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toni cantó / ¿candidato? de Cs a la generalitat

«He defendido mejor en Madrid los intereses de los valencianos que Baldoví»

Diputado por Valencia en el Congreso y casi seguro candidato de Ciudadanos a la Generalitat, Toni Cantó se deja ver cada vez más por la Comunitat a la espera de la confirmación de su candidatura. Asegura que si viene es para quedarse 

| 23/11/2018 | 17 min, 24 seg

VALÈNCIA.-La lluvia en València impide la entrevista al aire libre y Toni Cantó propone refugiarnos en un teatro. Nos dejan colarnos en el Olympia, donde el actor reapareció en 2015 después de abandonar UPyD, mes y medio antes de las elecciones autonómicas en las que era el cabeza de lista. Toni Cantó (València, 1965), ahora diputado de Ciudadanos, se resiste a dejar los escenarios pero va a tener difícil compaginar la política y el teatro después de las elecciones de mayo de 2019, en las que todo apunta -primarias mediante- a que será candidato a presidente de la Generalitat. Azote de los nacionalismos, su costumbre de opinar ajeno a lo políticamente correcto despierta amores y odios, sobre todo en las redes sociales. Cantó ha vuelto, dice que para quedarse. Si cumple su palabra, no nos aburriremos.

— ¿Cómo decidió meterse en política? 

— Lo decidí cuando se armó el partido Ciudadanos en Cataluña y vi los intelectuales que lo apoyaban. Por ejemplo Albert Boadella, un tipo genial con la cabeza muy bien amueblada y con el que tengo una gran amistad; Félix Ovejero, Arcadi Espada... Por primera vez había un grupo de gente progresista que se atrevía a plantarle cara al nacionalismo. Fue un shock y enseguida me puse a su disposición para colaborar.

— Sigue indignado con el nacionalismo...

— Se ha demostrado que todo lo que decíamos desde hacía mucho tiempo era verdad. El bipartidismo ha permitido que el monstruo se fuera alimentando y eso nos ha traído hasta aquí. Sigo muy cabreado con esto. Voy a Cataluña y recibo muestras de cariño y respeto pero también insultos y amenazas. Tengo amigos del partido que tienen que ir con escolta. Si en la época de la movida nos llegan a decir que el territorio comanche iba a estar en Cataluña y no en el País Vasco hubiéramos alucinado. Eso es lo que está pasando y la culpa es de PP y PSOE, que han estado cediéndoles y cediéndoles, creyendo que dándoles un poquito cada vez se iban a contentar. Y no solo es Cataluña. Baleares en menor medida y Valencia, también, aunque en mucha menor medida, ya empiezan a ir por esa ruta.

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— ¿Ve solución al problema de Cataluña?

— Sí. Aplicando el artículo 155, interviniendo TV3 y la escuela. Esa es la solución a medio plazo, y a corto, seguir aplicando la ley e impedir que se hagan las cosas que se están haciendo en las instituciones. Liberar el espacio público: porque los lazos amarillos en esos espacios son una manera de señalar a quienes no los llevan.

— El último barómetro del CIS señalaba que el 40% de los catalanes piensa que Ciudadanos es un partido de extrema derecha, el 10 en la escala de 1 a 10.

— Claro, pero si tienen una televisión pública que nos presenta así y lo repite continuamente y sin embargo les presenta a Otegi como un tío estupendo y un hombre de paz, poco a poco va incidiendo. Si a los niños en las escuelas los adoctrinas dándoles una visión de España mala y antigua y al independentismo lo pintas como algo guay, pues te lleva a lo que está sucediendo. De hecho, cuando han gobernado tanto PP como PSOE no han usado la Alta Inspección Educativa en Cataluña permitiéndoles hacer lo que les ha dado la gana durante muchísimos años. Si no intervenimos la televisión y la Educación, no creo que haya solución.

— Pero aunque se hiciera eso, hay un 47% de ciudadanos que no va a cambiar de opinión de un día para otro.

— A ver, es que a mí no me importa que piensen que la independencia es la solución de sus problemas, aunque yo opine que eso es falso, lo que me importa es el cumplimiento de la ley. En cualquier caso; las fugas de las empresas o los avisos de la Unión Europea de que estarán fuera para mí dejan claro que ese camino es el equivocado. Ahora bien, si quieren llevarlo a cabo que lo intenten con movimientos dentro de la legalidad.

— ¿Cómo vivieron la moción de censura de Sánchez? ¿Han hecho autocrítica sobre si deberían actuado de otro modo?

