VALÈNCIA. Nikola Maras está para jugar. El central de Belgrado que firmó Felipe Miñambres como parche a la necesaria salida de Rubén Vezo sigue esperando su turno desde el banquillo y la vuelta de la competición al Ciutat podría brindarle sus primeros minutos. No es la primera espada del director deportivo y entrenador del Levante, desde luego. El buen rendimiento y paso adelante de Dela desde ya antes de la marcha de Vezo, y la situación actual del equipo -en la peor situación desde hace más de diez años- incvitan poco al optimismo en el entorno del serbio. Junto a Dela, lo lógico es que juegue Postigo, como en Oviedo, o incluso Álex Muñoz, si es que Álex Valle llega a la cita de este domingo ante el Sporting en plenas condiciones.
El caso es que Maras está listo para su debut como granota tras cuatro suplencias consecutivas. Continúa sin jugar un solo minuto liguero esta campaña, solo ha disputado minutos en Copa del Rey, aunque se entrena al ritmo de sus compañeros y permanece como opción para Miñambres si el astorgano necesita hombres para su zaga, sobre todo atendiendo a las dudas por forzar o no a Valle. Sea como sea, Maras llegó para 'parchear' como alternativa low cost el traspaso de Vezo a Olympiakos, donde el luso tampoco es todavía pieza relevante en el esquema de Mendilíbar.
Maras tiene contrato en el Levante hasta este próximo mes de junio. Está cedido y el club guarda una cláusula de compra que se activiaría solo en caso de ascenso, caso hoy por hoy complicado en Orriols. Miñambres afirmó tras el cierre de mercado que el tiempo les diría si el futbolista prestado por el Alavés aporta más que Vezo en el equipo o, simplemente, "cosas diferentes", pues "a veces no siempre un mejor jugador va relacionado con rendimiento u otras series de cosas". De momento, poco ha podido demostrar un zaguero que permanece en sala de espera.