Meriton se enfrenta a otro dolor de cabeza

VALÈNCIA. “La afición me provoca compasión, pero como decimos nosotros, las cosas más pequeñas son las que causan los dolores de cabeza”, dijo Peter Lim al Financial Times absolutamente ignorante de que más de 6.000 personas saldrían a la calle al día siguiente de publicarse estas palabras para pedir su marcha y poniéndolo en la primera línea informativa de todo el mundo.

Si toda esa gente fue capaz de echarse a las calles de la ciudad sin el efecto arrastre de un partido y sin tener siquiera la posibilidad de hacer escuchar sus quejas de manera directa a los responsables de Meriton, no es complicado aventurar que Mestalla el domingo puede convertirse en otro dolor de cabeza para Lim y sus asalariados en la ciudad.  Repasando las declaraciones anteriores (“en España la gente tiene por costumbre manifestarse” y “la gente está enfadada por la mala temporada”) además del twit oficial del club tras la protesta del sábado argumentando que estarán presentes “muchos años”, es evidente que la cúpula rectora del club no contaba con una posibilidad tan cercana de vuelta de público a los estadios.

De entrada será muy complicado que Murthy y su entorno más próximo (Teo Swee Wei, Joey Lim y Sean Bai) puedan cruzar tranquilamente y a pie la Avenida de Suecia para alcanzar la puerta de tribuna por la que acceden al palco VIP. En su lugar, deberán hacerlo emulando las últimas ocasiones (todas excepto la primera visita en loor de multitud) en las que su jefe Peter Lim ha visitado Mestalla; es decir, llegada en automóvil por una de las puertas laterales del estadio. La Avenida de Suecia siempre ha sido el lugar escogido por los aficionados para expresar su alegría (títulos, clasificación para finales, etc) o su malestar (la Curva Nord escenificó ante la fachada de la tribuna de Mestalla sus protestas en multitud de ocasiones).

Una vez dentro, el siguiente trago será el momento de hacer visible su presencia en su localidad a los ojos de las 5.000 personas que hayan podido acceder al estadio. No tendrán que escuchar cerca las protestas ya que la tribuna seguirá reservada para los jugadores del banquillo y por la tanto estará cerrada al público en general. Además es cierto que oficialmente (en el exterior) no puede haber una convocatoria de protesta o de concentración a nivel oficial dado que para ello hacen falta al menos 10 días para pedir los permisos pertinentes, pero es evidente que el efecto arrastre de un partido jugará en favor de las protestas.

Conociendo la querencia de Meriton a poner todas las trabas posibles a las quejas sobre su gestión, no es nada descabellado pensar que la megafonía vuelva a ser activada a unos decibelios muy elevados, como ya ocurriera en los últimos partidos que se celebraron en el estadio valencianista antes de comenzar la pandemia.

Las previsiones apuntan a que vayan a agotarse las 5.000 localidades que el club pondrá a la venta. Pese a que ni la temporada ni el rival invitan a una jornada atractiva, 15 meses sin pisar Mestalla son muchos y la posibilidad de dirigir las protestas hacia Murthy crean un cóctel perfecto para agotar el papel que salga a la venta on line y hacerse oír. 

Parece que los dolores de cabeza para Lim y los suyos no han hecho más que empezar.