Los peligros de los rivales de inferior categoría

VALÈNCIA. El modesto CD Utrillas de la regional preferente aragonesa será el rival en en la primera eliminatoria de Copa del Rey del Valencia CF en la presente temporada. El equipo turolense no debe suponer un obstáculo de excesiva dificultad para los de Bordalás aunque los precedentes siempre ofrecen alguna sorpresa en estas rondas, máxime desde que hace tres temporadas la RFEF cambiara el formato del torneo a partido único en campo del equipo de inferior categoría hasta las semifinales de la competición.

De hecho el mismo Valencia se llevó un susto tremendo el año pasado en Terrassa, partido que en el minuto 80 perdía por 2-0 y que empató en el descuento gracias a un gol de Yunus Musah. Pese a afrontar 38 minutos del partido y 30 más de la prórroga con un jugador menos por expulsión de Guillem Molina, los locales no aguantaron y se desinflaron al final para permitir a los de Gracia salir airosos de lo que hubiera supuesto un ridículo histórico.

La historia nos habla de diferentes episodios en los que el torneo del KO le ha costado al Valencia CF disgustos bajo esa máxima de que el equipo de superior categoría en estos casos tiene poco que ganar y mucho que perder.

La Copa a partido único en sus primeras rondas vivió algún episodio experimental a mediados de los 80. De hecho, en la temporada 86/87 y estando en segunda división, el equipo entrenado entonces por Alfredo Di Stéfano (QEPD) vio como el Villarreal (entonces en el grupo VI de 3ª división) le apeaba del torneo copero a partido único disputado en El Madrigal. El encuentro finalizó con empate a dos goles, y en la tanda de penaltis se impuso el equipo amarillo.

El siguiente batacazo de entidad se produjo en la temporada 99-2000. El primer año de Hector Cúper fue espectacular en liga (3 puesto) y en Champions (finalista en su primera participación), pero sin embargo se llevó un importante revés en la Copa del Rey. Los valencianistas, que defendían el título ganado el año anterior en La Cartuja frente al Atlético cayeron aunque a doble partido. En una noche para olvidar, el Osasuna (entonces en segunda división) le endosó un 3-0 en El Sadar a un Valencia que se quedó en la vuelta cerca de la remontada ya que el encuentro finalizó 2-0. Pese a que Farinós hizo el segundo tanto en el minuto 56, los de Cúper no fueron capaces de igualar pese a tener 34 minutos por delante para conseguir la diana que igualara la eliminatoria.

No tuvo mejor suerte el argentino en su segunda temporada en el torneo del KO. Pese a repetir los sobresalientes guarismos de liga y Champions que en su primera campaña, la Copa volvió a ser una piedra en el zapato. Esta vez fue el colista del grupo IV de 2ª B, el Guadix, quien le apeaba en partido único jugado en la localidad andaluza un empate a 4 resuelto en favor de los locales en la tanda de penaltis. El siguiente año, la cosa no mejoraría.

A partido único el Novelda eliminaba al Valencia CF de Benítez que ganaría la Liga en la temporada 2001/02. Pese a ganar 0-1, el Valencia CF cometía un error al dar entrada a Denis Serban en el minuto 90. El error llevó al equipo blanquinegro a tener más extra comunitarios de los permitidos. El equipo alicantino (entonces en 2ª B) reclamó y el Comité de Competición de la RFEF falló en favor del conjunto verdiblanco.

El último batacazo ante equipos de inferior categoría se vivió en la campaña 2004/05. El año post doblete fue apocalíptico a todos los niveles, y en la Copa el Lleida eliminó al equipo entrenado por Claudio Ranieri. El conjunto catalán, inmerso en la segunda división en aquella campaña, eliminó también a un encuentro al Valencia por 1-0. El gol marcado por Albert Crusat en el minuto 74, engrosó el capítulo de desatinos de esa campaña en la que Ranieri fue despedido antes de finalizar la campaña.

Desde aquel batacazo en tierras catalanas, el conjunto valencianista no ha vuelto a morder el polvo ante un rival de inferior categoría aunque la temporada pasada rozó la tragedia. En dos semanas, el equipo grande volverá a poner su prestigio cara a cara contra el pequeño a 90 minutos y en campo ajeno. Será el momento de evitar los sustos innecesarios.