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fútbol internacional / OPINIÓN

Los héroes de La Cartuja: Adrian Ilie

13/04/2022 - 

VALÈNCIA. Todo equipo rocoso tiene sus destellos de magia y calidad. Generalmente gracias a jugadores imprevisibles y diferentes que rompen el ansiado rigor táctico de estos conjuntos. El Valencia de finales de los 90, tan sólido como correoso, llevó a la perfección el arte del contraataque y tuvo este tipo de futbolista en Adrian Ilie: un delantero diferente, fino y elegante, que se entendió a las mil maravillas con Claudio López para formar una delantera temible.

Apodado con acierto por Claudio Ranieri como “la Cobra”, Ilie se consagró en Valencia y en una de las grandes generaciones de la selección rumana como un atacante con una calidad, un olfato goleador y una visión de juego fuera de la común. En ninguna faceta del juego era una superestrella, pero dominaba notablemente la gestión del espacio, el último pase, la definición, el regate y la improvisación ante cualquier marcaje.

“Cuando menos te lo esperas, te pica”

Claudio Ranieri

Nacido en Craiova hace casi 48 años, Adrian Bucurel Ilie debutó como profesional en el Electroputere de su ciudad. Sus grandes cualidades pronto empezaron a dar que hablar en el fútbol rumano, y en verano del 93 recaló en el Steaua de Bucarest, el histórico club del este que aún saboreaba aquel título de Copa de Europa que levantó en 1986 en el Sánchez Pizjuán tras vencer al Barcelona de Terry Venables en la tanda de penaltis. Durante sus tres temporadas en la capital, Ilie sumó 28 goles y conquistó tres ligas y una Copa de Rumanía.

Su visión de juego, la lectura de los espacios y unos importantes números realizadores convencieron al Galatasaray turco para mover ficha. En noviembre de 1996, Ilie aterrizó en el mítico Ali Sami Yen, donde ganó el título de liga y compartió vestuario con sus compatriotas Gheorghe Popescu (actual presidente del Farul Constanta de la Liga I rumana), el que fuera central del Betis años después Iulian Filipescu y el mítico “Maradona de los Cárpatos” Gica Hagi (actual técnico del Farul Constanta), además de leyendas del fútbol otomano como Emre Belözoglu (actual técnico del Basaksehir turco) o Hakan Sükür, dos jugadores que llevaron a Turquía al tercer puesto en el Mundial de Corea y Japón en 2002.

Un año duró la experiencia de Ilie en Estambul, aunque para ese momento el rumano ya estaba en el radar de Javier Subirats. Llegó a Valencia en diciembre del 97 para ponerse a las órdenes de Claudio Ranieri. Mestalla pronto empezó a disfrutar de las picaduras de la Cobra. En un equipo aguerrido y correoso como el diseñado por el romano, Ilie puso esa chispa de calidad e imaginación para convertirse en pieza clave de un engranaje que llevaría de nuevo al Valencia a la gloria.

“Mi primer fichaje de jugador fue Adrian Ilie: muy importante”

Javier Subirats para Levante-EMV

Durante su etapa en Valencia, formó una pareja letal junto a Claudio Piojo López en la punta de ataque. Su primera temporada y media fue excepcional a nivel individual. Su frialdad sobre el terreno de juego, unida a sus destellos de calidad e inventiva en el último pase y de cara al gol, justificó su apodo con creces.

A finales de los 90, Ilie integró también una de las mejores selecciones rumanas de la historia. Participó en las Eurocopas de Inglaterra’96 y Bélgica y Países Bajos en 2000, además del Mundial de Francia’98. Su mejor resultado fueron los cuartos de final en Bélgica y Países Bajos, cuando lograron clasificarse tras quedar encuadrados en el grupo de la muerte junto a Alemania, Inglaterra y Portugal, tras una épica victoria frente a los ingleses por 2-3 en la última jornada de la fase de grupos. La Italia de Francesco Totti, Alessandro Del Piero, Paolo Maldini, Alessandro Nesta y compañía destrozó el sueño amarillo.

Emerich Jenei, el técnico que había llevado al Steaua a proclamarse campeón de Europa, encajó un conjunto valiente, atrevido y muy combinativo en el último lustro del siglo pasado. Muchos niños se enamoraron del fútbol gracias a aquella selección que vestía de amarillo y compartían una particular simpatía por los Stelea, Chivu, Filipescu, Popescu, Contra, Ganea, el perico Constantin Galca, Munteanu, el “Maradona de los Cárpatos” Gica Hagi, Moldovan, Mutu, Ilie y compañía.

Fueron los mejores años del exvalencianista como jugador. Caía a banda, encaraba, asistía y marcaba. Lo hacía absolutamente todo y su entendimiento con Piojo López le dio un enorme rédito al Valencia en ataque. Uno era sangre fría y precisión, el otro pura electricidad al espacio. Tanto fue así que, después del Mundial de Francia’98, tanto Manchester United como Real Madrid preguntaron por el talentoso delantero de Craiova.

“No me arrepiento de no haberme ido allí. Éramos un buen equipo, no podía dejarlo”

Adrian Ilie en Replay

Se quedó y los resultados llegaron. No solo fue titular en la final de Copa del 99 en La Cartuja, sino que además dio las asistencias para los primeros dos tantos, anotados por Claudio López y Gaizka Mendieta. Aquella noche, que tanta carga tiene en la historia del Valencia, el rumano estuvo excelso y tremendamente participativo moviéndose por todo el frente de ataque y cayendo a banda constantemente. Su permanente movilidad abrió los espacios para el Piojo y para las continuas llegadas al área de Javier Farinós y Gaizka Mendieta: un planteamiento que hizo muchísimo daño al Atlético de Madrid de un Radomir Antic que nos dejó hace hoy dos años y una semana.

“Fue una jugada que surgió en el momento. Vi que no me defendía nadie en el área, Ilie también lo vio y me la colocó"

Gaizka Mendieta para Valenciacf.es

En Valencia cosechó una Copa del Rey, una Supercopa de España y una Liga. Además, formó parte del equipo que alcanzó las dos finales de Champions League en 2000 y 2001. En la primera de ellas, de tan triste recuerdo para el valencianismo y celebrada en Saint-Denis, Ilie entró al terreno de juego en el 67’ sustituyendo a Gerardo García. Mejor recuerdo guarda el rumano del histórico partido en Montjuic durante la primera temporada de Rafa Benítez, cuando el Valencia completó una gran remontada que salvaba el cargo del técnico gracias un gol suyo. Aquella victoria supuso el inicio de un sueño que acabaría con la consecución del título.

La trayectoria de Adrian Ilie como valencianista fue claramente de más a menos. Algún episodio de indisciplina y las constantes lesiones en sus últimas temporadas terminaron por dejarle sin hueco en la primera plantilla.

“Nunca olvidaré a la afición. Siempre la llevaré dentro de mí"

Adrian Ilie 

Tras salir por la puerta de atrás en verano de 2002, se sucedieron Alavés, Besiktas y Zurich. Una vez retirado a causa de una grave lesión de rodilla, el que fuera uno de los mejores delanteros rumanos de la década de los 90 se dedicó a la representación de futbolistas y al negocio inmobiliario y turístico en su país invirtiendo en inmuebles, hoteles, discotecas e instalaciones deportivas. El exvalencianista revivirá aquella final del 99 el próximo 23 de abril desde su país; el escenario no solo fue testigo de las picaduras de la Cobra, sino que supuso un antes y un después en la historia del Valencia.

“Me dolió que no me dejaran despedirme de la afición"

Adrian Ilie

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