VALÈNCIA. Miñambres ha tardado dos semanas en imprimir su sello en el Levante. El nuevo director deportivo granota ya advirtió en su presentación de la posibilidad existente de incorporar un futbolista libre para lo que resta de temporada, un jugador que llegase para ayudar y que se encontrase sin equipo tras pasar el mercado de invierno. Marcelo Saracchi llega a Orriols para reforzar un lateral izquierdo donde Alessio ya tiene dos pupilos y ocupará la única ficha de primer equipo que queda libre, pero no aterriza para ofrecer rendimiento inmediato.
El uruguayo se rompió el ligamento cruzado de su rodilla derecha el pasado verano mientras completaba la pretemporada en el Leipzig, club que a raíz de tal lesión ha terminado rescindiéndole seis meses antes de que su contrato en Alemania venciera definitivamente. Sin embargo, pese a que el club germano y otros de La Liga acabaron desechando el contar con él en sus plantillas, el Levante ha contratado al charrúa por dos temporadas y media, con opción a otras tres más. Es decir, tiene vinculación en el Ciutat hasta 2024 y podría alargar su enlace hasta 2027.
La operación, por supuesto, no es gratuita. Saracchi llega libre y sin coste por traspaso, pero en el Leipzig percibía un salario que rondaba el millón y medio de euros. Quico Catalán aseguró hace una semana públicamente que había dinero para acometer alguna entrada, aunque todavía no han trascendido los emolumentos del carrilero en el cuadro azulgrana. Lo cierto es que el fichaje es a futuro, no solo por la imposibilidad de rendimiento inmediato sino por el contrato que se le ha puesto encima de la mesa cuando, en otros casos, se ha descartado su incorporación. El Espanyol miró a otro lado cuando se rompió tras haber mostrado un interés grande este verano -la rotura de ligamentos y los ocho meses de baja que le esperaban por delante fueron la causa-, el Leipzig cedidió no renovarlo y romper el contrato -lo consumía este próximo mes de junio- y tras todo un enero sin equipo no logró ponerse otra camiseta.
Dentro del club granota, eso sí, creen que le queda poco para poder estar en dinámica de grupo y entrar en convocatoria, pero la realidad es que tras más de siete meses parado será complicado que llegue y bese el santo. Con 23 años y un pasado de perla cuando ganó la Libertadores con River Plate y firmó por el rico alemán, las posibilidades de sacarle jugo económico y deportivo al uruguayo son grandes, aunque no a la voz de ya. Tanto es es asi que en la entidad se piensa que se trata de un futbolista que, entonces, cuando debutó con la absoluta de Uruguay con 20 años y se comprometió con el Leipzig, era un fichaje muy lejos del alcance del Levante.
Aunque su último paso haya sido por el Leipzig, Saracchi se une a la lista de objetivos de Felipe Miñambres en el mercado sudamericano. Sin ir más lejos, ya este curso ha peinado el mismo en el Celta de Vigo. Thiago Galhardo, Orbelin Pineda o Matías Dituro -los tres jugaron ante el Levante este lunes- llegaron procedentes de Internacional, Cruz Azul y Universidad Católica. Antes, Solari de Racing, Maxi Gómez de Defensor, Gabi Fernández de Peñarol, Néstor Araújo del Santos Laguna o el jugador más parecido por características al nuevo lateral zurdo levantinista: Lucas Olaza, de Boca Juniors.