— Es que nosotros lo vimos como una maniobra clara del bipartidismo, PP y PSOE, para que no consiguiéramos la Presidencia del Gobierno. Rajoy prefirió dejar paso a Sánchez en vez de convocar elecciones y Sánchez no quiso nunca convocarlas. Fue una reacción del bipartidismo para impedir que les sacaran del poder. Todo ello apoyado por el PNV, que a través de Ortuzar dijo claramente lo que pensaban en una entrevista: respaldaban la moción de censura porque no querían que Ciudadanos gobernara España, puesto que saben que nosotros peleamos contra sus privilegios. 

«La solución para Cataluña es aplicar el 155, intervenir TV3 y la escuela y, a corto plazo, liberar el espacio público»

— Si así fuera, ¿lo han conseguido?

— Claro, se ha unido el ejército de Pancho Villa: Bildu, PNV, los independentistas catalanes..., contra un enemigo común que somos nosotros. Y quien sale perdiendo es España.

— De cualquier manera, después de la moción de censura dio la impresión de que Ciudadanos quedó un tanto desubicado y da la sensación de que pelea por el mismo espacio del PP.

— No estoy de acuerdo. El PP ha demostrado no ser liberal para nada y no creer en el tipo de España en el que nosotros creemos. Pienso que hay mucha gente que ha votado al PP y se ha quemado mucho al ver cómo ha cedido ante el nacionalismo. La manera de ocupar las instituciones por parte del PP, su complejo para enfrentarse al nacionalismo, el no modernizar la economía, el no luchar contra la corrupción...  Todo eso no tiene nada que ver con nosotros. No me veo compitiendo con ellos.  Sí que creo que hay mucha gente de centro que durante mucho tiempo ha votado al PSOE o al PP porque no tenía una alternativa y ahora sí que nos mira a nosotros a medida que vamos desarrollando un trabajo en el Parlamento.

— Previamente a la caída de Rajoy, hasta Aznar exponía cierta sintonía con Ciudadanos.

— Él es libre de decir lo que quiera, aunque sus políticas nunca estuvieron en esa dirección. Hace poco lo tuvimos en el Congreso y tuve que pedirle un poco de humildad porque se puso a darnos clases de anticorrupción.

— ¿Y con Zaplana hubo algún contacto?

— No. Yo me he encontrado con Eduardo alguna vez cuando ya no estaba en política, pero como me he encontrado con mucha gente.

— Pero personas en la dirección de Ciudadanos procedentes de Alicante sí tenían relación con él.

— Hay gente que en el pasado ha colaborado o votado al PP o al PSOE, pero la mayoría de nuestra gente no tiene pasado político.

— ¿Teme la irrupción de Vox?

— No creo que tengamos nada que ver con Vox, la verdad.

— ¿Cree que Pedro Sánchez acabará la legislatura?

— Hará todo lo posible por acabar hasta el último suspiro para desgracia de los españoles. Ha conseguido lo que quería, ser presidente. No le importa haber dicho que nunca lo haría con los apoyos que tiene ahora. Ha faltado a la verdad; dijo que convocaría elecciones y no lo ha hecho. Y además está renunciando a cambios fundamentales como la reforma de la financiación autonómica. Consciente de que tiene difícil repetir, se aferrará a la silla todo lo que pueda.

— Ha tenido rifirrafes con Joan Baldoví a cuenta de quién defiende mejor los intereses de los valencianos en el Congreso.

— Puedo demostrar con cifras que he defendido mucho mejor que Baldoví los intereses de los valencianos. En los últimos presupuestos y en los anteriores conseguimos partidas de más de 1.000 millones de euros que iban a ir destinadas a los valencianos, ayudas para pensionistas, jóvenes, para el Corredor Mediterráneo... Sin embargo, Compromís representa el nacionalismo más inútil para los valencianos porque no puede decir que haya conseguido ni un euro en esta legislatura para la Comunitat. Y por cierto, me gustaría saber por qué se han callado la boca ahora y no hablan de financiación. Ni Ximo Puig ni Joan Baldoví dicen nada ahora. En Ciudadanos seguiremos empujando para que haya un cambio de modelo de financiación autonómica cuanto antes.

— Usted ha entrado ahora a las reuniones de la plataforma que promueve el cambio en la financiación...

—  Allí no hacen nada.

— ¿Hay que hacer otra manifestación?

— Estuvimos en esa manifestación y volveremos a estar cuando toque, pero ver a Ximo Puig o a Carmen Montón detrás de un pancarta cuando votaron a favor de la reforma de 2009 vigente en la actualidad y que perjudicaba a los valencianos... no es mi manera de entender la política. Ahora el señor Puig debería estar diciéndole a Sánchez qué hay de la financiación de los valencianos y del resto de españoles; y Compromís, si fuera un partido serio, también estaría poniendo en algún aprieto a sus socios.

«Montón reventó la Sanidad y Oltra ha demostrado una ineptitud preocupante en políticas sociales, tanto de mayores como de menores»

— Pedirlo, lo piden...

