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Luchando hacia la igualdad

El boxeo femenino está ganando apoyo y reconocimiento con el paso de los años. Cada vez son más las mujeres federadas que luchan por conseguir la igualdad en este deporte

26/08/2024 - 

VALÈNCIA. El boxeo femenino no deja de crecer, evidenciado que los deportes de contacto ya no son solo de dominio masculino. Cada vez más mujeres se hacen notar en los gimnasios y en las competiciones, atraídas por sus beneficios, su profesionalización y la aparición de nuevas figuras destacadas que sirven como referentes.

"El boxeo femenino está ganando mayor visibilidad y reconocimiento, pero aún no es suficiente", afirma Mamen Madueño Conde, miembro del Equipo Nacional Élite Femenino (57 kg).

Un deporte tradicionalmente considerado para hombres, ha visto cómo las mujeres han decidido ponerse los guantes y luchar por cambios culturales, desafiando los estereotipos de género y la percepción de la feminidad. Cada año, la presencia femenina en los gimnasios de boxeo en España aumenta de manera significativa, pero esto no ha sido cuestión de poco tiempo, sino que es el resultado de un largo recorrido.

En sus inicios, el boxeo se consideraba más un espectáculo de entretenimiento que un deporte. En nuestro país, como en otras capitales europeas y en Estados Unidos, existieron movimientos dedicados a mujeres boxeadoras. Sin embargo, estos esfuerzos eran frecuentemente ridiculizados y satirizados por la prensa de la época.

El boxeo femenino fue reconocido en España el 30 de mayo del 2000 por el Consejo Superior de Deportes (CSD) y, un año después, quedó regularizado en la Asamblea de la Federación Española de Boxeo (RFEB). A partir de ese momento, ya eran 20 las naciones, incluida España, que tenían regulada la disciplina. En 2009, el Comité Olímpico Internacional (COI) eliminó la prohibición del boxeo femenino y, finalmente, en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, participaron, por primera vez, mujeres boxeadoras.

El boxeo femenino es una realidad a nivel mundial y juega un papel crucial en la continua lucha para derrocar barreras en el deporte femenino. Las mujeres boxeadoras han demostrado su habilidad, fuerza, constancia, precisión y determinación, rompiendo estereotipos. Sin embargo, pese a los avances realizados, la escasez de rivales, la brecha salarial y las diferencias en las competiciones son solo algunos ejemplos de la desigualdad que todavía persiste hoy en día.

El boxeo y la feminidad: ¿Persisten los estereotipos de género en nuestra sociedad?

El boxeo se encuentra clasificado como un deporte de contacto en el que se utilizan, exclusivamente, los puños con guantes, con el objetivo de golpear al contrincante de cintura hacia arriba dentro de un cuadrilátero, siguiendo unas reglas específicas durante secuencias de combates llamados asaltos.

Tradicionalmente, la fuerza y la agresividad que se asocia a este deporte se ha vinculado al sexo masculino. Esto se debe, en gran medida, a una visión arraigada en la sociedad que configura al hombre como símbolo de fuerza y poder. En contraste, al cuerpo femenino se le ha asignado el papel de "sexo débil", caracterizado por su delicadeza, fragilidad y vulnerabilidad. En definitiva, se consideraba que una mujer no podía poner en riesgo su belleza.

Sin embargo, la lucha por la igualdad avanza y estos prejuicios están siendo, poco a poco, eliminados. El binomio mujer y boxeo no resta feminidad. A día de hoy, se trata de un deporte en el que participan mujeres de diversas apariencias, estilos y personalidades.

Mamen Madueño. Foto: VP
"Cuando cuento que practico boxeo, la gente se sorprende porque no encajo en el estereotipo de una mujer boxeadora. Soy femenina, delgada y no tengo tatuajes", dice Madueño. No obstante, reconoce que la situación está cambiando. Se están rompiendo las barreras que los estereotipos de género han impuesto durante muchas décadas y cada vez son menos las expectativas rígidas de cómo deben ser y comportarse las mujeres.

