Malsa y la opción de victoria

VALÈNCIA. Muchos son pesimistas ante el partido en el Madrigal. Yo, todo lo contrario. El escenario se nos da bien y el equipo de Emery no me parece tan fiero. El palmarés del vasco suma títulos, sobre todo en su paso por el Sevilla, un paso muy digno por Mestalla, pero también sonados fracasos (Spartak de Moscú, PSG, Arsenal). Veremos cómo acaba en Vila-real, donde el equipo ha cuajado mejores resultados que fútbol.

Las credenciales que el Llevant presenta en su llegada a Vila-real imponen más respeto, creo: una sola derrota en los últimos diez partidos (en el Camp Nou, por los pelos) y diez puntos sumados de los últimos quince. También la imagen de una escuadra creativa, con recursos y con gol, pese a su fragilidad defensiva. Eso es algo que Paco López tratará de restañar, pese a las notorias ausencias de Vezo y Vukcevic.

La imagen defensiva ante el Betis va más allá de la mala actuación de Pier, Clerc y Miramón. Malsa firmó un partido muy flojo en ayudas y salida de balón y la alegría ofensiva que aportaron Morales y De Frutos se pagó, pese al esfuerzo de ambos, en las bandas. Postigo, convocado, llega muy justo, tras su lesión y Coke, por tanto, apunta a central, una demarcación donde es más fiable, en este momento de su carrera, que de central. Falta por ver si López insiste en Miramón, muy irregular desde que llegó en su faceta defensiva, o apuesta por Son.

La clave, en todo caso, estará en el rendimiento de Radoja y Malsa. El parisino necesita una cierta terapia: ha asumido excesivos galones y hay que limitarle las salidas de balón jugado en zonas de alto riesgo. Debería crecer sin prisa, consolidando sus virtudes tácticas y de stopper. Radoja debe seguir creciendo en confianza para volver a ser el todocampista que deslumbró en su llegada a Orriols.

La paradoja (y el reto) es que el Llevant crea más fútbol (y obtiene mejores resultados) desde que alinea más futbolistas de contención. El equipo, en realidad, juega partido: 6+4, con el portero y seis futbolistas atrás (dos de ellos carrileros ofensivos) y cuatro delanteros. Con este sistema son decisivas las transiciones. Volvemos, por tanto, a Radoja y Malsa y a la importancia que tendrá su acierto e inspiración para tener opciones de victoria.

Mercado de invierno.

• No hay que dar mayor importancia a las noticias que han desvelado el interés del Valencia en Radoja. No va a suceder. Ni Quico ni Paco van a debilitar el equipo de esa manera. Sería un sinsentido. El serbio es esencial. Jugar con dos stopper ha devuelto al Llevant a la senda de la victoria. En esa posición hay dos plazas para tres futbolistas (Radoja, Malsa, Vukcevic) y, vista la fragilidad del montenegrino con las lesiones, todos son imprescindibles, ya que Melero no encaja en ese perfil, aunque López y él mismo lo hayan intentado.

• A expensas del retorno de Bardhi y todo su talento para porfiar por una de las cuatro plazas de ataque, es una incógnita qué sucederá con la reincorporación de Campaña, cuya salida del once ha reequilibrado al equipo. La marcha del sevillano, en la actual coyuntura, se antoja perfecta: cubriría parte del ajuste económico que necesita liberar el club y serviría para traer un central (o dos), que es la gran urgencia del equipo, lo que le puede aportar un salto exponencial.