALÈNCIA. La multinacional alemana BSH, fabricante de electrodomésticos de marcas como Bosch, Neff Balay o Siemens, estrena nuevas oficinas en València, unas instalaciones de gran tamaño en las que instalará un 'call center' que dará soporte a España y otros países donde opera el grupo, según ha podido saber este periódico.

En concreto, la compañía, uno de los líderes mundiales en la industria de electrodomésticos, ha alquilado la séptima planta del edificio Mediterráneo, propiedad del Grupo Zriser, brazo inversor de Ana y Pablo Serratosa Luján. El inmueble tradicionalmente conocido como edificio Cemeco, ubicado en Cardenal Benlloch 67, es conocido en la ciudad porque en su día albergó las oficinas de la antigua Bancaja. 

El inmueble cuenta con una superficie de cerca de 11.000 metros cuadrados dedicados íntegramente a oficinas y plazas de garaje y cuenta con inquilinos de primer nivel como Naturgy, Indra y Haya Real Estate. Ahora, da la bienvenida a un nuevo inquilino que ocupará toda la séptima planta, un espacio con 755 metros cuadrados de superficie. La operación ha sido intermediada por Olivares Consultores.

En estas nuevas instalaciones, la multinacional instalará su call center para dar cobertura a todo el país y a otras zonas del grupo, pero también ofrecerá otras áreas de servicio. 

Esta nueva operación, importante para el mercado de oficinas de la plaza valenciana, se gestó durante la pandemia, durante los meses de confinamiento.
El contrato se firmó en el mes de agosto. Y es que, pese a la actual coyuntura, marcas y empresas tanto nacionales como internacionales mantienen en su punto de mira a València buscando nuevas ubicación. El interés por la ciudad se mantiene, apuntan desde Olivares Consultores.  

Fundada en 1967 como joint venture de Robert Bosch GmbH (Stuttgart) y Siemens AG (Múnich), BSH es propiedad al 100% del Grupo Bosch desde enero de 2015. Cuenta con cinco fábricas en España de electrodomésticos, repartidas entre Aragón, Cantabria y Navarra, en las que emplea a unos 4.000 empleados. En 2019, el grupo alcanzaba una facturación global de 13.200 millones de euros.