España sufre para derribar el muro iraní

VALÈNCIA. España sufre horrores para derribar a Irán. Los de Fernando Hierro tuvieron que sudar 'tinta' para hincar la rodilla de la selección iraní, que se refugió en su entramado defensivo y que pudo empatar cuando se lanzó al ataque tras el gol de Diego Costa de rebote. Con estos tres puntos, España es líder del grupo B a falta de una jornada en la que se medirá a la ya eliminada Marruecos. 

El guión de partido no sorprendió a nadie, muro iraní y dominio español. Era un choque de poder a poder. Contragolpe contra posesión. No había huecos en el entramado defensivo diseñado por Queiroz. Sin fisuras en el primer cuarto de hora. La entrada de Lucas Vázquez para ampliar el campo, no funcionaba. Taponaba el carril a Carvajal y España seguía insistiendo el buscar el espacio por el centro.

El primer acercamiento de España llegó en el minuto 25 y fue a balón parado. El libre directo de Silva lo atajó sin apuros Bereinvard. El once de Irán seguía incrustado muy atrás, no encontraban los de Hierro el camino, ni por dentro ni por fuera. Silva volvió a tener la siguiente. Recogió un balón en el área y remató arriba de forma acrobática, iba muy forzado. España no podía y la desesperación se confirmaba al descanso cuando Silva rozaba el gol, pero su disparo era desviado por un defensa de Irán. Quedaban 45 minutos para ganar opciones de estar en octavos.

Tras la reanudación, el gol estuvo al caer. En un saque de esquina peinó Busquets y la pelota la salvó en la línea el meta de Irán. El catalán tuvo la segunda acto seguido. Disparó a la escuadra desde la frontal, pero volvió a aparecer Beirenvard. Pese al 0-0, el segundo acto tenía un mejor comienzo que el primero. El juego era más fluido y España ya llegaba con más asiduidad. Ahora era Isco el que enviaba a las nubes una buena jugada colectiva.

El susto pudo ser todavía mayor. Irán tuvo la más clara del partido en un saque de banda. La volea de Amiri se estrelló en el lateral de la red. Respiraba ‘La Roja’. Fue sufrir por quedarse fuera del torneo, y Diego Costa puso por delante a España, con mucha fortuna. Iniesta sirvió el balón al ariete que de rebote, introdujo el balón en la portería. Era el 0-1 y ahora le tocaba a Irán adelantar líneas. Respondió Irán al duelo y Mehdi Taremi cabeceó un balón que era un vaticino de lo que venía. El empate de Irán llegó unos minutos después a balón parado. El árbitro solicitó el VAR y todo el país estaba con el corazón en un puño. Eran segundos que se hacían eternos. Valía la pena. El gol quedaba invalidado por mano y fuera de juego de Ezatolahi.

Hierro reaccionaba al impetú iraní y quitaba a Iniesta, que dio la sensación de estar para otras batallas, menos intensas y quizá, con un rol más secundario en una selección que colecciona centrocampistas de primer nivel en el banquillo como Thiago, Saúl o Koke. Este último era el que suplía al de Fuentealbilla. Los de Hierro habían perdido con el control, los nervios apretaban e Irán quería hacer sangre. Quedaba un cuarto de hora y faltaba mucha tela que cortar. Irán no se rendía. El sufrimiento era constante. Otra vez Taremi ponía los pelos de punta a España con un cabezazo, pero esta vez se fue alto.  

Finalmente, España consiguió resistir la presión y suma tres puntos que le permiten afrontar con algo más de tranquilidad la última jornada ante Marruecos, que ya está eliminada. No obstante, la clasificación para los octavos todavía no está sellada.