El fichaje de Alemany resultó francamente encantador para todos los que sienten cierta pasión por la forma de conducir este Valencia y, realmente, sí es un gran fichaje pero yo estimo que ha cometido un primer error gravísimo al permitir a Marcelino campar a sus anchas por un terreno que siempre es del club y no del entrenador
VALÈNCIA. El entrenador del Valencia cada día que pasa parece estar más aislado y más inconsecuente en sus propuestas y en sus declaraciones. Hoy día es un día especial para el Valencia. Existe una Junta General de accionistas en mitad puente -es decir, una junta convocada para atraer a pocos accionistas, lo que implica que existe cierto miedo por parte de la entidad deportiva por la mala gestión que se está demostrando hasta ahora- y eso implica que existen varias cosas que se están haciendo mal y una de ellas principal -que no es tema de Junta, pero que sí es un tema latente- es el negativo trabajo de Marcelino al frente de la parcela deportiva.
Los resultados indican que este equipo, a estas alturas del campeonato, se ha construido mal y eso implica -que lo sepa Murthy- un par de fallos gravísimos por parte de su Sociedad Anónima Deportiva que vamos a tratar de analizar a partir de este momento.
CERO EN FICHAJES
El primer argumento es fácil y dice muy poco de la forma de crecer que tiene Marcelino en su cabeza. El asunto es de fácil comprensión y de complicada asimilación. Marcelino quiere o ha intentado hacer un equipo ganador fichando un montón de jugadores de escasa calidad y casi nulo rendimiento, lo que argumenta pocas opciones para decir que el míster es un tipo que sí entiende cómo funciona esto.
En el fondo Marcelino tiene una idea clara: curte a sus jugadores mimados y machaca a algunos con personalidad y carácter dentro del grupo. A los primeros -Guedes, Parejo...- los cuida un disparate y les otorga una confianza que comienza a ser sospechosa por excesiva y a los segundos -casos de Zaza o ahora el de Murillo- resulta sorprendente la nula confianza del entrenador y cómo ha buscado el propio entrenador cargárselos como si fuera el jefe absoluto del cotarro.
Así las cosas el ambiente en Paterna comienza a ser tenso, tenso es también la dura reacción del personal ante tanto despropósito como está viviendo y tensísimas son las últimas declaraciones de Murthy poniendo un poco en juicio el trabajo de Marcelino y más concretamente los resultados de dicho trabajo.
Y miren, existe un dato que es obvio. El equipo está mal, francamente mal, y eso afecta muy negativamente a la gestión del presidente de la mercantil y más en concreto al máximo accionista -y dueño- de esta mercantil. El mal trabajo de Marcelino pone en tela de juicio una gestión de la mercantil que no tiene razón de ser y que afecta de forma muy negativa al funcionamiento del Valencia tanto deportiva como económicamente. Les cuento.
¿DE DÓNDE PARTE TODO?
Miren, que Marcelino haya actuado como un déspota con el visto bueno de su Consejo de Administración y con unos resultados francamente lamentables tiene dos culpables que igual no son señalados en la Junta -no toca- pero que indudablemente a la minoría de los accionistas de la mercantil sí les afecta de una forma muy directa y con matices miserables. Insisto, que Marcelino haya fichado mal es una obviedad que es inútil intentar ocultar.
Ahora bien, el problema, posiblemente más grave, es intentar adivinar la razón por la que un club de fútbol pone su futuro en manos de un entrenador que ha fracasado en su función y que, analizando a fondo la situación, lo preocupante es señalar con el dedo a la persona que dejó todo ese poder que no le corresponde a Marcelino. Él, Marcelino, sí puede tener cierta opinión en los fichajes, pero él no ficha, sí ficha el club que está muy por encima de cualquier entrenador al uso.
EL TRABAJO DE ALEMANY
El fichaje de Alemany resultó francamente encantador para todos los que sienten cierta pasión por la forma de conducir este Valencia y realmente sí es un gran fichaje pero yo estimo que ha cometido un primer error gravísimo al permitir a Marcelino campar a sus anchas por un terreno que siempre es del club y no del entrenador que, evidentemente, nos ha traído, de momento, unos resultados francamente desastrosos para la economía de la mercantil -está sí que debe ser tratada en la Junta- y para la ilusión deportiva de la mercantil.
Se ha trabajado mal y con un despropósito descarado. Y yo en este caso miro directamente a los ojos de Alemany por permitirlo y de Marcelino por hacerlo francamente mal y con criterios escasamente deportivos. Y bien, hoy es la Junta y yo en la Junta preguntaría cómo es posible que se le haya dado tanto poder y tanto dinero a alguien que ha gastado de forma indigna las dos cosas. Su poder está en tela de juicio y su gasto ha sido enorme y al ejecutado. Ojalá aprendamos algo después de la Junta.