VALÈNCIA. El mercado invernal de fichajes se puso en marcha el pasado día 1 de enero y, como viene siendo habitual en los últimos tiempos, en lo tocante al Valencia CF, viene más cargado de rumores y filtraciones interesadas que de realidades palpables que contribuyan a fortalecer la plantilla en la segunda mitad del campeonato.
Atrás quedaron las noticias/bulos referentes a que incorporaciones como las de Mauro Arambarri o Djené no se habían podido afrontar en verano pero que el club trabajaba en ellas de cara a la ‘ventana’ invernal que tanto proliferaron entre los medios afines a Murthy y su secretario Corona, como quedó atrás aquel mantra tan traído y llevado con respecto a que la ampliación de capital serviría para apuntalar al equipo cuando llegase el momento. Lo cierto , a día de hoy, es que los nombres de Arambarri y Djené han desaparecido de la ‘nube’ y que, los pocos que aparecen a título de rumor, no hacen albergar grandes esperanzas.
El entrenador, que se ha esforzado desde el primer instante en ensalzar la proactividad del club a la hora de atender sus demandas, parece que empieza a inquietarse. Prueba de ello el el ‘órdago’ que lanza en las horas previas al choque ante el FC Cartagena asegurando que si el Barça puede fichar, también debe poder hacerlo el Valencia. En el entorno del FC Barcelona, como se creen el ombligo del Mundo, lo leyeron en clave de ataque al club blaugrana aunque, la realidad es que, lo que intentada hacer el técnico valencianista era desmontar , de manera preventiva, la excusa que viene utilizando Meriton para no invertir en la plantilla.
Llegó incluso más lejos el asunto cuando, desde el entorno del propio Bordalás, se filtró que la Liga no permitía fichar al Valencia CF y la ‘jugada’ le ha salido bien porque consiguió su propósito ya que, de manera inmediata, el propio Club desmintió tal extremo a través de sus ‘puntos de venta habituales’. Queda así zanjada la cuestión y desactivada la excusa. Se puede fichar, como ya advirtió la Directora Financiera del Valencia, en los porcentajes que marca la Liga en función de las salidas. Y esos porcentajes son para todos los clubes, de ahí que, de momento, el Barça no haya podido inscribir a Ferran Torres.
La gran diferencia entre una entidad y la otra radica en que el club catalán cuenta con una estructura profesionalizada que se ha puesto manos a la obra para generar -mediante salidas- los recursos necesarios para poder firmar e inscribir pese a lo delicado de la situación en Camp Barça, mientras que aquí, ni hay nadie capaz de darle la vuelta al calcetín para resolver el mercado de manera que el equipo reciba lo que necesita ni, por supuesto, hay apuesta alguna por parte del máximo accionista que no recibió a Bordalás con excusa del COVID pese a que Murthy sí viajó a Singapur y que no ha encontrado, hasta el momento, veinte minutos para mantener una reunión virtual con su entrenador que reclama lo que el vestuario necesita y, seguramente también, lo que en su día le prometieron.
Las incorporaciones eran necesarias para hoy mismo que el Valencia se presenta en el Bernabéu ante el líder de la competición y para este inicio de año en el que el calendario se complica y no sólo no han llegado sino que el equipo se ve aquejado por ausencias importantes, algunas de ellas eternizadas por un mal entendimiento entre cuerpo técnico y cuerpo médico que sería resuelto si en la entidad hubiera un puente de mando solvente y no el ejército de Pancho Villa que está al frente del Club que es el mismo que debería encontrar refuerzo en el mercado y es el mismo que el año pasado llamó a la puerta de Mendes para que, en el último suspiro del mercado, trajese sus deshechos de tienta.