VALÈNCIA. Vuelve Giorgi Kochorashvili; sonríe Julián Calero. El centrocampista georgiano se ha convertido en pieza fundamental para la medular del Levante, "un equipo de centrocampistas", tal y como definió el entrenador a su escuadra después de perder en El Sardinero lastrado por las bajas. Cabe esperar a conocer el estado de Ángel Algobia y si el madrileño va a poder formar parte de la expedición que viaje el próximo sábado a Castellón. Algobia daría aire a Calero y, al menos, arroparía el fondo de armario del círculo central granota en La Plana. Sin embargo, la figura que espera el preparador de Parla es la de Kocho. Es el futbolista que necesita.
Kocho vuelve de un parón por fecha FIFA, esta vez, menos cargado de minutos. Para Willy Sangol, seleccionador de Georgia, el del Levante también es capital, pero en el duelo ante Albania de este lunes fue baja por acumulación de amonestaciones. Jugó, eso sí, más de 70 minutos en la derrota frente a Ucrania el viernes. Ahora, el '6' está de vuelta y podrá incorporarse a los entrenamientos en la mañana de este miércoles. Por delante, tres sesiones para ponerse a punto y reforzar una demarcación que, a pesar del overbooking y lo poderoso de sus nombres, ha encontrado bajas importantes. La de Iborra merma el cartel de alternativas al trivote formado por Oriol en la base, y Kocho y Pablo Martínez como interiores -incluso con el georgiano escalonando como pivote, en ocasiones-. Y Lozano continúa por debajo del nivel esperado.
Sea como sea, y si Kocho regresa en plenas condiciones, será titular en Castalia, la que fue su casa hace dos temporadas, en Primera RFEF. Fue la cesión más fructífera del Levante aquella temporada y contó para Javi Calleja en aquella pretemporada, recién regresado de su préstamo. Además, fue ampliado mientras duró su paso como albinegro, como prueba de la fe que el club y, concretamente, Felipe Miñambres, ya tenía sobre él. En Castellón guardan buen recuerdo del jugador, ahora revalorizado tras la Eurocopa y su buen arranque liguero. Es el futbolista granota con mejor cotización en el mercado. Según el portal especializado Transfermarkt, el valor georgiano asciende a los 4 millones de euros, más que cualquier pieza del vestuario de Calero. Ni Morales, ni Pablo Martínez, ni Iborra se acercan, siquiera, al Giorgi en este concepto.