Lim lanzó en 2016 la esencia del “dejen trabajar”

VALÈNCIA. Todo vuelve a empezar. Como cada verano por estas fechas (con la excepción de 2018 y 2019), ya está en marcha la maquinaria de la propaganda de Meriton. Alabanzas y loas a la figura del nuevo entrenador, palos al anterior y un baile de nombres diario de los que pocos -o en ocasiones ninguno como en el verano de 2020- acaban aterrizando en el club. El "dejen trabajar" es la consigna bandera de la propiedad del club ante las críticas por cada fracaso.

Ante los últimos acontecimientos, Lim ha decidido volver a la casilla de salida. Al verano de 2015 en el cual prescindió de la secretaría técnica y con un técnico colocado por Jorge Mendes poder manejar a su antojo el mercado de fichajes y evitar quejas públicas del míster de turno que dejen en mal lugar al patrón.

Precisamente, ese mismo esquema de trabajo fue calificado públicamente como erróneo al acabar aquella campaña en la que puso a Nuno de entrenador plenipotenciario en materia de fichajes en comunicación directa con Jorge Mendes.

Fue en mayo de 2016, la única ocasión en la que Lim habló ante la prensa valenciana. El hecho se produjo durante una maniobra propagandística para mostrar al mundo el poderío y la vertiente humanitaria del máximo mandatario del club y que consistió en llevar a un núcleo de periodistas valencianos hasta Singapur para que conocieran determinados aspectos del día a día del millonario singapurense. Una de las jornadas consistió en asistir a la entrega de una serie de becas que concedía Lim y una cena de gala en la que el dueño de Meriton sería el anfitrión.

Allí habló para los medios de comunicación. Su discurso fue toda una relación de medidas incumplidas, y el germen del "dejen trabajar" de cada verano.

Peter Lim habló de aprender de los errores tras una temporada convulsa en la cual Nuno junto con Mendes controló el capítulo de altas y bajas de la plantilla: "Estoy convencido de que debemos aprender de los errores cometidos y vamos a seguir adelante con éxito". Esa fue la primera gran idea lanzada por el máximo accionista que acto seguido lanzó el germen del "dejen trabajar" que ha llegado hasta nuestros días: "Lo ocurrido esta temporada nos hará trabajar el doble para buscar un futuro mejor. Pido a la afición que tenga un poco de paciencia y verá los resultados. La gran mayoría de los fans aman de corazón a su club y entienden que en este momento difícil, debemos dar confianza a nuestros jugadores para que se sientan apoyados". Y sobre el dejar atrás los proyectos ya quemados sentenció con un: "Ha sido un proceso acelerado de aprendizaje, lo cual es una conclusión positiva que se puede sacar de la anterior temporada, siempre que sirva para que no se vuelva a repetir". Además el máximo mandatario valencianista habló de cómo recuperar el crédito perdido y de la importancia de una estructura profesional: "El Valencia tiene el reto ahora de recuperar el terreno perdido la pasada temporada, pero basándonos en decisiones de los profesionales". 

A la sorprendente afirmación de apoyarse en los profesionales, siguió otra no menos sorprendente teniendo en cuenta su relación con Jorge Mendes: "Debemos basar nuestra filosofía en valores, en el compromiso con el club. El Valencia debe estar por encima de egoísmos e intereses individuales", y añadió:  "Para mí, la honradez, la credibilidad y la integridad son una cuestión muy seria y, como inversores internacionales, son nuestros grandes activos. Nos deja muy sorprendidos mucha gente que es capaz de lanzar falsas acusaciones sólo para promocionar sus propios intereses. No toleraremos que a nadie que intente dañar la imagen del Valencia y nuestra reputación. Sí, hemos cometido errores, pero quiero que todo el valencianismo sepa que somos gente honorable".

La importancia de la afición

Tan sorprendente como todas estas afirmaciones, son las realizadas alrededor de la importancia de la afición. Así como en el comunicado en el que se anunciaba el cese de Murthy se anunciaba que: "El Consejo considera que se requiere un cambio en el liderazgo para recuperar la credibilidad de los aficionados". Sorprenden dichas declaraciones en club que ha tildado de "falsos fans" a aquellos que han protestado contra los actuales gestores o que ha echado a las peñas (y cancelado su convenio con ellas) del bajo en el cual estaba situada la sede de la Agrupación. En 2016 ya comenzó esta caterva de loas sin hechos que las respaldasen: "Para la temporada que viene vamos a trabajar muy fuerte en la identidad del equipo y del club. La identidad es clave. Debemos basar nuestra filosofía en valores, en el compromiso con el club". Además aseguró que: Una gran base de aficionados fuerte y leal es muy importante. Y eso no significa dejar de lado al aficionado valenciano, que es muy, muy importante. Todo es compatible y además, necesario".

Para finalizar, y preguntado por los motivos por los que compró el club, este fue su motivo principal: "Si estoy en el Valencia es porque tengo el sueño de crear un gran club, internacional y de éxito, que haga a su afición estar orgullosa y así generar adhesión y atractivo en niños y jóvenes valencianos y de todo el mundo".

Después de seis años, juzguen ustedes mismos cómo han envejecido estas palabras del máximo accionista.