— Pero no se está haciendo nada. Si es cierto que les preocupa a PSPV y Compromís, que pongan la financiación sobre la mesa, con un calendario de verdad, al menos, como condición para que se aprueben los Presupuestos.

— ¿En la cúpula de Ciudadanos cómo sienta este discurso que en este caso es autonomista?

— Lo que no puede ser es que haya autonomías que reciban el doble de recursos que otras para educación, sanidad, dependencia... Una de las principales armas del secesionismo para crecer fue el 'Madrid ens roba'. El caso es que una de las formas de desactivar estas cosas y de hacer patriotismo es conseguir que todos se sientan tratados justamente. Esto no se ha hecho porque se ha utilizado siempre como moneda de cambio para llegar al Gobierno de Madrid. Negociaciones bilaterales y pequeños favores a cambio de votos es lo que ha alimentado al monstruo que tenemos ahora.

— ¿Cuál es su posición sobre el derecho civil valenciano?

— Queremos los mismos derechos, reglas y leyes, iguales para todos en España. Que lo que diga el derecho civil valenciano sea también para el resto del Estado. Precisamente para nosotros uno de los principales problemas del país es ese, que se hayan ido atomizando ciertos derechos o recursos según dónde viva y eso lo vemos injusto.

— ¿Y revertir competencias, por ejemplo Educación?

— A mí no me hace falta que se devuelva la competencia al Estado, me basta con que el Estado utilice sus herramientas para controlar la educación en Cataluña y que no hagan lo que les dé la gana. Algo que está pasando en la Comunitat Valenciana, donde Ximo Puig ha entregado algo tan importante como la Educación o la televisión pública a Compromís, concretamente a los más incendiarios de Compromís. Lo mismo que en Cataluña. Para nosotros esto es muy peligroso porque también aquí se está saltando la ley y el PSPV evidencia parecerse al PSC. Nos pone muy complicado entendernos así.

— Usted dijo hace poco en el Congreso que el español estaba desapareciendo de las escuelas en la Comunitat Valenciana...

— Aquí, de 0 a 3 años, hay más de 200 escuelas en las que no se da ni una hora en español. Esto es ilegal. Hay una sentencia del Constitucional que dice que al menos un 25% de la educación debe ser en español. En algunos ámbitos administrativos también ha desaparecido. Aquí, el 'PSPV-PSC' de Ximo Puig; apoyado por Compromís, está casi exigiendo ya el requisito lingüístico para Sanidad y para otras áreas porque, aunque legalmente no lo impongan, si los baremos que pones en los méritos son desproporcionados y das más puntos al dominio de la lengua que al dominio del bisturí, no conseguirás que vengan los mejores. Yo quiero que vengan los mejores aquí y cuando vengan, ya les enseñaré el valenciano. No quiero que pase como en Baleares, que se están yendo profesionales de allí por esta cuestión.

— Pero en mayores de 3 años se ha puesto, con la ley de plurilingüismo, un sistema con el 25% mínimo para las dos lenguas...

— Es mentira. Hay multitud de pueblos en la Comunitat donde hay un colegio en el que no se puede elegir la línea en castellano. Tenemos los datos y no quieren enseñarnos cómo se tomó la decisión de si la línea era en castellano o en valenciano. El conseller Marzà está mintiendo y está enfrentando a los valencianos con esta cuestión y también con la concertada. Lo que es peor todavía es que los niños sigan estudiando las mismas horas de inglés que estudiaba yo hace 40 años. Eso es una vergüenza, porque en otros sitios están estudiando en un sistema bilingüe y eso hará que los niños valencianos tengan un problema a la hora de competir por los mejores puestos.

— ¿Y qué sistema pondría usted?

— Garantizaría que haya bastantes asignaturas en español y en valenciano, pero como mínimo doblaría las horas de inglés.

— Además del asunto de la Educación, ¿qué cambiaría de lo que está haciendo el Botànic?

— La sanidad. Carmen Montón reventó la sanidad valenciana: la llenó de enchufados, aumentó las listas de espera, ha dejado frustración en los profesionales porque no tienen lo que necesitan para hacer bien su trabajo. Por otro lado, la vicepresidenta, Mónica Oltra, ha demostrado una ineptitud preocupante en las políticas sociales tanto de mayores como de menores. Todo está peor que cuando lo recibieron, ese es el gran engaño del tripartito. Los ciudadanos quisieron escapar de la corrupción y mala gestión del PP y se lanzaron a las manos de un tripartito que les vendió que serían capaces de cambiarlo todo y no han cambiado nada. Es más, en muchas cosas, como las listas de espera, menores, dependencia, vivienda social... hemos empeorado. No saben gestionar.

— Pese a todo lo que afirma, la mayoría de sondeos apunta a que reeditará el Pacto del Botánico, si bien algunos esbozan la posibilidad de otra combinación para el PSPV debido a una fuerte subida de Ciudadanos. ¿Cómo ve un pacto con socialistas?

