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plaza redonda / OPINIÓN

Mestalla no se merece ser jubilado por un proyecto repleto de dudas

26/03/2022 - 

VALÈNCIA. No lo puedo evitar. Incluso si les soy sincero lo que debo decir, más correctamente, es que no lo quiero evitar. Estamos hablando todo el tiempo de la jubilación de Mestalla, de un nuevo estadio repleto de dudas, y en ese cambio tan brutal e inmenso se está traicionando todo mi espíritu valencianista. Jubilar a Mestalla es como jubilar también a parte de mi historia y miles de recuerdos. Por eso tan personal y cariñoso, entiendo que es casi un delito hablar del nuevo estadio sin ponerle a Mestalla todas las medallas que se merece. En el viejo y entrañable coliseo de Artes Gráficas anidan mil historias personales y mil anécdotas repletas de cariño. Cierro los ojos y recuerdo tardes inolvidables, gestas increíbles, pasión preciosa en las gradas y un cariño tremendo a un coliseo que palpita en mi corazón desde tiempos inmemorables.

Y el futuro

Hablar ahora del proyecto y del futuro del nuevo estadio del Valencia lo hace en medio de un mar de dudas y apuntando a un futuro que se nos presenta repleto de dudas. Y eso no es justo. Jubilar a un estadio con un montón de años de historias y de luchas, jubilar a un estadio que encierra en sus gradas la historia de miles de familias valencianistas no se puede hacer presentando un proyecto que ya de entradas da lástima a todos esos pocos que si han tenido a bien conocer las prestaciones del teórico nuevo coliseo. El valencianismo, los valencianistas, no se merecen observar cómo se jubila a un corazón repleto de anécdotas para dar paso a un montón de interrogantes de difícil digestión.

A Meriton ya lo conocemos

En todo este proceso de presentación del nuevo estadio por parte de Meriton sí que existe una realidad que es imposible de pasar por alto. Meriton camina presentando un futuro repleto de dudas y de pequeñas trampas empresariales y es por ahí por donde el nuevo campo no arroja la más mínima ilusión entre la machacada afición valencianista. Decir adiós a Mestalla para dar paso a un proyecto que no ilusiona lo más mínimo es como jugar públicamente con el corazón de miles de valencianistas. Y eso trae consigo un mar de dudas acompañado de un puñetazo a la ilusión del cariño de miles y miles de valencianistas que no se merecen semejante trato empresarial por parte de los teóricos máximos accionistas de la mercantil.

Y nuestros políticos

Y en medio de todo este mar de dudas tenemos la obligación de pensar en nuestros políticos esperando que en lugar de intentar sumar votos y de hacerse la foto típica para la historia trabajen de verdad, con cierta honestidad, pensando en el corazón de los auténticos dueños sentimentales de este Valencia. Dar luz verde a un proyecto repleto de dudas y malas vibraciones para a su vez jubilar a Mestalla es una pésima jugada política de esos representantes que en realidad deben trabajas para todo el personal en lugar de dar luz verde a un arribista que sí se hizo con los mandos de nuestro entrañable Valencia.

Yo me opongo

Y les voy a ser sincero. Jubilar a un estadio que siempre me ha tenido entre sus más fervientes admiradores para dar paso a un 'proyectito' repleto de dudas e inundado de una falta de cariño brutal, en el fondo me provoca un dolor tremendo en mi alma de veterano seguidor del Valencia. Un corazón no se compra a base de dinero ni de trampas administrativas. Y miles de corazones mucho menos todavía. Mestalla no se merece al adiós que parece despedirle del futuro. Un sueño jamás puede ser reemplazado por una pesadilla. Y ya como despedida les voy a ser muy sincero. Me duele en el alma que a mi entrañable estadio repleto de cariño y de alegrías le quieran jubilar a cambio de una mar de dudas y de miles de negativas sorpresas. Yo soy de Mestalla... y me siento muy orgulloso de serlo. 

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