VALÈNCIA. El exentrenador del Valencia CF, José Bordalás, se despidió ayer oficialmente de la parroquia blanquinegra poco más de un año después de firmar su contrato en el banquillo de Mestalla. Tras acabar en la novena posición y jugar una final de la Copa del Rey, el preparador alicantino deja una herencia para Gattuso que estará condicionada por las ventas durante este mercado.
Sin duda, la figura del portero georgiano es de las mejores noticias de la etapa de Bordalás en el Valencia. Pese a que su apuesta era Jasper Cillessen, las lesiones del holandés brindaron la oportunidad a Mamardashvili en dos ocasiones y el futuro de la portería pasa por sus guantes. Con 21 años, el meta tiene un gran futuro por delante y su contrato expira en 2024 con una cláusula de rescisión de 20 millones de euros. Cillessen, Cristian Rivero y Jaume por su parte, no han conseguido revalorizarse.
Por otro lado, en la línea defensiva Bordalás es la parcela en la que quizá ha hecho más hincapié por culpa de los malos registros goleadores. Con una temporada de Gabriel Paulista marcada por las lesiones, Bordalás se centró en recuperar para la causa a Mouctar Diakhaby, que ha acabado siendo imprescindible en sus planes y ha elogiado su crecimiento durante la temporada en varias ocasiones. Alderete también ha sido fijo, pero su continuidad sigue siendo una incógnita hasta que expire su opción de compra.
En el caso de Thierry Rendall, las lesiones también le impidieron tener continuidad, aunque sus prestaciones han crecido respecto a sus últimas temporadas. La aparición de Jesús Vázquez por delante de Toni Lato ha sido otra de las noticias positivas mientras que la resurrección de Gonçalo Guedes es la mejor noticia que ha tenido el Valencia de la mano de Bordalás.
Por lo que respecta a los capitanes, Carlos Soler y Gayà han mantenido su condición de líderes con Bordalás demostrando su personalidad y compromiso con el club de su vida. Carlos Soler ha vuelto a firmar grandes números con 12 goles y cinco asistencias mientras que Gayà dio un bajón en el tramo final de la temporada por las lesiones. Con contrato hasta 2023, todo apunta a que su futuro está lejos de Mestalla.
En lo que concierne a Hugo Guillamón, Bordalás tuvo que reinventarse ante la ausencia de un '6' y el canterano ha sido uno de sus comodines en el centro de la defensa y en la medular. Un rol parecido ha ocupado Dimitri Foulquier cuya polivalencia ha sido otra de las soluciones de emergencia de Bordalás para mitigar las constantes ausencias por lesión de otros futbolistas.
En el plano negativo, Bordalás no ha encontrado la tecla para hacer funcionar a tres futbolistas jóvenes en los que el club ha depositado esperanzas. Racic, Yunus Musah o Koba Leïn no han logrado ganarse la confianza de Bordalás y tampoco han hecho méritos reseñables en los minutos que han tenido durante la temporada al igual que Eray Cömert o Toni Lato. Si continúan la próxima temporada, sacar su mejor versión será un reto complicado para Gennaro Gattuso.
En ataque, la apuesta de Bordalás por Hugo Duro es otro de los grandes aciertos de la temporada. El técnico alicantino puso encima de la mesa cerrar la cesión del madrileño con una opción de compra de cuatro millones de euros y su rendimiento ha obligado al Valencia a firmarle hasta 2026. Todo lo contrario ocurrió con Maxi Gómez y Marcos André. Ambos tenían que pelearse un puesto teóricamente en el once y su temporada ha sido para olvidar. El charrúa tiene complicado seguir en el Valencia y Marcos André tendrá que dar algún argumento para justificar los 8,5 millones de euros que se pagaron por él.
César Tárrega, Cristhian Mosquera, Rubén Iranzo, Javi Guerra, Jesús Santiago alias ‘Yellu’ y Mario Domínguez tuvieron la oportunidad de estrenarse con el primer equipo en Liga o Copa del Rey. El entrenador recurrió a futbolistas de la Academia en algún momento de la temporada por las bajas y el que más protagonismo tuvo fue el colombiano Mosquera.