La carta Yunus aparece con fuerza en la 'Operación Salida'

VALÈNCIA. Al igual que en el resto de los veranos anteriores, el Valencia CF debe vender para subsistir. Una máxima ya conocida por el entorno valencianista y por el de los clubes que se asoman estío tras estío a Mestalla para ver qué pueden sacar de un caladero que saben que vende a precios asequibles dada la necesidad de equilibrar unas cuentas desastrosas desde 2019.

Partiendo de la base de que todos los futbolistas tienen el cartel de transferibles, y que el número 1 en las quinielas para ser subastado al mejor postor era Giorgi Mamardashvili, el nombre de Yunus Musah se ha colado en la pole para ser el primer traspaso que le dé la oportunidad a los de Mestalla de poder acudir al mercado con algo de dinero en los bolsillos.

El AC Milan está interesado en adquirir al centrocampista norteamericano del club de Mestalla. La conversación entre agentes ya se ha producido (no olvidemos que el conjunto milanista es uno de los clubes con lo que suele operar Jorge Mendes) y el club valencianista es conocedor del interés "rossonero".

Yunus está siendo seguido por varios clubes del calcio dado que el italiano es el mercado de referencia de su agente, el transalpino Giacomo Guidolín. Pese a hablarse días atrás de Nápoles y Sassuolo, el conjunto entrenado por Stefano Pioli ha tomado claramente la delantera.

Los 20 millones de euros en los que Yunus habría sido tasado por el Valencia CF no suponen un problema para la entidad milanista dado que la sociedad presidida por Paolo Scaroni acaba de hacer caja y lo ha hecho de manera abundante. Los 80 millones de euros que el Newcastle ha abonado por Sandro Tonali dotan al equipo de Milán de músculo económico suficiente, hasta el punto que están a punto de cerrar al futbolista del Chelsea Loftus-Cheek por 15 millones. Con el británico más Yunus, la idea sería la de reconstruir el centro del campo tras la salida de Tonali.

En el club de Mestalla esperan la oferta milanista sabedores de que además la baja del norteamericano no supondría un excesivo contratiempo a nivel deportivo. La aportación de Yunus tras el mundial fue disminuyendo hasta el punto de acabar siendo un suplente habitual. Su tramo final de la temporada ha estado presidido por la sospecha de la indolencia. Una falta de implicación surgida a raíz de los incidentes con algunos aficionados en el exterior del estadio acaecidos tras el partido de copa ante el Athletic de Bilbao. 

La percepción es que el jugador desde entonces no se ha encontrado a gusto vistiendo la elástica valencianista. Incluso la semana pasada realizó unas desafortunadas declaraciones desde la concentración de su selección al diario "The Guardian". En ellas se volvía a levantar la sombra de la sospecha sobre la afición del Valencia CF y las acusaciones de racismo por el caso Vinicius. Tras una llamada al orden del club, el futbolista colgó una rectificación en redes sociales. Pese a sus buenas palabras pala la afición valencianista parece que esta ya es una relación rota, que sólo podría acabar bien con un adiós y dejando dinero en la caja del Valencia.