VALÈNCIA. La primera protagonista femenina del ADN Taronja no podía ser otra que la mujer que además de formar parte de la plantilla que consiguió subir a Liga Femenina 2, levantó el trofeo que representaba el ascenso del proyecto taronja a la élite del baloncesto español en 2018. Leles Muñoz llegó a estrenarse con el primer equipo del Ros Casares en Liga Femenina (en una victoria ante el Uni Girona en la temporada 2009/10) pero la llamada para integrarse en el senior femenino del Valencia Basket le pilló tras varias temporadas en Claret.
De aquellos primeros pasos del femenino en nuestro Club en 2014, Leles recuerda que “lo que más nos queda de ese momento es que la mayoría del bloque con el que contaron para crear el equipo habíamos vivido la desaparición del Ros Casares. Fue una motivación tremenda, fue una llamada que para las que formábamos el grupo fue una especie de supervivencia, sobre todo a nivel motivacional. Se nos explicó que la intención era rescatar un poco el baloncesto femenino y llevarlo donde tenía que estar. Se nos habló de un proyecto y de un objetivo del Club, pero al principio nosotras pensábamos más en recuperar lo que nos habíamos visto obligadas a tener que dejar”.
Muñoz considera que las primeras dos campañas en primera nacional “fue todo un proceso, las dos temporadas fueron como si fuera una. La primera fue para conocernos y que creyéramos en lo que el entrenador José Canales nos estaba transmitiendo. Se generó un grupo tan sólido que nos creíamos capaces de todo y creíamos en todas y esa era nuestra fortaleza”.
Tras una temporada 2015-16 perfecta, llegó la fase de ascenso a Liga Femenina 2. Leles se emociona recordando la canasta ganadora de Begoña Pallardó: “Se me pone la piel de gallina cada vez que hablo de ella, y la he visto cien mil veces. No teníamos ninguna presión en esa fase, el entrenador nos pidió que hiciéramos lo que veníamos entrenando durante toda la temporada, en la que no habíamos perdido ni un solo partido. Nos vimos en la prórroga pero en el momento en el que estábamos empatadas sonó la canción del equipo, nos empezamos a mirar todas y fue una sensación de “es que lo tenemos”. José Canales pintó una jugada y no hicimos esa jugada. Defendieron a Virginia, el balón era para ella y recibió Begoña. Fue impresionante”.
El estreno en Liga Femenina 2 no fue sencillo, como reconoce la propia Leles: “Queríamos disfrutar de lo que habíamos conseguido, pero cuando vienes de ganarlo todo y empiezas a perderlo todo gestionar eso es súper complicado. Era remar y quedarse en la orilla, eran partidos competidos, pero eso nos generó una sensación de agobio. La llegada de Lukovic y Rakovic nos ayudó mucho, pero desestabilizó un poco el grupo porque unas eran profesionales y otras no conviviendo en el mismo vestuario. Al final José consiguió gestionar todos esos elementos y ganar los partidos que teníamos que ganar y acabar por delante de rivales que pensábamos que no podríamos alcanzar. En el partido en casa contra Claret nos dimos cuenta de lo que el Club había apostado. Toda la gente que fue a apoyarnos ese día y como se vivió la victoria. Puede que el partido en Leganés que ya nos otorga el mantenernos sea el que me quedo de esa temporada. Pero el de Claret fue importante para ver que lo que se había sembrado empezaba a germinar”.
La temporada 2017-18 supuso un nuevo paso adelante en la estructura femenina del Club taronja. La profesionalización total de las jugadoras y la llegada de fichajes de calidad que ponían el objetivo en el ascenso. Pero Leles Muñoz tiene un merecido reconocimiento al colectivo de jugadoras que dieron los primeros pasos en femenino del Valencia Basket: “A nivel de grupo fue un encuentro de emociones, pensar ha sido súper bonito y ahora la realidad es otra. Pero intentaba transmitirle a las que no siguieron que había que sentirse muy orgullosas porque se había sembrado y otras iban a recoger los frutos, pero siempre podremos decir que hemos sido nosotras las que empezamos. Tuve la suerte de vivir esa temporada. Cuando me reuní con Esteban Albert y me dijo el objetivo, no pude decir que no. Era maestra interina y tenía que elegir, pero en ningún momento dudé en elegir el baloncesto”.
Esa buena segunda temporada en Liga Femenina 2 acabó con la clasificación para una fase de ascenso que se disputaría en la Fonteta. Un torneo final que en opinión de Leles “fue un reflejo de lo que había sido la temporada. Ahí sí que había presión. Tenemos un equipo ya por encima del resto a nivel de presupuesto y de jugadoras de renombre. Y esa presión es positiva pero a veces también engañosa porque todo el mundo tiene ganas de ganarte a ti. Recuerdo esa fase de ascenso como una barbaridad, salir a la calle, que pasara un autobús y ver tu foto, era algo impresionante. No puede haber un escenario mejor para una fase de ascenso de Liga Femenina 2 a Liga Femenina”.
Tras una campaña 2017-18 en la que estuvo mucho tiempo lesionada, Leles recuerda que “el triple que metí contra Papatas Hijolusa en la fase de ascenso significó mucho por todo lo que venía arrastrando” aunque le da verdadera importancia al colectivo: “Las 6.400 personas de la final ante el Celta y el ascenso fueron la culminación de lo que se nos había puesto encima de la mesa cuatro años antes”.
Como parte del primer equipo femenino desde el principio, Leles ha vivido el crecimiento del proyecto hasta la equiparación entre las dos plantillas profesionales: “He podido vivir ese progreso y ese proceso y ha sido gradual, pero a día de hoy es evidente que existe esa igualdad. Y eso va unido a la Cultura del Esfuerzo que se nos ha inculcado. A nosotras se nos dijo que íbamos a llegar ahí en el momento en el que os lo ganéis”.
Desde una posición externa, Muñoz se muestra satisfecha de poder “seguir el ciclo del equipo que ha ido creciendo en todos los aspectos. Es un equipo consolidado en la Liga en la que tiene que estar y en la que se luchó para que estuviera. Y veo al Club con mucha ambición, que es algo muy importante. Me gusta ver como gente de fuera que llega al Club y en poco tiempo se hace consciente de lo que hay detrás. Y ese sentimiento de pertenencia me parece muy importante en un equipo que tiene ambición de conseguir objetivos. Si no crees en donde estás es muy difícil conseguirlo”.
Un proyecto del Valencia Basket que, pensando en futuro, Leles Muñoz tiene claro que “nunca sabes hasta dónde puede llegar. Cuándo vi L’Alqueria dije pero si esto es una barbaridad. El baby que empieza a entrenar ahora en L’Alqueria pensará que eso es algo normal, pero no lo es. Cuando veo la maqueta del Arena pienso, qué barbaridad. Pero a la vez, pienso en qué será lo siguiente. Nunca sabes dónde está el límite”.