Laura Pequeño, una joven vallisoletana de 24 años asentada en Valencia y tricampeona de España, ha vivido una situación similar. Su interés por este deporte empezó a los 14 años, influenciada por su fascinación con el mundo del modelaje y con los famosos ángeles de Victoria's Secret. Fue a través de una de sus modelos favoritas, Gigi Hadid, por lo que decidió inclinarse por el kick-boxing. "Le dije a mi madre que quería probar kick-boxing porque era un deporte muy completo y servía para tonificar. Fue realmente por una causa estética", recuerda. No obstante, sus padres no estaban muy convencidos. "Mis padres tenían miedo. Era un deporte que desconocían por completo. Nadie cercano lo practicaba". Sin embargo, el mismo día que probó el boxeo, abandonó el kick-boxing y decidió dedicarse de lleno a esta disciplina. A día de hoy, muchas veces sus padres se preocupan, pero la apoyan incondicionalmente. Pequeño asegura que tiene "mucha suerte".

A lo largo de los años, sin embargo, ha enfrentado numerosos comentarios del tipo: "¿Por qué haces boxeo? Te vas a estropear la cara, con lo bonita que la tienes". Pero, ¿qué aspecto tiene la mujer boxeadora? ¿Son menos femeninas las chicas que se ajustan los guantes?

Pequeño afirma que le intentaban convencer de que no se metiera en este mundo. Que el boxeo era un deporte de hombres y ella no tenía cabida allí. Su camino no fue fácil. "Cuando yo era pequeña, había muy pocas chicas. En las veladas, era complicadísimo encontrar rivales. Si ya había pocas mujeres, de niñas había menos aún. Era muy difícil crecer".

Laura Pequeño, en Morales Box. Foto: VP 
Finalmente, en marzo de 2017, obtuvo sus primeros triunfos en el Torneo Jóvenes Valores celebrado en Béjar (Salamanca). Meses después, ganó el Campeonato de España en la categoría de 51 kg y, tres años después, consiguió superarse y se coronó campeona de España Élite en la categoría de 60 kg. Para Pequeño, el boxeo representa su mayor fuente de felicidad y realización personal. Entrena en el Club de Boxeo San Cristóbal del barrio de El Cabañal, y su pasión por este deporte se refleja en cada combate que enfrenta.

Una pasión que comparte con el grupo de niños y niñas a los que entrena en el Club Morales Box, ubicado en el centro de Valencia. "Cada vez hay más niñas en los gimnasios. Las mujeres boxeadoras estamos luchando para que este mundo crezca y, por suerte, estamos acabando con esos estigmas".

Mariana Soto es una joven de 25 años que reside en Valencia, proclamada campeona de España Élite en peso Wélter en 2023.

Se empezó a interesar por el boxeo nada más y nada menos que con 11 años. A los 15, quiso empezar a practicarlo para superar su baja autoestima y falta de confianza. Pero, debido a sus estudios, no podía desplazarse hasta la ciudad de Valencia para entrenar, ya que vivía en un municipio a más de una hora en transporte público y donde no había clubes de boxeo, por lo que no pudo comenzar en ese momento.

En 2020, su familia se mudó a la capital, lo que le dio la oportunidad de seguir su pasión. Aunque inicialmente planeaba probar tanto boxeo como crossfit, tras su primera sesión de entrenamiento de boxeo, decidió que ya no necesitaba probar el crossfit. Así empezó su camino en el gimnasio Élite Boxing de Valencia. "No iba con la intención de competir, pero en mi segunda semana, mi entrenador me dijo que en seis meses estaría peleando en un ring. Pensé que estaba loco", recuerda riendo.

Mariana Soto y Laura Galano entrenando en Élitebox. Foto: VP 
A pesar de su entusiasmo, Soto asegura que sus padres no entendían el por qué quería subirse a un ring a recibir golpes. "Mi familia me advirtió que podía tener un accidente y que me podían destrozar la cara. Que el boxeo era más apropiado para los hombres por su mayor fuerza y agresividad", asegura, para añadir que incluso la tildaron de "loca".

