GRUPO PLAZA

opinión pd / OPINIÓN

Más que miedo

17/11/2021 - 

VALÈNCIA. Hasta ayer por la tarde no tuve ocasión de ponerme a leer por completo las cuentas del Valencia CF y, la verdad, casi es mejor no hacerlo. Son un horror, dan miedo. Y no porque me deje llevar por una corriente de un bando u otro, es que, teniéndolas en mano es inevitable no sentir vértigo.

No entiendo de números y nunca he sabido muy bien cómo interpretarlos, pero si las cuentas del año pasado daban mala espina, las de este son peores. No hace falta ser un entendido -ni nada por el estilo- solo hay que leer las conclusiones del informe anual de las mismas para ver que los números no están como deberían o, mejor dicho, como nos prometieron. 

El Valencia CF está en causa de disolución de manera oficial debido a que las pérdidas dejan reducido el patrimonio neto a una cantidad inferior a la mitad del Capital Social de la empresa. Lo pone claramente en el informe de Ernst Young. Ahora mismo el club se encuentra en esa grave situación y, por mucho que tenga remedio con movimientos financieros, no deja de dar miedo. Sobre todo para los que no tenemos ni idea de números.  Está claro que se puede salvar técnicamente y habrá quien esté acostumbrado a esto en el mundo de la empresa, pero yo no. 

El modelo de Meriton ha resultado fallido y está caduco. Sé que no cuento ninguna novedad pero nunca está de más recordarlo. Con una ampliación de capital que servirá para equilibrar balances y devolver en forma de acciones el crédito que puso en su día el máximo accionista, por un lado; y para que el resto de accionistas puedan adquirir una parte proporcional más simbólica que otra cosa, por otro; es difícil que la representación pueda ser mayor, porque el desembolso es grande para la proporción que se requiere. De ahí que Libertad VCF estudie impugnar la ampliación de capital a la espera de ver qué pasa con el injusto derecho de asistencia a la Junta. 

En todo caso, sin competición europea, sin abonos y bajando los derechos de televisión, el castillo de naipes se desmorona. El proyecto se sustenta en el tema deportivo y, como todos sabemos, ahí llevamos varios años patinando por malas decisiones de club. No voy a aburriros con números, que para eso hay otros compañeros más expertos en ello, pero esto no es lo que habían prometido ni mucho menos. No podemos solo depender de si entra o no la pelotita; o de si alguien en el club tiene el capricho de despedir a un empleado válido. Tampoco es mi objetivo hacer recordatorios de cosas que ya sabemos todos, pero hay un bando que verá que ha bajado la deuda y que con la ampliación todo queda equilibrado; y otro que la quiebra técnica es real y que solo es ingeniería financiera del máximo accionista ya que la deuda a corto plazo se ha aumentado. Sea como fuere, con la libertad que me otorga este medio que me da el honor de escribir, a mí no me gusta cómo está la historia por mucho que en las cuentas anuales tanto los administradores como la consultora afirmen “el apoyo financiero del accionista mayoritario para los pasivos corrientes”. Por mucho que cobren los bancos y demás, no me gusta nada desde hace muchísimo tiempo. Todo esto da más que miedo.

También me preocupa ese préstamo que acabemos de conocer que el Valencia CF fue uno de los clubes en percibir los ingresos del acuerdo de La Liga con Rights and Media Funding Limited por valor total de 51 millones de euros a devolver en 5 años con el aval de los derechos televisivos así como de las -agárrense fuerte- ayudas al descenso. Es que da mucho miedo.

Soy un tío optimista, pero  es que es complicado hasta pensar en el fútbol. Incluso para los que dicen que lo deportivo en estos casos no importa o pasa a un segundo lugar, tengo que decirles que no están del todo en lo cierto. Y asevero esto porque, por desgracia, el club no es autosuficiente y depende de lo deportivo –como siempre ha pasado- para que el resto funcione bien. Si vamos a Europa mejoraremos, si no, visto lo visto lo vamos a pasar peor a menos que vendan hasta los percheros. 

Eso me lleva a otra reflexión que leí ayer a varios seguidores de Twitter. El problema no son solo los números o el contexto –que también-, sino que no ves que haya gente capacitada para poder mejorarlos. Es una verdad como un templo. En el club no hay gente de fútbol, de números o ejecutivos de primer nivel capaces de revertir esta situación. Por lo menos no los suficientes. Y para más Inri los periodistas no estamos a la altura de la situación como deberíamos o, al menos, no lo suficientemente unidos en lo fundamental sin guerras absurdas de por medio.

Por ello, me da miedo. Porque sabemos cuál es el problema y cuál debería ser la solución. Falta encontrar el camino correcto, que sigue siendo una verdadera incógnita y punto de fricción para todos.   

Noticias relacionadas

next

Conecta con nosotros

Valencia Plaza, desde cualquier medio

Suscríbete al boletín VP

Todos los días a primera hora en tu email