Jaume Ponsarnau le dio al jugador del EBA de L'ALqueria el premio de estrenarse oficialmente con el primer equipo contra el ASVEL Villeurbanne en EuroCup por ser "un currante"
VALÈNCIA. Los sueños se cumplen y el esfuerzo tiene su recompensa. El jugador canterano del Valencia Basket Ion Galarza vio cumplidos ayer estos dos dichos populares cuando debutó con el primer equipo en partido oficial contra el ASVEL Villeurbanne. Después de haber estado desde la pretemporada ayudando a los de Jaume Ponsarnau por las lesiones, el técnico catalán quiso premiar al joven de 21 años dejándole estrenarse en la Fonteta ante la ventaja de 22 puntos con su rival en competición continental.
Ponsarnau solo tuvo palabras de elogio hacia en la rueda de prensa posterior al partido: "Es un currante". Ni más ni menos. El entrenador añadió que "ha estado ayudando a sus compañeros desde la humildad, con ganas de aprender y de ayudar", por lo que dejarle debutar es "un buen premio". Aunque toda decisión tiene un trasfondo: "Hay una filosofía, a partir de L’Alqueria. Se están cocinando unas nuevas generaciones del baloncesto que sin ninguna duda van a dar relevos y van a darnos muchas posibilidades para el futuro de este club", explica Ponsarnau.
Guillem Vives también agradeció el papel de su compañero: "Ion nos ha ayudado en los entrenamientos, lo ha hecho bien y se ha ganado el premio de poder estar con nosotros en el día a día y haber podido debutar. A todo el mundo le hace especial ilusión y más en casa".
Después del partido, tuvimos la oportunidad de hablar con el jugador, henchido de emoción: "Estoy súper contento. Ha sido un sueño cumplido,.He trabajado mucho para llegar hasta aquí y se me ha recompensado muy bien debutando en Eurocup, en competición internacional. No puedo estar más feliz", aseguraba Galarza.
El vasco, que no había escuchado las palabras de Ponsarnau hacia él no pudo evitar sentir orgullo al conocerlas: "Me acabo de enterar. Estoy muy contento de que el entrenador del primer equipo del Valencia Basket diga que soy un currante. Más motivo para currar más todavía".
El primer paso ha sido debutar y el siguiente será añadir su nombre en el Muro de los Sueños. El "Hall of Fame" de L'Alqueria del Basket donde quedan para la posteridad los nombres de aquellos jugadores que desde la cantera han dado el salto al primer equipo. Galarza confesaba que "va a ser increíble ver mi nombre en un muro en el que sale Toko Shengelia o Rubén Burgos y compañeros míos con los que he jugado como Álex Vera y Luis Ferrando".
Un acto que tendrá al alero como protagonista ante la atenta admiración de cientos de jugadores de la cantera que desearán estar donde ayer estuvo Galarza. Jugando ante el público de la Fonteta. El jugador espera que su ejemplo "sirva para los chavales que están ahora mismo en categorías inferiores, que vean que esto pueda cumplirse. Que sigan trabajando porque tiene su recompensa".
Con su sueño cumplido, ahora el canterano quiere seguir ganándose minutos siguiendo la misma filosofía que le ha llevado hasta aquí: "Voy a seguir trabajando para poder estar ahí, al pie del cañón y pelear cualquier segundo más que puedan darme", señala Galarza. Él bien sabe que las oportunidades hay que ganárselas por lo que "todos los entrenamientos los utilizo para seguir mejorando, entreno a tope y me exijo mucho". El jugador también añadía que el hecho de mantener esa exigencia con su familia y su novia, le permite "mejorar y tener la cabeza en su sitio".
Aunque Galarza está ayudando en el ACB, él pertenece al equipo de Liga EBA, donde también está cumpliendo: "Mi entrenador Ángel Cepeda me exige muchísimo, hacemos entrenamientos aparte. Mis compañeros de equipo también me ayudan mucho". Preguntado sobre si esa competición se le queda pequeña, el jugador pidió un receso para responder: "Para poder contestar a esta pregunta tengo que demostrar este año que se me tiene que quedar pequeña". La Cultura del Esfuerzo, señores.