Bombeja Agustinet! / OPINIÓN

'Match ball' en Ipurua

8/04/2023 - 

VALÈNCIA. Vezo, Mustafi, Pablo Martínez, Postigo, Campaña, Brugué, Ibáñez… La racha de lesionados o jugadores cogidos con pinzas, a la que se suma Cárdenas, parece la nueva excusa de algunos. Como si todos los equipos no tuvieran bajas por lesión. Como si, al confeccionar la plantilla, no se supiera que había futbolistas propensos a ellas, como si lo de Cárdenas no fuese un desgraciado choque fortuito, y lo de Vezo, una decisión precipitada. No, definitivamente las lesiones no son excusa para justificar la mediocre temporada del Llevant, tanto en la planificación deportiva como en la dirección técnica. Ya no sé cómo explicarlo: Luis García, García Pimienta, Calero, Carrión, Garitano o Albés, quizás incluso Paco López, darían un brazo por poder alinear un once como el que Calleja tendrá a su disposición en Ipurua, pese a las bajas y pese a una plantilla descompensada.

Frente al Zaragoza se perdieron puntos, por enésima vez, como consecuencia de la mala gestión del partido desde el banquillo, ante un rival muy asequible. Tras el 1-0 el equipo parece tener instrucciones de especular con el marcador, un guion repetido hasta la saciedad este curso, de manera que en un momento los maños se convencen de que no son tan inferiores, y aún más después de que Saracchi les regalara 25 minutos con uno más (¿hay sanción disciplinaria del club?) y el Llevant se quedara contra las cuerdas, con el ascenso directo y el futuro de la entidad en el alero. Todo por no haber ido a matar el partido. Otro botón de muestra de que el míster no reacciona ni aún en el momento clave del curso.

Tras haber sacado 6 de 15 puntos en los últimos cinco encuentros, sólo los pinchazos del resto de rivales mantienen al Llevant en la pelea… Pero no nos engañemos: el rendimiento pésimo ante equipos inferiores sobre el papel obliga prácticamente al Llevant a ganar los cuatro próximos partidos (Eibar, Las Palmas y Alavés, además de Mirandés), si quiere mantener su candidatura al ascenso directo, algo que en estos momentos parece una quimera.

Hace semanas que hablamos de finales, pero lo de Ipurua es más que una final; es un match ball. Una victoria eibarresa dejaría a los granota a 7 puntos más el golaveraje, a falta de 21 en juego… Y Las Palmas podría quedar también en +5. Por tanto, por si alguien tiene alguna duda, los tropiezos anteriores dejan al Llevant en la tesitura de tener que ganar sí o sí para seguir soñando. Sin especular, sin errores grotescos, sin expulsiones, con entrega absoluta, con determinación, con inteligencia, con acierto.

Ipurua dictará si el Llevant aún opta al ascenso directo, a pesar del director deportivo y del entrenador. Es el momento de los futbolistas. De los que están implicados y comprometidos, que no son todos, como sabe el levantinismo, pero que son la mayoría. Y suficientes y bastante buenos como para dar un golpe de timón en la tabla y enderezar el destino del Llevant.