— Mientras el PSPV se parezca más al PSC que al PSOE veo complicado llegar a un acuerdo con ellos.

— ¿Cree que la política catalanista de la que acusa al Consell es decisión del PSPV o de Compromís?

— Nadie ha obligado al PSPV a cederle a Marzà la educación o a Empar Marco [directora de À Punt] 'tele-Compromís'.

Pero la condición del pacto fue que Compromís tuviera Educación...

— Claro, igual que se la puso en su día Esquerra Republicana al PSC. Los nacionalistas lo tienen muy claro: si quieren cambiar la sociedad tienen que operar en la educación y en los medios de comunicación públicos. Tú déjale a Marzà la educación una o dos legislaturas más y estarás como en Baleares y luego como en Cataluña.

— Se ha hablado mucho de un posible adelanto electoral en la Comunitat Valenciana. ¿Se ven preparados?

— Sí, pero no creo que lo vaya a haber. Me parecería una vergüenza que Puig adelantara dos meses las elecciones porque es jugar con el dinero de los valencianos por motivos puramente partidistas.

 «Mientras el PSPV se parezca más al PSC que al PSOE veo muy difícil llegar a un acuerdo con ellos después de las elecciones autonómicas»

— Usted apunta a ser el candidato de Ciudadanos a la Generalitat. ¿Cuándo dejaría el acta de diputado en el Congreso?

— Ni idea. Es un detalle menor y no se trataría tanto del acta como del trabajo. Estoy en varias comisiones muy importantes en el Congreso y tendría que verlo. Eso pasa, de todas formas, por una primera decisión y conseguir llevarla a cabo. Por respeto a mis compañeros en el resto de España lo comunicaré cuando mi partido haga público el calendario de primarias. Y luego tendría que ganarlas.

— No obstante, usted tiene su vida más hecha en Madrid.

— Ya llevo 30 años en Madrid.

— Entonces...

— Primero hay que tomar la decisión pero si la tomara, la idea de liderar esta aventura y contribuir a que el partido siga creciendo en la Comunitat Valenciana me gusta. Algo que Albert Rivera nos repite mucho es que tengamos los ojos abiertos porque hay mucha gente de talento que se está acercando a nosotros y tenemos que incorporarlos. Afrontamos un reto apasionante y tenemos que sumar a gente para poder cambiar el país.

— Si viene, ¿es para quedarse?

— Claro, por supuesto. Si vengo, vengo para quedarme ya. Yo cuando paseo por Madrid estoy bien, pero cuando paseo por València estoy mejor porque es mi ciudad.

— ¿Nunca se ha planteado ser candidato a la alcaldía de València? ¿Le gusta la política local?

— Sí que me gusta, pero la conozco menos. Además, tenemos a Fernando Giner que está haciendo las cosas muy bien y tiene ya un bagaje en este mandato que deberíamos aprovechar. Creo que tiene la confianza del partido y puede hacer un buen papel.

— Ciudadanos, como Podemos, ha pecado de cierto amateurismo en los equipos.

— Yo garantizo que aquí y en el resto de España va a pasar lo mismo que en Andalucía, donde el salto cualitativo y cuantitativo en las incorporaciones de Ciudadanos es brutal. Y este modelo es el que se va a intentar llevar a cabo en toda España.

— Entonces, está a favor de tener independientes...

— Yo estoy a favor de que toda la gente con talento que quiera colaborar con Ciudadanos para cambiar España y la Comunitat Valenciana tenga un espacio.

— ¿Le llama gente para ofrecerse?

— Sí, me llaman y yo llamo también a gente. Me han llamado personas que han estado en la Administración Pública de la Comunitat Valenciana y que denunciaron la corrupción del PP desde dentro. Tengo colaborando con nosotros, o con ganas de colaborar, a gente que ha estado en gobiernos tanto del PP como del PSOE. Estamos abiertos a todo esto.

— ¿Ha sido Camps el mejor presidente que hemos tenido?

— No. No lo ha sido para nada y yo no dije tal cosa. Camps mintió en sede parlamentaria y por pudor no quise explicar cómo fue esa conversación a la que se refirió. De hecho, ha sido uno de los peores presidentes que ha tenido la Comunitat Valenciana y su etapa se recordará como una época negra.

— ¿Cuánto de teatro tiene la vida parlamentaria?

— Para mí el teatro es, sobre todo, la búsqueda de la verdad a través de una mentira. La política, por el contrario, tiene que ver con ocultar la verdad en vez de buscarla. Lo que se ve a menudo es mal teatro: sobreactuaciones. Uno sobreactúa cuando está mintiendo o cuando no se fía de la capacidad de los que escuchan, los menosprecia...  

* Esta entrevista se publicó originalmente en el número 50 de la revista Plaza

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