La UD Las Palmas despide un 2016 marcado por la consolidación del proyecto deportivo por el que apostó tras la llegada de Quique Setién como entrenador
VALENCIA. La UD Las Palmas despide un 2016 marcado por la consolidación del proyecto deportivo por el que apostó tras la llegada de Quique Setién como entrenador, cuya filosofía de fútbol ha encajado en un equipo isleño que se ha revelado como una de las sensaciones de LaLiga Santander.
El conjunto amarillo puede presumir, junto al líder Real Madrid, de ser el único invicto como local en el presente campeonato de Primera división. Su última derrota en casa se remonta al pasado 13 de marzo, precisamente contra el grupo entrenado por Zinedine Zidane (1-2).
Por el contrario, los isleños bajan su rendimiento fuera de casa, al menos en cuanto a puntos obtenidos, y ese hándicap le ha impedido mejorar su actual décima plaza, lejos de los puestos de descenso.
Este año que cierra el conjunto grancanario también estuvo marcado por el adiós de un mito como Juan Carlos Valerón, el pasado mes de mayo, o la sorprendente llegada del germano-ghanés Kevin-Prince Boateng, "el fichaje más mediático en la historia del club", como lo reconoció la propia Unión Deportiva
De forma paralela al crecimiento deportivo, el club ha ido consolidándose en materia económica. Prueba de ello es la reciente aprobación de un presupuesto superior a 55 millones de euros, el mayor en los 67 años de historia de la entidad amarilla, con un superávit de cinco millones en el último ejercicio contable.
El mayor déficit de la Unión Deportiva no es de orden monetario, sino de infraestructuras. La falta de campos de entrenamiento en óptimas condiciones ha obligado a los futbolistas de Setién a peregrinar por diferentes enclaves de la isla.
Mientras tanto, avanzan las obras de la Ciudad Deportiva del primer equipo, que el club pretende tener finalizada el próximo verano en sus instalaciones de Barranco Seco, donde en la actualidad solo cuenta con un terreno de juego auxiliar.
Entre las imágenes más recordadas de este año que hoy finaliza figura el gol marcado por Prince Boateng en Villarreal, de volea, tras un pase de tacón de Tana y un servicio en cuchara de Jonathan Viera, un tanto espectacular que dio la vuelta al mundo, más propio de un programador de videojuegos que del fútbol actual.
Sin embargo, cuando se le preguntó a Quique Setién por cuál era su foto de 2016, se refirió a otra diana, en una jugada iniciada desde la portería y con la participación de casi todos los jugadores de campo, un gol que plasma a la perfección su forma de entender el fútbol.