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fútbol internacional / OPINIÓN

Los héroes de La Cartuja: Claudio 'Piojo' López

20/04/2022 - 

VALÈNCIA. La frontera que separa los ídolos de las leyendas la cruzó Claudio Javier Piojo López (Río Tercero, 1974) en Valencia entre los años 1996 y 2000. El que fuera uno de los mejores delanteros de la historia del Valencia CF estará en la final del próximo sábado en La Cartuja: un escenario que significa mucho para el Piojo y para el valencianismo. Un escenario que supuso un antes y un después en la historia de un club que inauguraba con aquella Copa del Rey una época gloriosa.

“Hay un antes y un después en mi vida personal y deportiva tras vestir esta camiseta. Es mi Valencia” 

Claudio López para Plaza Deportiva

Aquel equipo, con Claudio López en la punta de ataque, cambió el destino de un club aletargado para convertirlo en un club ganador. El argentino hizo de la velocidad y la lectura de los espacios un arte en sí mismo y, de la mano de Claudio Ranieri, pasó a ser el delantero ideal para un conjunto que tenía en el contraataque su arma más letal. Sus enfrentamientos con el FC Barcelona, con 12 tantos en 15 partidos del Piojo, quedarán siempre en el recuerdo de la afición y de todos aquellos valencianistas que apenas éramos unos niños por aquel entonces.

"El Barça se me daba muy bien…Su estilo de juego abierto, con espacios, nos beneficiaba y yo me aproveché al máximo"

Claudio López para Valenciacf.com

Nacido y criado en Río Tercero, provincia de Córdoba, desde muy pequeño estuvo muy ligado al deporte. Practicó diversas disciplinas, entre ellas el baloncesto, hasta que ingresó en Independiente de Río Tercero. Pasó por las categorías inferiores de Estudiantes de la Plata para volver después a su tierra, concretamente a Atlético Universitario de Córdoba. Sin embargo, todo cambió cuando llegó la gran oportunidad de su vida de la mano de Racing Club de Avellaneda, que le puso sobre la mesa su primer contrato profesional.

Debutó con La Academia en septiembre de 1992 y durante cuatro temporadas se consagró como un delantero eléctrico y un verdadero incordio para los defensas rivales, unas cualidades que le valieron su ya conocido apodo. Su rendimiento lo llevó a debutar con la Albiceleste en verano de 1995 de la mano de Daniel Passarella y disputó a lo largo de su carrera un total de 54 encuentros con la selección, en los que consiguió anotar 10 tantos. Fue oro olímpico en Atlanta y participó en todos los encuentros de Argentina en los Mundiales de Francia’98 (marcó en cuartos de final ante Países Bajos) y Corea y Japón’2002.

A punto de cumplir 22 años, internacional absoluto y con una gran carrera por delante, Claudio estaba listo para dar el salto a Europa. Su llegada a Valencia no fue fácil: el listón estaba muy alto tras el subcampeonato conseguido en 1996 y la marcha de Predrag Mijatovic al Real Madrid durante aquel verano. Figuras como Romario y su sonado conflicto con Luis Aragonés, así como la llegada al banquillo de un Jorge Valdano que apostó por Ariel Ortega como puntal del ataque blanquinegro, dejaron al Piojo en un segundo plano durante el que fue su primer año en el fútbol europeo.

Sin embargo, todo cambió con la llegada de Claudio Ranieri. El romano configuró un equipo que explotaba al máximo las habilidades del argentino. Aquel Claudio López de la temporada anterior que corría precipitado y que desesperaba en su toma de decisiones se convirtió en un puñal a la espalda de los defensas y un arma demoledora al contraataque. Cualquier balón largo, ya fuera desde campo propio o peinado por algún compañero, era un caramelo para el de Río Tercero y una verdadera pesadilla para los rivales.

"Todavía se me pone la piel de gallina"

Claudio López para Valenciacf.com

Equipos que jugaban con líneas adelantadas y con los costados muy abiertos como el FC Barcelona o el Atlético de Madrid en la final de La Cartuja sufrieron de lo lindo las picaduras del mejor Piojo que se recuerda sobre un terreno de juego. Tanto Claudio Ranieri como Héctor Cúper supieron leer a la perfección el instinto del delantero, que sumó 71 tantos y 24 asistencias como valencianista. Una Copa del Rey, una Supercopa de España y una final de Champions League fueron el legado de una leyenda irrepetible para el valencianismo. Un hombre que, junto a un equipo plagado de grandes jugadores, marcó el camino a la gloria.

En verano del año 2000, un grande de Europa como la Lazio de Sven-Göran Eriksson abonó al Valencia 23 millones de euros por sus servicios, poniendo fin a una gloriosa etapa de Claudio López en Mestalla. En Roma nunca pudo mostrar su verdadero nivel a causa de las lesiones, la inestabilidad económica del club y la falta de continuidad. A pesar de todo, levantó una Supercopa de Italia y una Copa de Italia con el conjunto lacial durante las cuatro campañas que defendió la camiseta celeste.

“Hubo una posibilidad de volver al Valencia y no sé por qué no se dio”

Claudio López

Cumplida la treintena, en 2004 emprendió de nuevo el vuelo y recaló en el América de México, donde militó tres años y se proclamó campeón de la Primera División de México, del título de Campeón de Campeones (torneo equivalente a una Supercopa mexicana) y de la Copa de Campeones de la CONCACAF (la Liga de Campeones de Norteamérica, Centroamérica y Caribe).

Tras un breve regreso de un año a Racing, decidió enrolarse en la aventura americana firmando primero por los Kansas City Wizards y dos años después por los Colorado Rapids, donde fue campeón de la MLS y donde puso punto final a su carrera como futbolista en enero de 2011. Una breve experiencia como conductor de rallies precedió su regreso a la franquicia de Denver, esta vez como director de fútbol. Al poco tiempo fue segundo entrenador del equipo, pero regresó de nuevo a los despachos al poco tiempo. De esta manera, la trayectoria de la leyenda valencianista permanece ligada al mundo del fútbol, concretamente en labores de asesoramiento, scouting, metodología y formación de jugadores.

"Me veo más en el despacho que en el banquillo"

Claudio López para Plaza Deportiva

Esta semana, el Piojo ya calienta motores en Valencia de cara a la final del sábado. El pasado fin de semana estuvo en el palco de Mestalla en la derrota ante Osasuna, y próximamente acompañará al equipo rumbo a Sevilla en busca de la novena Copa del Rey de la historia del club. El argentino será un valencianista más en un lugar mágico para él y para el valencianismo.

El sueño puede volver a cristalizar 23 años después, de nuevo con la leyenda del Piojo en La Cartuja.

"La Cartuja tiene un lugar en mi corazón"

Claudio López para Valenciacf.com

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