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Mónica Blesa / directora del Área de Valores y Banca Privada de caixa popular

«Conciliar vida familiar y profesional es cuestión de organizarse»

De pequeña, su fascinación por los mercados le llevó a leer todo lo que caía en sus manos sobre el tema. Luego logró su sueño de dedicar su vida a un mundo que le apasiona

| 18/05/2018 | 5 min, 10 seg

 VALÈNCIA.- La curiosidad llevó a Mónica Blesa Cerveró (Alicante, 1970) a desarrollar su vida laboral por el ‘mundillo’ financiero. «Desde que tengo uso de razón me llamaban mucho los mercados, especialmente la bolsa, su funcionamiento, el porqué de los movimientos... Leí todos los libros sobre mercados a los que tuve acceso, pero me faltaban conocimientos para entenderlos, lo que me llevó a licenciarme en Ciencias Económicas y Empresariales», relata a Plaza.

Un trabajo estresante que lleva bien incluso en momentos de fuertes caídas donde logra conciliar el sueño «porque si no fuera así tendría que cambiar de profesión». Precisamente, añade, «en esos momentos es donde más importancia tiene mantener la calma y pensar con claridad. Y el sueño es fundamental para tener la mente despejada». Además, señala que el pádel, un buen libro, la ópera y la familia son los factores que logran hacerle desconectar del día a día.

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Tener una pequeña de siete años requiere compaginar bien la vida laboral con la familiar, pero esta apasionada de la música —que pasó muchos años estudiando en el conservatorio— lo tiene claro: «Todo es cuestión de organizarte y priorizar adecuadamente. El equilibrio entre ambas es muy importante, por lo que compaginarlas es una necesidad».

Los constantes cambios y la complejidad de los mercados hacen de ellos un reto permanente a decir de Blesa, que también advierte sobre «las incoherencias que en ocasiones muestran». Factores todos ellos a los que debe enfrentarse todos aquellos jóvenes que quieran trabajar en este sector, a los que recomienda «prepararse bien, tener claro lo que quiere y esforzarse por conseguirlo».

Y de esfuerzo sabe mucho esta licenciada en Económicas, mediadora de seguros, diplomada en agente financiero y con el EFA y el EFP -considerado el mayor estándar de cualificación profesional a nivel europeo en la gestión de patrimonios- bajo el brazo. De esfuerzo sabe también la entidad donde se incorporó allá por el verano de 1995: Caixa Popular.

Varias fueron las razones por las que se decantó por la mayor cooperativa de crédito valenciana y, entre las principales destaca «su estructura societaria, sus valores y las personas que la forman». A su juicio, el que las empresas tengan valores está de moda, pero no siempre ha sido así. Hay empresas que nacieron desde los valores y Caixa Popular es una de ellas porque forman parte de su ADN. Valores como el cooperativismo, la igualdad, la ética y profesionalidad, la solidaridad, la preocupación por el medio ambiente o la educación y formación, unidos a la implicación con la sociedad y el apoyo al tejido asociativo, han hecho de Caixa Popular una entidad enfocada al servicio al cliente donde trabajas rodeado de personas que comparten los valores y los viven día a día. Si te identificas con ellos, la integración se produce de manera muy natural, tanto si eres cliente como si formas parte de la entidad».

Así, apunta que «el hecho de ser una cooperativa de trabajo asociado requiere de una actitud emprendedora y una implicación difícil de alcanzar en otro tipo de empresas. Como socio y propietario de la misma, tu implicación es total». Una caja rural que cada año mejora resultados, cuya clave es «la gestión y los profesionales» que la forman. «Siempre hemos apostado por un crecimiento gradual y sostenido en el tiempo, aplicando criterios de prudencia y rentabilidad», explica.

«Los clientes son conscientes de que cualquier servicio tiene unos costes que la entidad debe cubrir para ser rentable, pero una cosa es saberlo y otra asumir que se les cobre»

Hablar de banca privada es hacerlo de la MiFID II, cuya entrada en vigor este año no ha supuesto grandes cambios para Caixa Popular porque en 2010 implantaron un Sistema de Asesoramiento a Clientes (SAC), que tras perfilar al usuario «permitía elaborar propuestas de asesoramiento o gestión personalizadas a su situación y perfil de riesgo». Según Blesa, «las proposiciones podían incorporar todo tipo de productos, desde cuentas a la vista a fondos de inversión o planes de pensiones, por poner un ejemplo. Como novedad hemos incorporado el acceso a fondos de terceras gestoras para todos los clientes en nuestro canal de banca digital (Ruralvía)».

Mónica Blesa tiene claro que los españoles no están concienciados todavía a la hora de pagar por recibir un asesoramiento financiero y todavía queda mucho camino por recorrer en este sentido. «Los clientes son conscientes de que cualquier producto o servicio tiene unos costes que la entidad debe cubrir para ser rentable, pero una cosa es saberlo y otra verlos como un coste explícito que se adeuda en su cuenta. Es curioso porque estamos acostumbrados a pagar por determinados servicios, como contratar un abogado, acudir a una clínica dental... en cambio pagar por recibir asesoramiento es un coste que, hoy por hoy, nos cuesta mucho asumir. Tenemos que interiorizarlo, y siempre que el cliente vea en ello un valor añadido; será cuestión de tiempo».

Lo que sí tiene claro Mónica Blesa es el positivo futuro que le atisba a una Caixa Popular, en el que, pronostica, «cada vez tengamos más clientes que confíen en nosotros y en nuestra especial forma de hacer las cosas, con un crecimiento rentable del negocio que permita tener cada vez más socios, emprender más proyectos asociativos, solidarios, de apoyo a la educación, la cultura o el deporte, y seguir siendo una entidad de referencia para la sociedad valenciana».

* Este artículo se publicó originalmente en el número 43 de la revista Plaza

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