La ciudad de València. Foto:KIKE TABERNERVALÈNCIA. Piso para alquilar de 35 metros cuadrados por 1.300 euros al mes en València. Este es un ejemplo de algunas de las ofertas que los portales inmobiliarios exhiben en sus páginas webs y que confirman que la subida de los valores en el mercado del alquiler llega incluso a los pisos más pequeños. Si hace años las viviendas con menores dimensiones se antojaban como una solución para aquellas personas que buscaban menores precios, ahora están ya a precio de oro.
Así, buceando en diferentes páginas online de alquiler de viviendas aparecen varios casos de altos precios por inmueble de pequeño tamaño. Por ejemplo, un piso de 40 metros cuadrados en el barrio de Russafa alcanza los 1.100 euros al mes, mientras que otro de las mismas características y en la misma zona está por 900 euros al mes. También los hay en el barrio del Carmen que cuestan 1.600 euros por vivir en 46 metros cuadrados, lo que se traduce en 35 euros el metro cuadrado, o por 850 euros, 40 metros cuadrados. Incluso hay viviendas con menores dimensiones que, sin embargo, mantienen valores desorbitados: 26 metros cuadrados por 550 euros en Ayora.
Sin embargo, la presencia de 'minipisos' en el mercado del alquiler todavía es exigua no solo en la Comunitat, sino en todo el territorio nacional. Según un estudio del portal inmobiliario Idealista sobre la incidencia de este fenómeno en el mercado inmobiliario, todavía la oferta de pisos con una superficie inferior a los 30 metros cuadrados es muy residual (el 1%), siendo en las grandes ciudades de Madrid y Barcelona donde más se pueden encontrar como una forma para vivir en el centro de la ciudad, pero renunciando al espacio.
En el caso de la Comunitat Valenciana, solo el 0,3% son viviendas con menos de 30 metros cuadrados, mientras que el 11,6% cuentan con unas dimensiones de entre 30 y 60 metros cuadrados. El grosso de los inmuebles en la autonomía valenciana son de entre 61 y 100 metros cuadrados, seguido de aquellos con una superficie de hasta 150 metros cuadrados que suponen el 31,1%, según las cifras del portal inmobiliario. Más escasa es la oferta de viviendas con superficies de mayor tamaño que suponen el 9,7% del volumen total de las viviendas.
A nivel nacional, el 20% de las viviendas anunciadas tiene entre 30 y 60 metros cuadrados, mientras que la mayoría de inmuebles que se pueden alquilar en España (el 47,4%) cuenta con una superficie de entre 60 y 100 metros cuadrados. El 22,8% de todo el parque disponible tiene un tamaño que oscila entre los 100 y los 150 metros cuadrados y solo el 8,7% tiene un tamaño superior.
Por comunidades autónomas, Navarra es la única en la que no existen en el mercado viviendas con menos de 30 metros cuadrados. El resto de autonomías cuentan con cifras testimoniales que no superan el 1% a excepción de Madrid (2,7%) y Canarias (1%).
Las viviendas con menos de 20 metros tampoco se alquilan en Aragón, Asturias, Extremadura, Galicia, La Rioja, Murcia, Canarias, Baleares o Castilla- La Mancha. La presencia de estos 'minipisos' es testimonial en el resto de comunidades, ya que sólo el 0,1% de las viviendas anunciadas en alquiler en Andalucía, la Comunitat Valenciana, Castilla y León, Cantabria y Euskadi es inferior a ese tamaño. En la Comunidad de Madrid la cifra llega al 0,2%. Tampoco suponen una muestra significativa ni siquiera en las grandes ciudades. En Barcelona sólo el 0,1% es inferior a ese tamaño, mientras que el 0,8% tiene entre 20 y 30 metros cuadrados y el 22,8% entre 30 y 60 metros cuadrados. La mayoría de las viviendas de Barcelona (45%) cuentan con una superficie entre 100 y 150 metros cuadrados.
La situación es similar en Madrid, sólo el 0,1% es inferior a los 20 metros, mientras que el 2,4% tiene entre 20 y 30 metros cuadrados, el 28% tiene entre 30 y 60; y el 35,4% entre 60 y 100 metros cuadrados. El 19,5% de las viviendas de Madrid tiene entre 100 y 150, y sólo el 14,5% es mayor.
Para Fernando Encinar, jefe de estudios de Idealista, a pesar de lo llamativos y mediáticos que pueden resultar, "el fenómeno de los minipisos es muy residual, una anécdota en el total del parque de viviendas arrendadas en nuestro país". "El mercado del alquiler en España goza, en general, de buena salud. De hecho, una de las pocas cosas buenas que la burbuja nos dejó es un gran parque de viviendas nuevas de calidad en entornos urbanos que tienen muchas posibilidades de salir al mercado del alquiler. Esto ha provocado que gran cantidad de infraviviendas hayan desaparecido del mercado“, subraya.
