VALÈNCIA. Maratón Valencia Trinidad Alfonso Zurich, que se celebra este domingo 1 de diciembre, medirá, por primera vez en sus 44 ediciones, la huella de carbono que genera en el año de la Capitalidad Verde y dentro de su objetivo de luchar contra la emergencia climática.
La concejala de Deportes, Rocío Gil, ha destacado la importancia de esta acción “porque la Capitalidad es cuestión de todos y el Maratón no solo es un referente deportivo a nivel internacional, sino también un ejemplo de cómo los grandes eventos pueden liderar la sostenibilidad.”
En este sentido, Gil ha añadido que “medir la huella de carbono es un paso esencial para avanzar hacia una organización más responsable y comprometida con nuestra ciudad y nuestro medio ambiente. Estas acciones muestran la implicación de toda la sociedad valenciana en la Capitalidad y animamos a otras entidades a realizar acciones similares que mejoren la sostenibilidad en el deporte”.
Con la información de los corredores y de los movimientos de la organización, GO2 de Global Omnium ha realizado una estimación previa de la huella de carbono de la prueba, pero una vez pasado el evento se calcularán las cifras reales y se trabajará para ir reduciéndola en las siguientes ediciones.
Desde Maratón Valencia llevan años poniendo en marcha actuaciones en sostenibilidad como el uso de energías renovables en su organización, el fomento del transporte sostenible para corredores y asistentes, y la gestión responsable de residuos, incluyendo la reducción significativa de plásticos de un solo uso. Estos acontecimientos deportivos reafirman el papel activo en la promoción de modelos urbanos resilientes y comprometidos con el bienestar social y ecológico de València, Capital Verde Europea 2024.
La medición de la huella de carbono ya la realizó el consistorio durante la celebración de Valencia Cities Climate Week. La medición fue realizada por Global Omnium y se determinó que las 326 toneladas de CO₂ generadas se compensaban con una aportación económica de la Fundación Aguas de València de 9.873 euros al Tribunal de las Aguas por la absorción de CO₂ y este importe se distribuyó entre cinco de las acequias de la huerta valenciana.