Injusto y doloroso

VALÈNCIA. Melero López es un mal árbitro que barre siempre para el poderoso (aunque no tanto como Prieto Iglesias, su compinche del VAR). Uno y otro tuvieron ayer ocasión de demostrarlo. Aparte de un buen puñado de faltas menores en que Melero ‘se equivocó’ a favor de los de casa, tuvo ocasión de influir en el marcador final con dos jugadas difíciles de justificar: perdonó una clarísima amarilla (la segunda) a Iborra en la primera parte. Calleja sabía que a Melero le advertirían en el descanso de su metedura de pata y tiraría a la calle al de Moncada a la mínima que pudiera. Así que lo cambió. Eso pensábamos que sucedió. Sin embargo, en rueda de prensa, el míster groguet confesó que el cuarto árbitro le advirtió que Iborra estaba a punto de ser expulsado. Inaudito, pero fue lo que sucedió. Que en La Liga se den estos tejemanejes genera vergüenza ajena. El segundo error grave fue no anular el 2-1 de Moi Gómez tras 4 minutos de consulta. El fuera de juego es claro, pero el técnico de la sala se inventó una perspectiva que surge de la joroba de un central granota para justificar la validez del tanto. Tal vez haya que poner en nómina a delineantes o arquitectos, o que alguien sepa manejar el AutoCAD, porque los que trazan las perspectivas no parece que aprobaran ni las Matemáticas de Primaria. De tan sonrojante como es la estampa, la Liga de Tebas la suprimió de los resúmenes oficiales.

Aparte de esto, que no es poca cosa, el Llevant mereció ganar en el Madrigal tanto como el Villarreal en Orriols en la primera mitad. Por fútbol y por ocasiones. Aparte de los dos goles, Aitor sólo tuvo que realizar dos buenas intervenciones. El once liderado por Cazorla no creó más peligro. El Llevant sí. Tuvo ocasiones claras, un palo, faltas directas, diez córners y docenas de acercamientos peligrosos a Asenjo. Esta vez ni siquiera estuvo fatal en defensa. Apenas dos errores que se pagaron con dos goles: en el 1-0 a Clerc sólo le faltó leerle a Gerard algo de Gil de Biedma mientras se acomodaba el balón para hacer el gol. En el segundo Bardhi intenta en la frontal salir con el balón controlado de forma suicida. De esa pérdida llegó el 2-1. Hasta ese momento los escasos errores de entidad en la salida habían sido exclusivos de Campaña, otra vez (y van…) inocuo en la creación. Aunque es una ausencia notable, el equipo ya no lo echa de menos: Rochina y Bardhi, con las espaldas cubiertas por Vukcevic, con Mayoral y Roger muy dinámicos sin balón, y Miramón y Clerc hechos dos puñales en ataque, se hartaron de filtrar balones entre líneas o a las bandas.

Tras el 2-1, López intentó reactivar al equipo. Los peones, sin embargo, le fallaron: Morales apenas aportó nada. Tuvo una ocasión en que no consiguió empalar a gol, y en el último ataque granota metió mal el balón a un área, plagada de blaugranes. León hizo una incursión peligrosa por la izquierda que no encontró rematador. Y, en todo caso, el Villarreal celebró su salida por Vukcevic: sin el montenegrino el Llevant perdió fuelle y presencia y los de la Plana durmieron el partido, que se alargó aún 17 minutos, con excesiva facilidad. El intento de Toño a la desesperada tampoco funcionó. Es llamativo, cuanto menos, que en los minutos finales, cuando el Llevant conseguía recuperar algún balón, Campaña insistiera en mover la pelota de lado a lado, entre los centrales, en vez de verticalizarla o buscar centros laterales.

Villarreal 2-1Llevant (El Madrigal,17.000 espectadores)

UNO A UNO: Aitor (6); Miramón (6), Postigo (6),Vezo(6), Clerc (6) (Toño (sc) 88'); Rochina (8), Vukcevic(7) (León (sc) 80'), Campaña (4), Bardhi (7); Roger(6), Mayoral (6) (Morales (4) 70').

—Paco López(7).

GOLES: 1-0 Gerard 9': 1-1 Mayoral 56'; 2-1 Moi61'.