VALÈNCIA (EFE/Alfonso Gil). El campo de Mestalla vivirá por primera vez en su casi centenaria historia dos partidos consecutivos sin aficionados como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
El último encuentro de alto nivel que se disputó en España antes de la implantación del estado de alarma fue el Valencia-Atalanta del 10 de marzo, correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones y que ganó el equipo italiano (3-4).
Ahora, este viernes, el estadio valencianista acogerá el derbi local ante el Levante con motivo de la reanudación del campeonato de Liga.
Hace tres meses, durante varios de los días previos al Valencia-Atalanta se barajó la triple posibilidad de que se jugara en condiciones normales, sin público o que incluso no se disputara, hasta el punto de que tardó en confirmarse si el equipo italiano iba a viajar.
El club de Mestalla tiene una cierta experiencia en afrontar partidos sin aficionados en las gradas, así como en haber jugado en alguna ocasión con una presencia testimonial de espectadores.
Prueba de ello fue su precedente más reciente, el de ida de la eliminatoria de cuartos final de la Liga Europa en Suiza ante el Basilea, en la que el equipo local estaba sancionado a jugar sin gente.
Aquel día, en la temporada 2013-2014, las gradas vacías no intimidaron a los locales, que se impusieron por 3-0. Sólo un 5-0 para el Valencia en la vuelta permitió el pase de los valencianistas a las semifinales dela Liga Europa.
También sin público jugó el Valencia, esta vez en casa, la segunda parte del encuentro de Copa del Rey ante el Deportivo de la Coruña en 2006.
Tras una victoria local por 1-0 en Riazor en la idea, un monedazo que impacto en la ceja de un asistente en Mestalla con la eliminatoria igualada, provocó la suspensión del encuentro en el minuto 44.
La segunda mitad en un estadio vacío, aunque con la presencia de los medios de comunicación, propició una semana después la clasificación del Deportivo, que igualó el partido (1-1).
Se da la circunstancia de que en las tres ocasiones, el silencio de un campo sin gente dio más alas al rival que al Valencia que, sin embargo, en la campaña 2003-2004 jugó a puerta cerrada en Castalia los nueve minutos finales de un choque copero ante el Castellón.
El partido se suspendió en el minuto 81 con 1-1 en el marcador y un penalti a favor del Valencia. Lanzó Mista y falló, pero en el rechace marcó Baraja. Poco después el uruguayo Canobbio hizo el 1-3.
Por otra parte, en Europa dilucidó el Valencia algunos encuentros que, sin jugarse a puerta cerrada, apenas contaron con afición en los estadios.
En 2004 jugó como visitante ante el Maccabi Haifa en Rotterdam (Holanda). La UEFA no autorizaba a jugar en Israel y fijó el partido en Estambul (Turquía), pero unos atentados en aquella ciudad llevaron el partido al pequeño campo del Sparta, con capacidad para 12.000 personas y que reunió apenas a mil. Ganó el Valencia 0-4.
Años después, en 2014, la situación política en Ucrania obligó a que el Dinamo de Kiev-Valencia se disputara en campo neutral. Se jugó en Nicosia (Chipre) y el Valencia también se impuso, esta vez por 0-2.
En otras ocasiones, fueron las sanciones al Valencia las que le obligaron a exiliarse lejos de la ciudad, aunque pudo jugar con público.
Así ocurrió con los partidos de Copa del Rey en Albacete ante el Recreativo de Huelva (2-2 en la campaña 83-84) y el Tenerife (0-1 en 85-86) y ante el Corralejo en Castalia (5-0 en la 94-95) o con el Valencia-Osasuna de la Liga 91-92 que se jugó también en Castellón (1-2).
Además, en 1977, un Valencia-Zaragoza se suspendió con el campo lleno de almohadillas en el minuto 84 con un 1-0 y un penalti en contra para los locales.
El miércoles siguiente se disputaron en Madrid los seis minutos restantes sin espectadores. El Zaragoza empató el encuentro tras lanzar la pena máxima.