VALÈNCIA. El Valencia CF consiguió ayer una victoria importante en El Sadar que refleja un trabajo más allá de lo evidente que se puede observar a simple vista. Es por ello que hoy, en mi primer artículo, voy a detallar las normas, premisas y conceptos que tiene José Bordalás tanto en sus variantes tácticas ofensivas y defensivas.
1-Crear una familia unida sin egoísmo y la importancia del colectivo por encima de las individualidades. La actitud, trabajo, intensidad, esfuerzo y compromiso no se negocian, son obligatorias.
2-Intentar y conseguir hacer al futbolista mejor cada día, potenciando sus virtudes y minimizando sus defectos.
3-Sistema de juego muy definido 1-4-4-2, desempeño de roles por parte del jugador y feed-back idóneo con el entrenador.
4-Argumentos futbolísticos muy definidos: presión en despliegue o bloque alto, si no robo en la presión, hago falta y corto jugada para que el equipo se organice. Ritmo alto y constante desde el minuto 1 hasta el 90, transición defensa-ataque muy rápida y velocidad en el juego. Este último es un concepto táctico que dicta llegar a la portería contraria en el menor tiempo posible y en pocos toques. Es decir, con verticalidad en las acciones ofensivas encarando en el uno contra uno con personalidad, descaro y confianza. Todo ello para tener acierto y efectividad en la zona de finalización. Un factor determinante es la toma de decisiones en línea de tres cuartos, que debe ser buena en la mayoría de ocasiones.
No empezó bien el Valencia en los primeros minutos en El Sadar. Era muy importante ganar duelos y segundas jugadas en un partido donde el rival iba a jugar en largo buscando la referencia de Kike García. Con esta fórmula llegaron los primeros acercamientos del rival hasta conseguir el primer gol en un despeje de Paulista. Segunda jugada ganada por Osasuna que obligó a Gayá a cerrar tras un desmarque del oponente. Apareció Moncayola para cruzar el esférico haciendo inútil la estirada de Mamardashvili.
Acusó el Valencia el gol en los siguientes minutos. Osasuna llegaba a tres cuartos ganando segundas jugadas y provocando centros laterales. Despertó el Valencia con una transición rápida. Conexión Cheryshev-Guedes y disparo de rosca del portugués con gran intervención de Herrera. Al siguiente ataque llegó el empate, amplitud de Soler por la derecha y magnífico centro. Desmarque al primer palo de Maxi que conseguía la igualada. Continuó con algunas dudas defensivas el Valencia hasta el descanso, con un Paulista que estuvo algo blandito y poco contundente en algunas acciones.
La segunda parte fue totalmente valencianista, no solo igualamos los duelos y segundas jugadas. El reflejo del segundo gol fue muy parecido al primero y único gol de Osasuna. Despeje de Aridane, Guedes gana la segunda jugada dando verticalidad y tiene fortuna en el centro. Golpea en Aridane y se cuela en el segundo palo de la meta de Herrera. A partir de ahí, el Valencia emergió en el verde y el rival se difuminó por el buen hacer táctico. Se aprovecharon los espacios que dejaba Osasuna para poner tierra de por medio con el 3-1 de Guedes. Conducción vertical buscando área y magnífico disparo a la red del luso.
La presión del Valencia no desapareció con hasta seis futbolistas en campo rival. Osasuna estaba asfixiado y cambió de jugadores y sistema, pero sin llegar a inquietar la portería de Mamardashvili. El 1-4 llegó a balón parado con una asistencia de Soler a Alderete. Gran control de partido de Bordalás. Una disposición táctica notable con el equipo jugando en largo para escapar de la presión de Osasuna y con unos cambios como los de Hugo Duro y Foulquier. Segunda victoria consecutiva en mucho tiempo, líderes de LaLiga y con nueve jugadores del año pasado en el once inicial. Por este motivo, hay que destacar la figura de Bordalás y lo que está consiguiendo el Valencia en este inicio. Por último, cabe recordar que el valencianismo ha vuelto a ilusionarse con el equipo dos años después. Sin duda, el responsable ha sido José Bordalás y su cuerpo técnico.