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Mr. Bordalás

8/06/2022 - 

VALÈNCIA. Lo del lunes no lo vio venir nadie. Que Bordalás iba a irse tirando de elegancia, tranquilidad y falta de crítica era algo que no esperábamos. Sí que es cierto que hablando con gente de su entorno los días previos podíamos intuir algo de suavidad, pero no hasta ese punto. A lo gentleman, a lo Mr. Bordalás.

Bordalás ofreció una comparecencia que puedo entender como persona pero no tanto como periodista. Si bien es cierto que nunca se calló ni a nivel interno como externo mientras fue entrenador del Valencia CF –siendo lo más respetuoso posible dentro de unos límites- el lunes esperábamos algo más de su aparición pública.

Una rueda de prensa que estuvo marcada por el respeto a la entidad y el agradecimiento a la afición y prensa que durante este tiempo le hemos acompañado en su periplo valencianista.

Pero que me decepcionara periodísticamente al no contar muchas de las tropelías que todos ya conocemos, no quiere decir que vaya a matarlo o tildarlo de traidor. Y no lo voy a hacer porque creo que es ser injusto con la figura de un técnico que, con sus aciertos y errores deportivos, ha representado lo mejor que ha podido al equipo en un momento muy complicado para la entidad. No lo veo como un cómplice ni como nada similar, es más, lo veo como una víctima de un sistema que ya de por sí está podrido a todos los niveles.

Una postura motivada probablemente con NDAs por medio –acuerdos de confidencialidad-, cantidades por  acordar –aún se le adeudan una serie de primas- y un trato por cristalizar con el club que, como dice el refrán, más vale un mal acuerdo que un buen juicio. Quizás esa postura sea más corporativa por respeto a su agencia de representación que todavía alberga asuntos abiertos dentro del primer equipo –como el caso Hugo Guillamón- o, simplemente, no se veía con fuerzas para meterse en una batalla de improperios contra la propiedad. Con todo y con ello, creo que Bordalás ha decido cerrar bien y respetuosamente su etapa valencianista, no poniéndose al nivel de los que le han maltratado y esperar una mejor ocasión una vez tenga todo claro o se encuentre bien para expresar un punto de vista más crítico. Es más, estoy seguro de que lo hará más pronto que tarde porque, quien ha hablado fuera de micros con él más de cinco minutos, sabe que tarde o temprano detallará aquello que no le pareció bien. Algo que ya hizo como entrenador y los que estuvimos en el día a día vimos. Pero el lunes, por lo que fuera, no era el momento profesional y puede que tampoco personal para el técnico alicantino, por mucho que nos fastidie a los periodistas. Y debemos respetarlo.

Es muy goloso pedir que incendie Valencia, que queme todo y que eche más gasolina una guerra ya iniciada, y lo puedo entender hasta cierto punto dentro del hartazgo como aficionados y periodistas que podemos albergar cada uno de nosotros; pero si uno se pone en su lugar, tiene que medir bien las consecuencias que puede tener salir o morir matando. Es fácil hablar cuando no va con uno el tema, la verdad. Lo sé de primera mano ya que me encuentro en un proceso similar pero a otro nivel y con otras circunstancias. No es una situación tan fácil, creedme. Los que habéis tenido –por suerte o desgracia- que salir de un trabajo por lo civil o lo criminal, seguramente habréis medido bien vuestros pasos a todos los niveles para intentar acabar lo mejor posible bien sea en el apartado económico o personal de cara al futuro en otras empresas.

También recuerdo que esperábamos que Mateu Alemany fuera más crítico con la propiedad cuando se despidió y fue más respetuoso de lo que imaginábamos. Por otra parte Marcelino sí fue más incisivo en sacar algunas –no todas- de las incongruencias que sufrió durante su estancia en el Valencia CF. Y así podríamos nombrar un sinfín de entrenadores que se despidieron bien y luego rajaron o a la inversa, que rajaron y luego suavizaron el discurso. Creo que es cuestión de personalidades, situaciones y circunstancias. Sin más.

¿Podría Bordalás haber lanzado algún dardo a la propiedad? Sí  ¿No hacerlo es motivo para matar a Bordalás? No. Por ello, creo que ni es héroe, ni es villano. Es un profesional del fútbol que el lunes decidió dejar el ego y la rabia a un lado, para intentar tener un mensaje profesional y pausado de cara a la afición que tanto cariño le dio. Un discurso que, insisto, periodísticamente fue decepcionante, pero que dejó entrever muchos más matices de los que imaginamos. Detalles a remarcar para intentar dar a conocer al mundo del fútbol que es un profesional que acata y entiende los códigos –por injustos que nos siguen pareciendo- que puede tener un club de esta índole societaria.

Bordalás gustará más o menos, pero siempre lo recordaré como un entrenador que asumió la responsabilidad en, quizás, uno de los momentos más complicados de la historia del Valencia CF. Un preparador que a punto estuvo de lograr un título con el consiguiente premio europeo. Alguien que nos hizo recuperar, aunque fuera por poco tiempo, la ilusión en el Valencia CF. Se habrá equivocado en muchas cosas: desde el trato con algunos jugadores, al planteamiento de algunas situaciones deportivas y extradeportivas, pero creo que ha dado la cara por el Valencia CF y eso es justo recordarlo. Y se ha quejado a la cara, en privado y cuando ha podido de todo lo que ha tenido que hacerlo –como se deben hacer las cosas-.

Por eso y otras mil otras cosas más, me daba igual la rueda de prensa que hicieras, te deseo mucha suerte y ojalá los caminos se crucen en una mejor tesitura, Mister. Porque sé que has hecho lo que has podido, como has podido y en la medida de lo que has sabido.

Gracias por respetar y querer tanto a este escudo.

Good luck, Mr. Bordalás

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