VALÈNCIA. El Capitán del Valencia CF, que ya lleva años en la ‘terreta’, que ha vivido momentos álgidos y también amargos en Mestalla y que ya conoce perfectamente la idiosincrasia del Club y afición, declaró esta semana que jugar la Champions es “indispensable” para el Club y que: “La del sábado es para alcanzar un gran objetivo como el de estar en la competición que todo jugador de fútbol quiere jugar cada año". Algo más exigente de lo que había sido públicamente el propio Marcelino cuando, tras el encuentro ante el Deportivo Alavés, se mostró más reivindicativo por lo conseguido que exigente consigo mismo y con su equipo. Parejo sabe dónde está y ejerce la capitanía desde el conocimiento pleno de los anhelos del aficionado valencianista y de las necesidades de la entidad. Sin embargo Marcelino, que se desenvuelve mucho mejor en el banquillo que en la sala de prensa, opta por una mensaje más ‘pequeño’ según el cual, llegar a la Champions es un éxito heroico. Y no es que el entrenador del Valencia no conozca las necesidades económicas del Valencia, que las conoce a la perfección, sino que, al parecer, todavía no se ha empapado suficientemente del sentir valencianista o que pretende -como muchos hicieron en el pasado- intentar rebajar el nivel de exigencia del aficionado para ver más valorado su trabajo y el de la plantilla. En cualquier caso, no es en la sala de prensa donde se ganan los partidos y sí en el terreno de juego y ahí tanto el entrenador como el capitán y el resto del equipo van a dar -no lo dudo- lo mejor de sí par dar la última brazada en una travesía que se ha visto amenazada en muchos momentos de una temporada larga y convulsa.
A partir de hoy, a las seis de la tarde, ya nos podemos poner todos a pensar en lo que se avecina el sábado próximo en Sevilla donde el Valencia podría poner la guinda definitiva a una buena temporada. También a partir de esta tarde se puede hacer balance de todo lo ocurrido y escudriñar el rendimiento de todos y cada uno de los futbolistas con el objetivo de reconstruir los que haya que reconstruir de cara a próximas temporadas. Pero, tanto lo que pueda ocurrir en Sevilla como la adecuación de la plantilla pasan por Valladolid. El el caso de la Final de Copa, porque el ‘subidón’ de autoestima que significará hoy asegurar la participación en Champions puede ser el mejor estímulo para enfrentar al FC Barcelona en Sevilla y en cuanto a la mejora de la plantilla, porque nada se puede planificar sin saber qué competición europea vas a competir y , por encima de todo, no se puede planificar casi nada sin tener claro el poderío económico con el que saldrás al mercado.
Para poder afrontar el futuro con las mejores perspectivas posibles falta esa última brazada en el Pisuerga y en ella ... al Valencia, le va la vida. Estar en la máxima competición europea allana el camino de un proyecto que deber ir mucho más allá de la posibilidad puntual de ganar un título que sería importantísimo, que supondría una explosión de júbilo de las que alimenta el orgullo de pertenencia, que habrá que intentarlo con todas las fuerzas posibles e imposibles pero no supone una renta con la que seguir caminando con paso firme hacia el futuro. La Gran Final de la temporada se juega esta tarde a las cuatro y cuarto en Pucela. Nadie espera ‘Jogo bonito’, ni goleadas, ni florituras extraordinarias. Se trata, simple y llanamente de ganar sin tener que mirar por el retrovisor hacia Getafe. Ganar para no perder el tren de los grandes.