Foto de familia del Bloc en el VIIé Congrés Nacional de 2016. Foto: EVA MÁÑEZVALÈNCIA. Poner el título a un álbum musical es complicado, sobre todo si con una sola palabra o una frase breve se pretende dar sentido a un contenido diverso y plural. Más aún lo es bautizar, por ejemplo, a una nueva banda cuando se desconoce incluso la tendencia concreta que plasmará en sus canciones o la evolución que tendrá a lo largo del tiempo. Unas dificultades similares a las que afronta el Bloc -pata mayoritaria de Compromís- a la hora de hallar, tal y como se ha propuesto, un nuevo nombre que sea respaldado por las bases de cara al VIII Congreso Nacional del partido que tendrá lugar el mes de junio.
Tal y como informó en su día Valencia Plaza, la formación nacionalista se enfrenta a un cónclave que, desde la dirección, se ha llegado a definir como una "refundación" del partido. La idea no solo se dirige a un mero cambio de nombre, sino también a profundizar en el aperturismo del partido aprovechando la transversalidad de muchas de las políticas que abandera Compromís: la movilidad sostenible, la transición ecológica, el feminismo... son algunas de las que mencionan de carrerilla dirigentes del Bloc.
Ahora bien, el cambio de nombre es importante en cuanto a que, además, será elegido a través de un método participativo por el que la militancia decidirá qué opción de las propuestas emitidas por las ponencias se presentará a la militancia para su debate en el cónclave que tendrá lugar el 27 y 28 de junio. Es decir, será uno de los asuntos que se ponga primero sobre la mesa, lo que servirá también como un elemento de promoción para el proceso del partido.
Pero, ¿a qué debate se enfrenta el Bloc Nacionalista Valencià con el cambio de nombre? Uno de los focos de discusión apunta precisamente al concepto de nacionalismo que en su día se abrazó con efusividad y que, para muchos, ha perdido en la actualidad cierto sentido respecto a tiempos pasados. "Para empezar, en Europa es una fórmula en desuso", comenta algún dirigente que alude además a que incluso es una nomenclatura más usada por partidos de derechas. En esta línea, en España, solo el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y el Bloque Nacionalista Galego (BNG) mantienen la palabra en su marca.
Al margen de esto, dirigentes consultados por este diario apuntan a que el 'apellido' nacionalista no contribuye a la línea discursiva transversal y expansiva que quiere impulsarse en esta refundación.
Por otro lado, el concepto 'valencianista' agrada pero, según puntualizan fuentes del Bloc, contiene un problema importante de cara al crecimiento en Castellón y, sobre todo, en Alicante, donde tanto el partido como la Coalición Compromís pasan más dificultades de implantación y asentamiento.
Ahora bien, eliminar las dos palabras conduciría al nombre que ya se utiliza actualmente, 'Bloc', con lo que tampoco se produciría ningún golpe de efecto que buena parte de la dirección considera necesario para la modernización del citado partido.
Sobre esto, las fuentes consultadas que apuestan por el cambio, coinciden en que la idea debería dirigirse a una marca "atractiva y conceptual" que, de alguna manera, contribuya a generar "unidad" y "adhesiones". Algo que suena a limitar la acumulación de conceptos y 'títulos' en el nombre y que parece centrarse en el espíritu bajo el que se creó 'Compromís'.
Es decir, una sola palabra que pueda englobar una pluralidad en la que todos los militantes pero también simpatizantes -o futuros simpatizantes- se encuentren cómodos. De no hallarla o no existir cierto consenso sobre la misma, dirigentes del partido admiten que las cosas podrían quedarse tal y como están.
