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CONVIENE SABER / OPINIÓN

La buena política

Foto: GUSTAVO VALIENTE/EP
5/03/2024 - 

Buena política y mala política. Una muestra de la buena política, de la que sirve para hacer más fácil la vida de las personas, pudimos verla la semana pasada, en un encuentro organizado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que pretendía visibilizar el Ingreso Mínimo Vital, bajo el título “El IMV: una política más viva que nunca”. El acto fue un ejemplo claro de para qué sirve la política. La de verdad. Esa política, en ocasiones tan denostada, de forma intencionada por algunos, e inconsciente por otros. Esa política que tiene como fin apoyar e impulsar cambios en la vida de las personas. Especialmente de aquellas a las que la vida no se lo ha puesto fácil. Personas con dificultades que, a menudo, lo han tenido tan complicado que han dudado hasta de sí mismas, de sus capacidades, hasta perder la esperanza y que, en muchos casos, han olvidado incluso su legitimo derecho a soñar.

Estremecía escuchar aquella mañana las vivencias de cuatro personas que, de manera absolutamente generosa, nos regalaron sus testimonios. Y, muy especialmente, Desirée. Ella es una mujer muy joven, menor de 30 años y madre de cuatro hijos. Por circunstancias de la vida, no estudió. Fue conmovedor escuchar su experiencia. Cómo era consciente de que, a pesar de su juventud y sus ganas de trabajar, hoy día es casi imposible encontrar un empleo sin una formación básica. Ella recibe la prestación desde hace dos años y con ella garantiza poder cubrir los gastos de alquiler, suministros y alimentación del hogar, cuestiones básicas para la crianza de sus menores. Se enganchó a esta oportunidad como a un clavo ardiendo y actualmente se está formando en logística, a través de un itinerario de inclusión. Y contaba tremendamente empoderada cómo gracias a este proyecto la habían formado específicamente para un empleo. “Gracias a eso, yo tengo la seguridad de ir y comerme el mundo y decir yo sirvo para esto’”, afirmó rotunda. 

Porque quién es capaz de poner en duda el acierto de esta medida, cuando escuchas testimonios como “La vida me ha pegado duro y he tenido que empezar de cero, pero con 53 años no pienso tirar la toalla”o “El IMV es un apoyo inicial muy importante, en mi caso me permite trabajar los fines de semana en un restaurante y buscar un empleo a jornada completa mientras me sigo formando” o “no es una paguita, es un impulso para que las personas que se encuentran perdidas puedan salir adelante y luchar”.

Foto: GUSTAVO VALIENTE/EP

Así se entiende una política para la mayoría, dirigida a una gran parte de la población, porque la realidad es que, cualquier persona, cualquiera de nosotros en determinado momento de nuestras vidas, podría ser una de esas voces... Por ello, esta es una iniciativa pionera y reconocida, no solo en el ámbito social, sino también por la comunidad científica y por diversos organismos internacionales.

En palabras de la ministra Elma Saiz, conocimos las nuevas propuestas y medidas que mejorarán el acceso a la prestación (reducción de la burocracia y los tiempos, un número de atención directa, el 020 antes del verano y una total transparencia en los datos) y  su firme compromiso de redoblar los esfuerzos para llegar allá donde no se está llegando, además de la fundamental colaboración de las comunidades autónomas, que deberían poder también complementar el IMV con sus propias rentas mínimas autonómicas y juntos poder impulsar políticas de inclusión decisivas para luchar contra la pobreza extrema.

Es necesario poner en valor, la puesta en marcha en 2023 de un instrumento que ayuda a los perceptores a incorporarse al mercado laboral: el incentivo al empleo, que ha tenido un impacto positivo en 90.000 familias en España y que lo va a seguir siendo, porque esto va a permitir que las personas no tengan miedo a iniciar una actividad laboral, a formarse, sin perder la garantía de tener unos ingresos mínimos que les permitan pagar cuestiones básicas de vida. 

Por ello, es fundamental que esta cuestión se reconozca a su vez desde las comunidades autónomas, donde es clave que se asuma la posibilidad de dicha compatibilidad ya que en este momento no lo es.

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. Foto: GUSTAVO VALIENTE/EP

Y nos preguntamos, ¿cómo va a poder la Generalitat Valenciana asumir determinadas políticas, si además de reducir los ingresos previstos por la bajada de impuestos a las rentas más altas se opone a mejorar la llegada de ingresos por parte del Estado, votando una y otra vez en contra de los objetivos de estabilidad presupuestaria? 

Esta semana volverá a pasar. Está semana vuelve al orden del día del pleno del Senado de España… ¿Qué harán lo senadores populares valencianos? Imaginamos que lo mismo que los diputados populares la semana pasada, votarán en contra del bienestar de las valencianas y los valencianos. Es decir, la mala política, la crispación, el “no a todo”, aunque ese “no” sea cerrar miles de oportunidades a tantas personas.

Esta misma semana, desde el Ministerio de Inclusión se daba un paso más en ese camino hacia la transparencia. Se hacían públicas nuevas estadísticas relacionadas con el Ingreso Mínimo Vital, número de hogares, personas beneficiarias, todo ello, territorializado. Cerca de 60.000 prestaciones, que suponen un total de 39 millones de euros. Prestaciones que dan cobertura a más de 176.000 personas beneficiarias en la Comunitat Valenciana. 

Y de estas estadísticas confirmamos algo que ya imaginábamos, el perfil medio del titular de la prestación es mujer, española, de 45 años. Por ello, tan cerca del 8 de marzo, donde continuamos reivindicando la necesidad de políticas feministas que avancen en la igualdad real entre mujeres y hombres, podemos afirmar que el Ingreso Mínimo Vital, junto al incremento del SMI y la revalorización de las pensiones, es una de las iniciativas más claramente feministas, ya que, en dos de cada tres familias que reciben esta prestación, la titular es una mujer.

Foto: GUSTAVO VALIENTE/EP

El Gobierno de España trabaja en políticas que avanzan en la igualdad real entre personas. En la buena política.

Ayer, se publicaban los datos de paro del mes de febrero y nos mostraban que dos de cada tres personas paradas en la Comunitat Valenciana son mujeres. Y ante esto Mazón cancela los programas de empleo dirigidos a mujeres que puso en marcha el Consell de Puig. ¿Dónde está la Generalitat Valenciana? En la buena política, no.

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