Las últimas 24 horas no cambiaron nada

VALÈNCIA. Se cumplió el plazo, llegaron las 0´00 horas del martes 6 de octubre y el Valencia CF no realizó ninguna incorporación. Este hecho insólito en la historia del club plasma de manera irrebatible la crisis abierta en la entidad por el distanciamiento con su máximo accionista quien ha bloqueado toda opción de reforzar a un equipo noqueado por el propio Lim al desmantelar la plantilla base del equipo en las últimas tres temporadas.

Una vez más a Meriton no le ha temblado el pulso a la hora de dejar con las vergüenzas al aire a sus propios empleados o colaboradores. En la misma mañana del lunes Anil Murthy habló de que se trabajaba en dos incorporaciones (eso sin contar con que semanas atrás declaró ser optimista para traerle a Gracia algún refuerzo antes del comienzo de la liga), e incluso se ha dejado sin argumentos la comparecencia institucional del consejero José Luís Zaragosí en la que aseguró sobre los refuerzos que llegarían "absolutamente, con toda seguridad, es el objetivo del club, es el objetivo del entrenador y el de su máximo accionista. La situación económica ya hemos dicho la que es, y eso nos obligará a ajustarnos bien porque en estos momentos considero que es muy importante no equivocarnos ni en temas deportivos ni económicos porque pretendemos tener un club sostenible a largo plazo, pero con toda seguridad y con paciencia, van a llegar refuerzos".

La filtración por parte de Murthy de que no saldría nadie y de que llegarían refuerzos, fue la última alusión oficiosa al mercado de fichajes. Durante esa misma mañana se confirmaba la marcha del danés del Lyon Andersen al Fulham, lo cual volvía a descartar una opción de las apuntadas por el propio club. Al mediodía la sensación en el entorno del área deportiva del club ya era de que no iba a venir nadie, y que si acababa llegando algún jugador sería en alguna gestión personal a la conveniencia de Jorge Mendes con el beneplácito absoluto de Lim, pero sin que nadie aquí en Valencia supiera de quién se podría tratar.

A primera hora de la tarde llegaba desde Inglaterra la información de que el Watford rebajaba las pretensiones para la cesión del centrocampista Capoue y que por menos de dos millones de euros se podría completar la operación... pero tampoco.

Fue entrando la tarde y llegó la noche, algún rumor fue acercándose a la órbita del club valencianista, pero nada se concretó. Quizá porque así se tenía claro que debía de ser desde hace muchos meses por parte de quien tiene el mando. 

Al final a Javi Gracia le dejan una plantilla (según sus propias palabras) debilitada y con evidentes carencias futbolísticas, al propio entrenador le deja desgastado y a Miguel Angel Corona con la sensación de que su trabajo no ha sido escuchado, ni tenido en cuenta. Más de dos meses de mercado ha arrojado la sonrojante cifra de cero refuerzos. Como diría el propio Anil Murthy, es lo que hay.