Por esta razón, Soto cree en la importancia de dar visibilidad al boxeo femenino para que no se potencien esos estereotipos y que, por el contrario, la situación se normalice y la incredulidad y los comentarios despectivos desaparezcan. "Desde que practico boxeo, la gente que me conoce ha notado que soy más disciplinada, determinada y mentalmente fuerte. Y eso contrarresta todos los aspectos negativos".

Las cifras, al alza

El boxeo ha sido uno de los deportes en que el número de federadas ha crecido exponencialmente. En solo tres años, se han registrado 4.042 nuevas licencias, según reflejan los datos de las Federación Española de Boxeo.

Licencias deportivas 2020-23. Fuente: Ministerio de Deporte

Aún así, todavía están lejos de las cifras de los hombres. En 2023, se han registrado 13.253 licencias deportivas para hombres, mientras que las de las mujeres son menos de la mitad.

Figuras femeninas: cruciales para la visibilización y el cambio

El boxeo femenino tiene un gran potencial para crecer y captar mayor atención mediática en la medida que consiga atraer a un público apasionado por competidoras destacadas. De este modo, la presencia de referentes y figuras carismáticas es crucial para aumentar la visibilidad y popularidad de cualquier deporte.

Tania Álvarez, primera española en pelear en el Madison Square Garden. Conocida en el mundo del boxeo como 'La Violenta Álvarez', es una joven catalana de tan solo 22 años, que compite en la categoría Supergallo (53-55 kg).  

Desde muy pequeña, Álvarez siempre mostró un gran interés por el deporte. "Probé muchísimos distintos, pero nunca me acababa de enganchar a ninguno", comenta. Todo cambió en 2016, cuando a los 14 años decidió probar en un gimnasio de boxeo cercano a su casa. Al principio, no tenía grandes expectativas ni pensaba en competir, pero pronto descubrió su pasión. "Fue la primera vez que al terminar de entrenar, supe que era lo mío, quería seguir y dedicarme a ello".

Tania Álvarez, durante un combate. Foto: VP 
A lo largo de su trayectoria, especialmente en sus inicios, Álvarez ha tenido que enfrentar comentarios despectivos: "Me decían que con lo guapa que era, podría estar dedicándome a otra cosa". Sin embargo, ella ignoraba estas opiniones, enfocándose en lo que el boxeo le ofrecía: "Me sentía fuerte, me subía la autoestima y la poca confianza que tenía". Incluso recibió críticas de su expareja, quien en torno de burla le dijo que nunca sería más fuerte que él, aún practicando boxeo. "No me sentó nada bien", comenta, sincerándose.  

En 2019, decidió empezar a competir y convertir el boxeo en una carrera profesional en vez de una afición. De sus ocho peleas amateurs, se llevó una victoria en siete e hizo un nulo, comúnmente denominado al empate, donde ninguna de las boxeadoras fue declarada ganadora debido a que los jueces consideraron que hubo un desempeño igualado.

El boxeo es un deporte que exige sacrificio y Álvarez es un ejemplo de ello. "Yo entreno de lunes a domingo. De lunes a viernes hago dos entrenamientos: uno por la mañana que consiste en pesas de fuerza, circuito de pesas de explosividad, cardio, coordinación y reflejos, y otro por la tarde, específico de boxeo, que dura de dos a tres horas".

Álvarez debutó como profesional el 24 de octubre de 2021 y fue sumando logros, ganando experiencia y creciendo como deportista. En febrero de 2023, hizo historia al convertirse en la primera española en pelear en el Madison Square Garden, popularmente conocido como ‘The Garden’, un famoso recinto multiusos de la ciudad de Nueva York (Estados Unidos). Con una capacidad para 20.000 personas, se considera uno de los sitios más reconocidos y prestigiosos a nivel mundial donde se celebran combates de boxeo.

El 18 de noviembre de ese mismo año ganó su primer Campeonato de España en la categoría supergallo, al vencer a Natalia Francesca Núñez. En diciembre, fue invitada al exitoso programa de televisión ‘La Resistencia’, conducido por David Broncano, consolidando su figura como campeona de España.

