VALÈNCIA. La Policía Nacional investiga si la riña tumultuaria de ayer entre seguidores del Hércules y del Castellón, que se saldó con siete heridos y tres detenidos horas antes del partido, tuvo un origen ideológico ya que se enfrentaron miembros de peñas de extrema derecha e izquierda.
Fuentes de la investigación han informado a Efe de que los participantes en la pelea del Hércules por parte de la peña Curva Sur son de extrema derecha, mientras que los del Castellón son de la peña Barricada, radicales de izquierda.
Según el testimonio dado por los identificados de Curva Sur, como hacen habitualmente antes de los partidos, ellos habían quedado a comer en un bar cercano al estadio Rico Pérez y llegaron los Barricada, tras lo cual comenzó el altercado.
Las mismas fuentes han indicado que investigan si esta versión es real y el encuentro entre los aficionados fue una casualidad o si, como se sospecha el ayuntamiento de Alicante, ambas facciones se habían citado previamente a través de las redes sociales.
De esta manera, la Policía Nacional trata de aclarar tanto si habían quedado antes como si la pelea fue por motivos ideológicos o por rivalidad futbolística.
Los 38 aficionados del Castellón que participaron en la riña habían llegado en un autobús sin entrada al Rico Pérez, y se supone que la habrían intentado comprar poco antes del encuentro en las taquillas.
Estos individuos, que vestían de negro, fueron interceptados, inmovilizados, identificados e informados de que pueden ser objeto de acta de sanción por la Ley del Deporte antes de regresar en el autobús a su lugar de origen.
Además de este autobús, llegaron desde Castellón con entrada otros dos con 110 seguidores, y ambos fueron escoltados por la Policía desde el acceso a la ciudad hasta que fueron acomodados dentro del Rico Pérez.
A diferencia del tercero, las Fuerzas de Seguridad del Estado sí tenían controlados a estos dos autobuses ya que, al contar con entrada, había sido informada su llegada por parte del club castellonense.
La riña fue advertida en primer lugar por dos agentes de la policía local que atendían en las inmediaciones un accidente de tráfico, quienes efectuaron 15 disparos al aire al sentir que corría peligro su integridad física por la reacción de la "turba" ante presencia, en palabras del concejal alicantino de Seguridad, José Ramón González.