ALICANTE. A 20 millones de euros asciende el precio que los propietarios de los terrenos que antaño ocupaba el desaparecido Anexo del estadio Martínez Valero le han pedido al Elche cuando este se ha interesado por su recompra.
Así lo explicaban a Alicante Plaza desde el club este domingo, reiterando algo que ya había adelantado el propio Christian Bragarnik en su comparecencia de prensa del pasado viernes: que consideran el citado precio fuera de mercado.
El empresario argentino desveló que se había reunido con los propietarios (los hermanos Astondoa Díaz de Otazu y los Quereda Ferre, a través de la promotora Astonquer) para sondear su predisposición a enajenarlos, teniendo en cuenta que siguen sin iniciar la construcción del centro comercial anunciado, no obstante haber obtenido hace un año la licencia de obra.
Estamos hablando de las fincas registrales 78.651 y 83.802, que suman un total de 22.000 metros cuadrados y que en 2017 pasaron del Elche a manos de las mercantiles Lonimare y Sumdur Trade, respectivamente, después de que el club ejerciera ante Solvia (a cuyas manos habían ido a parar) el derecho de tanteo que ostentaba sobre las mismas. El Elche abonó a la inmobiliaria del Banco Sabadell por ellas 1.132.000 euros y a continuación se las vendió a Lonimare y Sumdur Trade por 1.500.000 (la operación dejó al club un beneficio bruto de 368.000 euros, según informó el consejo de administración a los accionistas en la memoria adjunta a las cuentas del ejercicio 2018/19).
El objeto social del Elche no es la intermediación inmobiliaria vino a decir Bragarnik el viernes y no solo al aludir a la situación de las citadas parcelas, también al referirse a los 60.000 metros cuadrados de suelo rústico de la Fundación del Elche, situados en las proximidades del camino de Castilla y que han salido a subasta en el marco del proceso de liquidación de aquella: el club franjiverde ofertó por los mismos 91.000 euros, pero el Instituto Valenciano de Finanzas dobló la semana pasada su oferta.