En abril de 2024, la boxeadora seguía sumando reconocimientos. Se proclamaba campeona de Europa de la Unión Europea de Boxeo (EBU) en peso supergallo, tras superar en un combate muy reñido a la italiana María Cecchi, ocho años mayor que ella, en el que se desarrollaron, de forma pactada, diez asaltos de dos minutos cada uno.

"Mi sueño ahora es ser campeona del mundo de boxeo, poder ganarme la vida con esto y ser un referente para todas aquellas niñas que también quieran y no se atrevan o no les dejen serlo", explica. Álvarez comparte que muchas chicas le contactan a través de las redes sociales para expresarle su agradecimiento por ser un modelo a seguir en el boxeo femenino. Gracias a su ejemplo, algunos padres permiten a sus hijas empezar a practicar el deporte. Incluso otros también le felicitan por ayudar a superar las percepciones de la sociedad sobre lo que una mujer es capaz de hacer en el ring.

La furia de Katharina Thanderz. Es una destacada boxeadora profesional noruega de 35 años que reside en Altea (Alicante). Es una figura relevante en el boxeo femenino español, puesto que ostenta el título de campeona mundial interina de peso superpluma del Consejo Mundial de Boxeo (WBC), además de ser campeona Europa en el mismo peso.

Thanderz se  inició en el mundo de los deportes de contacto hace 17 años con la modalidad de kick-boxing. Prefiere los deportes individuales sobre los de equipo, ya que le gusta saber que la presión, la responsabilidad y, por ende, los resultados, dependen de sí misma. "La adrenalina y la exigencia física del boxeo me llamaban mucho la atención", explica.

Katharina Thanderz con el entrenador Jesús Labrador 'Xule'. Foto: cedida por J. Labrador 
Este deporte encaja perfectamente con su espíritu competitivo, que siempre la ha impulsado a enfrentarse con las mejores. Su verdadero premio: la dedicación y el esfuerzo. "Que te den una medalla, una copa o un cinturón, para mí siempre ha sido algo más superficial. Lo que realmente importa es el sacrificio y el trabajo que supone cualquier reconocimiento que te puedan dar".

Actualmente, su rutina diaria, igual que Álvarez, incluye dos sesiones de entrenamientos diarios. Uno dedicado a la parte física, y otro dedicado al trabajo técnico/táctico de boxeo. "Es un esfuerzo, un sacrificio, pero si uno quiere, todo es posible".

Las referentes en el boxeo femenino como Tania o Katharina están allanando el camino para las nuevas generaciones que siguen sus pasos. “Mi principal sueño como deportista es continuar creciendo y mejorando, para seguir enfrentándome a las mejores de mi categoría. También aspiro a poder ser una inspiración y referente para las que vienen detrás", destaca Thanderz.

La cantidad de mujeres continúa sin ser suficiente. Escasez de rivales

La campeona de España Élite de peso wélter (66 kg), Mariana Soto, se siente en su mejor forma compitiendo en esta categoría. "Es en el peso en el que mejor me siento y más a gusto estoy conmigo misma", afirma con convicción. Sin embargo, la realidad del boxeo femenino le ha presentado numerosos desafíos, entre los que se incluye la falta de rivales en su categoría de peso.

Ante la escasez de oponentes en su peso habitual,  Soto se vio obligada a luchar en las competiciones autonómicas de 2023 en la categoría de 63 kg para encontrar rivales. Esta decisión no le resultó favorable y perdió la final. "No estaba a gusto con el peso. No tenía buen rendimiento porque perdí mucha masa muscular. Me llegué a obsesionar tanto que entrenaba de lunes a domingo, de tres a cinco horas, con muy poco descanso. Me pasó factura el estrés, la presión y el bajo rendimiento", cuenta.

Tras la derrota, Soto llegó a cuestionar su lugar en el boxeo y consideró oportuno abandonar la competición. Pero fue su entrenador quien no la dejó y le convenció para seguir adelante.

La falta de rivales se presenta como una de las principales dificultades y adversidades. Porque, aunque cada vez más mujeres apuestan por este deporte, no todas están dispuestas a afrontar las exigencias y las presiones que supone la competición. "Peleaba una vez cada cuatro meses como mucho, mientras que los hombres lo pueden hacer tres o cuatro veces al mes", explica.

