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tribuna libre / OPINIÓN

Los Jardines de la Alameda, un paseo protegido

Foto: KIKE TABERNER
14/01/2019 - 

Al hilo de la propuesta vecinal de renovar los Jardines del Paseo de la Alameda, y la posibilidad de ejecutar un aparcamiento subterráneo bajo la calzada que divide la misma, aprovechamos para efectuar algunas referencias históricas y consideraciones respecto del grado de protección que actualmente goza dicho Paseo.

Los Jardines del Paseo de la Alameda fueron “acceso al antiguo palacio Real, fue llamado en tiempos el Prado de Valencia por su amplitud. Se abrió como tal en 1677. Durante la Guerra de la Independencia, la Alameda casi desapareció por completo, mandando la repoblación el mariscal Suchet. Durante el siglo XIX pronto se consolidó como lugar de paseo a caballo y encuentro de la clase alta. Fue remodelado por Javier Goerlich Lledó en 1932.

Forma un paseo ajardinado, con gran variedad de arbolado, de largo más de un kilómetro de longitud que, extendiéndose paralelo al pretil izquierdo del río, va desde el puente del Real al de Aragón. Se halla atravesado por un arroyo central para el tráfico rodado y cuenta con calle lateral también de circulación en lado norte (…)

De la primitiva Alameda se conservan dos esbeltas y suntuosas torres llamadas de los Guardas; fueron mandadas construir en 1714 por el intendente don Rodrigo Caballero y están dedicadas a San Felipe y a San Jaime; se caracterizan por su remate formado por un chapitel piramidal recubierto de teja vidriada azul.

La Fuente de las Cuatro Estaciones marca el hito del comienzo del paseo, situada en su arroyo central; se mandó colocar en 1861 por orden del alcalde la ciudad entonces don Francisco Brotons; la taza es de mármol de Vilamarxant, y la fuente propiamente dicha es de hierro fundido en Francia y tiene cuatro figuras alegóricas, que le dan su nombre.

Cerrando la parte antigua de la Alameda, y frente a los Cuarteles de San Juan de Ribera, hay otra fuente de hierro, que sirve de contrapunto a la anterior; se mandó fundir en París en 1852 según los planos presentados aquel año por la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, siendo su primer emplazamiento el Mercado Central, y con motivo de la Feria de Julio de 1878 se trasladó a su actual ubicación.

La fuente de Flora, frente a las antigua ermita de la Soledad, fue instalada en 1864, es de mármol de Carrara y la labró el escultor valenciano José Piquer en la ciudad de Roma.

Foto: KIKE TABERNER

Rodeado de un espléndido arbolado se encuentra el monumento al doctor Moliner construido en 1919, obra de José Capuz, el conjunto se diseña armónicamente como una composición en pirámide paralela al paseo, y reproduce al médico valenciano situado encima de un gran pedestal y acompañado por dos elegantes matronas símbolos del amor y la ciencia.

Existen además otros monumentos, como el del botánico Cabanilles de 1905 del escultor Rafael Rubio, y el de Luis de Santángel obra de José Terencio Farré de 1921.” *

Los Jardines del Paseo de la Alameda son en la actualidad un Bien de Relevancia Local, el cual forma parte del Conjunto Histórico de Valencia, tal y como se aprobó mediante Decreto 57/1993, de 3 de mayo, encontrándose afectados parcialmente por el PEP-1 Plan Especial del Ensanche-Pla del Remei-Russafa Nord, en donde aparece recogido dentro del Catálogo de Espacio Públicos Protegidos, y en la Revisión Simplificada del Plan General de Valencia dentro del Catálogo de Bienes y Espacio Protegidos, por cuanto que poseen unos valores patrimoniales destacados, tanto por su valor histórico, tipológico, urbanístico y botánico de naturaleza urbana que debe formar parte de nuestro patrimonio cultural, asegurando su conservación y preservación en el tiempo. Es por ello que el mismo ha sido catalogado como Jardín Histórico de Interés Local.

La protección de este jardín tiene como finalidad no sólo preservar el patrimonio botánico de la ciudad, sino también los valores estéticos de su diseño, su estructura y los bienes muebles e inmuebles que lo integran.

Los Jardines del Paseo y los elementos ornamentales allí existentes poseen un grado de protección parcial, que admite un régimen de intervención de conservación, restauración (eliminación de elementos impropios y reposición de elementos primitivos), rehabilitación y reconstrucción. Estas actuaciones son trasladables a los elementos que componen estos jardines históricos, como el mobiliario, las instalaciones, la jardinería o los elementos de obra, así la  intervención en el Paseo de la Alameda debe respetar y conservar los elementos de arbolado, conjuntos escultóricos, fuentes y mobiliario urbano especificado como protegido. Así, los proyectos de urbanización o intervención en dicho espacio deberán tener también en cuenta y respetar los siguientes criterios que se consideran generadores de su valor como espacio urbano protegido: las dimensiones y disposición de su sección general, que comprende el paseo central de 30 metros de anchura, dos bandejas o andenes laterales y una vía de servicio en su lado norte, protegiéndose especialmente toda especie arbórea cuyo perímetro de tronco medido a un metro del suelo supere los 6 centímetros, según las Normas Urbanísticas del Plan Especial de Protección del Ensanche.

En consecuencia toda actuación encaminada a reformar este histórico paseo, deberá tener en cuenta los valores patrimoniales y estructurales que conforman este espacio protegido.

Enrique Amblar es abogado de Carrau Corporación

*(Fuente: AA.VV. Conocer Valencia a través de su arquitectura. Valencia, 2001. P. 166)

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