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Malos tiempos para el escudo

9/05/2021 - 

VALÈNCIA. Me horroriza pensar en la idea de que se quieran cargar el escudo. Es de lo poco que nos queda. La revolucionaria propuesta comercial de Puma con la camiseta del Valencia no ha podido llegar en peor momento. Este es un año de destrucción en Mestalla. Lo único que une a la afición es el escudo. Es lo que nos representa. Lo que nos une. Nuestro único amparo, defensa, salvaguardia o protección ante la opresión del cacique Peter Lim. Ciscarse en el emblema del Valencia era la última que cabía esperar. Más que borrar el escudo, es tiempo de reivindicarlo de la misma manera que hicimos con nuestra bandera fundacional. Señores de Puma, ustedes están desconectados de nuestra realidad. ¿No hay nadie en su empresa con algo de vista más allá de lo puramente comercial? Es que no hay por dónde cogerlo…

Cuando leí la noticia de que se cargaban el escudo de la camiseta, me vino enseguida a la cabeza una charla años atrás con un reconocido valencianista. Tras la venta del club a Peter Lim me comentó: “Hemos vendido nuestra alma. Éstos no van a dejar ni el escudo”. Aunque reconozco que no me gustaba la idea de la venta a un tipo de Singapur, la verdad es que nunca creí que la cosa iba a ser para tanto. Tenía poca fe en el futuro de Mestalla. Me acordé del Zaragoza o del Deportivo y me entraron sudores fríos. Pero jamás me imaginaba una situación tan acusada como la actual. Son malos tiempos para el escudo. Y más si éste no luce en la camiseta del Valencia. Ahora es momento de honrarlo. De ponerlo en valor. Pero quitarlo…

Lo de la publicidad en la camiseta nunca me acabó del todo. Pero venga, vale, lo acepto. Más que nada porque guardo el recuerdo de históricas elásticas de equipos europeos luciendo una firma comercial. Me acuerdo de la camiseta del París Saint-Germain con RTL, la de aquel Bayern de Munich que lucía Magirus Deutz en el pecho, o la mítica que llevaba el Nápoles de Diego Maradona con las letras de Cirio. En el Valencia tuvimos de todo. Desde los pufos de Metrored hasta los de Valencia Experience. Vaya timos. En Mestalla empezamos por aquella de la extinta Bancaja, icónica, y han sido más de doce los logos que los futbolistas han lucido en el pecho a lo largo de los años. Ahora bien, como aquella de CIP que llevaba Mazinho, nada.

Lo de la publicidad, bien. Pero lo del escudo es terrible. Aunque me digan que será la tercera equipación. Tampoco me vale. Es posible que haya gente a la que le guste el nuevo diseño para la camiseta del Valencia. A mí me parece un pijama. Pero respeto que haya aficionados a la que les pueda gustar. El valencianismo es plural. En Mestalla hay de todo. Esa es una de sus grandezas. Y por ese motivo puedo comprender que este avance de modernidad, o de marketing, puede llevar a más de uno a la tienda para comprar el nuevo jersey. Siempre aplaudiré la diversidad. Sobre todo porque es una de nuestras señas de identidad. Desde los tiempos de Montes o Cubells. Lo único que ha conseguido unirnos después de más de cien años es nuestro deseo de que Peter Lim se marche del Valencia. Peter, lo tuyo tiene mucho mérito….

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