Pero no está sola en la lucha. Laura Galano, subcampeona de España Élite de peso ligero, ha sufrido las mismas consecuencias. "Yo me metí en el boxeo porque no estaba pasando por un buen momento y mis amigos me animaron a probar y poco después empecé a competir". La boxeadora confirma que no hay excesiva participación en competición. Cuanto mayor es el peso, menos rivales hay. Tal y cómo le pasó a Soto, tuvo que bajar de peso para encontrar rival. Además, señala que frecuentemente es necesario salir de tu comunidad autónoma, e incluso del país, para encontrar mujeres con las que no se hayan enfrentado anteriormente.

La brecha salarial

La desigualdad salarial entre hombres y mujeres en el ámbito deportivo es un tema de recurrente consternación y protesta. A pesar del aumento de apoyo que reciben las boxeadoras, los salarios continúan estancados en niveles considerablemente más bajos en comparación con los de sus contrapartes masculinas. La compensación económica se ve afectada por la menor duración de sus combates, la baja visibilización en los medios de comunicación y la escasez de oportunidades que no les permiten vivir exclusivamente del boxeo. Esto los obliga a buscar otras fuentes de ingresos para subsistir.

Miriam Ávila, entrenando. Foto: VP 
Miriam Ávila Cubas tiene 23 años y se proclamó en abril campeona de Canarias en categoría Élite 63-66 kg. Entrena en la Escuela de Boxeo Gran Canaria y su entrenador es Francisco Jiménez, también conocido como "Frisco".
Durante su infancia, Ávila practicó natación y diversos deportes artísticos como ballet o baile contemporáneo. Fue en el instituto, en 4º de la ESO, cuando le expresó a una amiga suya su deseo de empezar un deporte de contacto. Juntas decidieron iniciarse en Muay Thai. Finalmente, se decantó por el boxeo en noviembre de 2018, con 18 años.

Actualmente, se encuentra inmersa en múltiples facetas de su vida: trabaja, entrena y se prepara para las oposiciones de maestra de educación infantil. Si bien es cierto que, a largo plazo, le gustaría dedicarse plenamente al boxeo, reconoce que no puede contar con eso únicamente para asegurarse un futuro estable. "Siempre es buena idea tener un ‘Plan B'", afirma. El entrenamiento se ha convertido en el momento favorito del día para Ávila. "Me sirve para desconectar".

Diferencias en el ring y cobertura mediática

En el boxeo, las disparidades entre hombres y mujeres son evidentes. En competiciones profesionales, los combates femeninos, a pesar de la gran resistencia de las mujeres, se limitan generalmente a 4,6, 8 o 10 asaltos de 2 minutos cada uno. Por otro lado, los combates masculinos suelen extenderse a 10 o 12 asaltos de 3 minutos cada uno.

A raíz de esto, surge el debate sobre la igualdad en la duración de los combates. Muchas mujeres sienten que no lograrán la misma afición y audiencia si no se igualan las condiciones. Sin embargo, otros consideran que no es necesario tener la misma duración ni cantidad de asaltos para alcanzar la igualdad, argumentando que un combate de menos tiempo puede aportar mayor intensidad y emoción al mismo.

¿Hay suficientes iniciativas de apoyo?

La RFEB no sólo está comprometida con el fortalecimiento de los equipos nacionales femeninos en todas las categorías y pesos, sino que también colabora en la promoción de iniciativas para promover la igualdad en el deporte.

El Consejo Superior de Deportes (CSD) ofrece una convocatoria de ayudas para el Programa Mujer y Deporte a las Federaciones Deportivas Españolas para fortalecer el deporte inclusivo. Este programa está diseñado, principalmente, para aumentar la participación, formación,  acceso y la representación de la mujer en el boxeo.

Además, el Plan Nacional de Tecnificación Deportiva (PNTD) se centra en potenciar la formación de jóvenes boxeadores para que puedan formar parte, en un futuro, del equipo nacional. Este plan incluye una serie de actividades de tecnificación a lo largo del año que benefician a más de 1.500 deportistas.

