VALENCIA. Las curvas del circuito urbano de Marina Bay, escenario del Gran Premio de Singapur, plantean un desafío al equipo Mercedes, cuyos pilotos se vieron superados por hasta tres rivales durante los segundos entrenamientos libres, y permiten soñar al español Fernando Alonso (McLaren), que mostró buen ritmo y fue octavo en la segunda tanda.
El escenario nocturno, caluroso y húmedo del circuito singapurés -uno de los más lentos del campeonato gracias a sus 23 giros, algunos muy exigentes para la pericia del piloto al apurar la pista sin rozar las barreras de seguridad- no es el mejor para las veloces 'flechas plateadas' de Mercedes, que si bien dominaron la primera tanda, sufrieron u ocultaron sus cartas en la segunda.
Bien es cierto que el alemán Nico Rosberg lideró el primero de los entrenamientos libres, protagonizando el tradicional doblete cabecero seguido de su compañero y líder del Mundial, el británico Lewis Hamilton. Pero en la segunda tanda, la más parecida por horario y condiciones a la clasificación y la carrera, las cosas cambiaron.
Lo hicieron porque tanto en los pocos giros en los que se ensayaron las posibles vueltas rápidas para el sábado, como en la tanda larga de rodaje del final, se pudo ver cómo los Red Bull del ruso Daniil Kvyat y del australiano Daniel Ricciardo se comportaban ligeramente mejor que los Mercedes; e incluso que los Ferrari del finlandés Kimi Raikkonen y el alemán Sebastian Vettel no andaban muy lejos.
Kvyat, que acusó muchos problemas durante la primera sesión, con fallos de su unidad de potencia -en pleno divorcio con el fabricante francés Renault y la escudería austríaca-, pero en la segunda tanda salió desde el principio dispuesto a compensar las pocas vueltas del primer ensayo (apenas rodó 8) con vueltas rápidas en el segundo. Marcó la primera a la salida y luego, con el neumático súper blando, se impuso al finlandés Raikkonen.
También había estado bien su compañero Ricciardo, tercero en ambas tandas, en la primera a tres décimas de Rosberg, y en esta segunda distanciado en poco más de una décima de su compañero Kvyat. No sólo lo hizo bien el australiano en las simulaciones de clasificación, sino que en las tandas largas fue el que mostró un ritmo más consistente, en torno al 1:51 por giro.
Los Mercedes de Hamilton y Rosberg, si bien se mostraron en la primera tan intratables como de costumbre, en la segunda tanda tuvieron más problemas para imponer su velocidad al resto.
Cuando el líder del Mundial lograba el mejor tiempo con el neumático blando, Raikkonen ya calzaba el súper blando y ponía un registro que el británico no alcanzaba a mejorar. Sí lo hacía Kvyat y Ricciardo se quedaba a las puertas, pero por delante de Hamilton. Rosberg se quedaba sexto, y en las tandas largas ninguno daba sensación de ir más rápido que el australiano de Red Bull.
La jornada también fue productiva para Ferrari, con sus dos monoplazas siempre entre los cinco primeros lugares y un especialmente motivado Raikkonen en la segunda tanda. Singapur es, además, un circuito fetiche para Vettel, el piloto con más victorias en Marina Bay: tres consecutivas entre 2011 y 2013.
Por detrás de la batalla cabecera se metió entre los diez primeros de la segunda sesión un monoplaza inesperado en esta temporada: el McLaren-Honda del bicampeón del mundo español Fernando Alonso, que fue octavo en la segunda tanda, a menos de un segundo del tiempo de Kvyat, y sumó 47 vueltas entre la primera (en la que fue undécimo) y la segunda sesión.
Alonso ya avisó que la diferencia iba a ser sensible respecto a Spa-Francorchamps y Monza, donde las largas rectas ponían a prueba al motor Honda y a su fiabilidad. En un circuito más favorable a manos expertas que a motores potentes, tendrá la oportunidad de asomarse a los puntos, habida cuenta que la fiabilidad de momento le ha respetado, al menos durante este viernes.
También fue una jornada positiva para el español Carlos Sainz (Toro Rosso), noveno en la primera sesión y decimoquinto en la segunda, pese al pinchazo que sufrió al apurar más de lo debido la curva cinco y rozar el muro lo suficiente para que reventara el neumático. El madrileño sumó 51 vueltas.
El mexicano Sergio Pérez (Force India) demostró que en velocidad punta las evoluciones de su coche siguen dando de sí, con un sexto puesto en la segunda tanda con las ruedas súper blandas; mientras que el venezolano Pastor Maldonado (Lotus) pasó del décimo lugar en la primera ronda al decimoctavo en los segundos entrenamientos.
No fue un buen día para la escudería Manor, que vio como sus dos pilotos tenían problemas. Primero el debutante estadounidense Alexander Rossi -que ocupa el lugar del español Roberto Merhi por decisión del equipo-, que golpeó su monoplaza con el muro al final de la primera ronda; y después el británico Will Stevens, que también tocó el suyo al comenzar la segunda, ambos sin más consecuencias que una breve bandera roja.
La sesión de clasificación de este sábado dejará ver si lo visto en los segundos entrenamientos obedece más a una estrategia de Mercedes guardando potencial, o supone un paso hacia adelante de Red Bull y Ferrari para poner más difícil el campeonato a Hamilton.