VALÈNCIA. Tres jornadas de liga y dos partidos con la selección española han propiciado que con los primeros días del mes de septiembre el valor futbolístico de José Luis Gayà y de Carlos Soler, se haya incrementado muchísimo.
El positivo arranque liguero con 2 victorias y un empate en tres partidos, y la presencia goleadora de Gayà, y sobre todo del debutante Soler, dibujan un panorama muy positivo para los dos internacionales en este comienzo de campaña.
Sin embargo este incremento de nivel propone un nuevo desafío para los dirigentes del club: Gayà y Soler acaban contrato en 2023; hay que afrontar ambas renovaciones ya que tan sólo quedan tres meses para que ambos entren en el último año de contrato.
Dicha situación (entrar en el último año de contrato) hace que las negociaciones entren en una cuenta atrás en la que la parte negociadora de ambos futbolistas (sus respectivos agentes) parta con ventaja a la hora de apretar en las condiciones de un nuevo contrato. Dicho de otro modo, a Meriton le va a tocar un toro duro de lidiar y no va a tener que rascarse el bolsillo si no quiere perder a ambos futbolistas.
El status de futbolistas importantes (con el valor añadido de ser valencianos y formados desde sus inicios en la Academia) hace que la afición les considere indispensables. Las recientes experiencias de pérdida de talento formado en Paterna como Ferran Torres o Kang In marcan unos precedentes peligrosos y a evitar. Hay que recordar que ambas negociaciones se enquistaron y ya no pudieron resolverse una vez entraron en el último año de contrato. ambas renovaciones van a suponer un esfuerzo grande por parte de la propiedad en lo económico y habrá con qué estrategia afronta la propiedad ambas renovaciones.
En el caso de Gayà el club había iniciado las negociaciones, que se detuvieron a petición del propio futbolistas poco antes de quedar concentrado para la Eurocopa. En el de Soler, se le renovó en 2019, pero fue por tan sólo dos años. Ahora toca volver a ponerse manos a la obra.
Por tanto Meriton tiene ante sí una buena oportunidad para demostrar cuál es su implicación en el actual proyecto al tener que afrontar una doble renovación que no va a ser ni fácil, ni barata debido al nivel de ambos jugadores y al tiempo que les queda por delante para resolver la continuidad de ambos futbolistas.