Desde 2018, se celebra la Copa Iberdrola, en el ámbito Élite femenino en las que participan las dos mejores boxeadoras de España de cada peso. En esta competición, la titular del equipo nacional en cada categoría se enfrenta en una sola ronda a la aspirante con más reconocimiento en el ranking nacional.

El Secretario General de RFEBox, José María Prieto Martínez, asegura que la percepción pública ha evolucionado notablemente. "Hemos pasado de ser un deporte muy ‘masculinizado’ a ser integrador en todos los niveles", afirma.

Prieto destaca un aumento "exponencial" de participación femenina en todas las áreas: educación, gimnasios, competición y alto rendimiento. Esto ha facilitado una base más amplia en categorías y peso, lo que ha incrementado tanto la calidad como la cantidad de las competiciones femeninas. "Este aumento supone que el seleccionador tenga más boxeadoras a la hora de confeccionar los diferentes equipos nacionales que nos representan por el mundo", confirma.

Trabajo de seguridad y autoconfianza

El boxeo va más allá de dar puñetazos, de ser violentos y agresivos. Su práctica trae consigo muchísimos beneficios. Ofrece una combinación de ejercicios cardiovasculares, de resistencia y fuerza, que permite tonificar las zonas más complicadas del cuerpo: abdomen, piernas y brazos, además de quemar calorías de manera efectiva. Requiere movimientos rápidos, precisos y habilidades defensivas, lo que lo convierte en un excelente método para mejorar la coordinación. Pero sus beneficios no se limitan a lo físico. El boxeo fortalece la mente al fomentar la disciplina, la defensa, la seguridad, la determinación y la autoconfianza.

No hay que olvidar que es un deporte muy exigente y sacrificado y que, por tanto, cuidar la salud mental es lo más importante de todo. Si la cabeza no funciona, nuestro cuerpo no responde. Para ganar un desafío competitivo, hay que estar preparado y ser mentalmente fuerte para conseguir el máximo rendimiento personal. Por esta razón, la boxeadora Laura Pequeño enfatiza la importancia de recurrir a un coach emocional o psicólogo para optimizar el potencial mental durante las preparaciones deportivas.

Laura Fuertes, en los Juegos Olímpicos de París

Las competiciones de boxeo se incluyeron por primera vez en los Juegos Olímpicos de San Luís (Estados Unidos) 1904 y, desde entonces, han formado parte de todas las olimpiadas, excepto en Estocolmo (Suecia) 1912, ya que la ley sueca de entonces prohibía el deporte.

Laura Fuertes, en los JJOO de París. Foto: AFP7 / Europa Press  
Sin embargo, no fue hasta 108 años después, en Londres (Reino Unido) en 2012, cuando el boxeo femenino se introdujo por primera vez en el programa olímpico, representando un gran avance en la lucha por la igualdad.

A su vez, el boxeo español sigue dando grandes pasos. A sus 25 años, la boxeadora asturiana Laura Fuertes, que había logrado la medalla de bronce en el mundial de 2022, se convirtió en la primera mujer española en clasificarse para unos Juegos Olímpicos. Su eliminación en dieciseisavos de final, no empaña la realidad de otro muro derribado en el impulso del boxeo femenino en España.

La lucha más importante

Pese al largo camino que queda por recorrer, las sombras que acompañaban al boxeo femenino están comenzando a desaparecer. Laura Pequeño, Mariana Soto, Mamen Madueño, Tania Álvarez, Katharina Thanderz, Laura Galano, Miriam Ávila, Laura Fuertes… Cada vez más mujeres se suben al ring para luchar en la batalla más importante, la de la igualdad. 

Sin embargo, todas coinciden en que queda mucho por hacer. Las desigualdades como la discriminación salarial, la falta de rivales, la duración de los combates, el bajo apoyo de la audiencia y la falta de visibilidad en los medios de comunicación, lo evidencian. Es crucial trabajar para que las próximas generaciones vean a las mujeres no solo como fuertes, sino como igualmente capaces.

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