ALICANTE. El grupo murciano-alicantino Yokoba se ha hecho de rogar, pero vuelve a publicar nuevo disco: Pequeña adicción al drama. Lo hace más de una década después de que viera la luz su anterior trabajo, La vida que elegimos. En este tiempo se han coordinado como han podido pero, sobre todo, han madurado musicalmente para presentar un álbum enérgico, pero también introspectivo; coherente, pero a la vez variado; melancólico, pero no pesimista... Como lo define Manuel 'Xopo' López, batería de la banda, "un paso deliberado en la creación de un sonido". Un disco que define su estilo y que ya se puede escuchar en las plataformas digitales. Ahora solo falta que la pandemia le de un respiro al sector de la música y que se pueda escuchar en directo, porque están deseando tocar.
— ¿Cómo se publica un disco en plena pandemia? ¿No es eso, en sí mismo, una 'pequeña adicción al drama'?
— Esa es precisamente la actitud que caracteriza al grupo, la de remar a contracorriente, río arriba. Además, ha sido una decisión deliberada porque este trabajo nos ha llevado mucho tiempo hacerlo. Somos cinco personas con vidas y trabajos muy diferentes, así que, en el momento en el que se ha ido terminando todo en nuestro fuero interno, pensamos que debíamos sacarlo, pandemia mediante. De hecho, creo que no ha sido una mala decisión porque, ante un vacío musical como el que hemos vivido, ha podido encontrar su hueco y llenar ese vacío. Nos ha dado visibilidad.
— Salís con dos videoclips, un básico en esta nueva era de la comunicación más digital. ¿Vais a seguir lanzando nuevos vídeos?
— Tenemos un tercer vídeo que sacaremos en breve y tenemos ideas para seguir trabajando, pero todo depende del presupuesto que vayamos teniendo y la posibilidad de que podamos seguir desarrollando como se merecen esas ideas. Los dos videclips que hemos sacado han quedad muy resultones con un presupuesto en el que hemos sacado punta a todo. Nosotros no dejamos de ser un grupo que nos autoproducimos y, obviamente, tenemos muchas ideas, pero hay otras cosas que tenemos que desarrollar antes.
— Como dices, volvéis a autoproduciros…
— De momento, la autoproducción ha sido un camino conjunto, de toda la banda, donde todos aprendíamos de todos y, además, aprendíamos sobre todo lo que conlleva este proceso. Creo que, después de los tres trabajos, ya nos hemos queda con la idea global de lo que supone la creación de un disco. Desde que te pones a componer, hasta que te metes a grabar, editar, diseñar los propios discos físicos, etcétera. Todo el proceso tiene muchísimas etapas y todas las hemos querido vivir en primera persona y con muchísima intensidad. Ahora empezamos a tener mucho más claro lo que queremos y vemos que hemos cogido un sonido muy concreto que nos define. Tenemos una experiencia que, en el futuro, nos servirá para trabajar bien con un productor. Quizá más adelante necesitemos a alguien que nos ayude a subir al siguiente escalón, porque todo esto empieza a hacerse ya muy complicado.
— Hablas de un sonido concreto que os define ¿Es esta una nueva versión de Yokoba?
— A veces lo hemos pensado nosotros también. Si hemos ido evolucionando, si hemos sido siempre los mismos o si somos bandas distintas en cada disco. Yo creo que la actitud de Yokoba ha sido la misma desde el principio. Tenemos un pequeño lema dentro del grupo que viene a decir que “trabajamos por y para las canciones”, que no sabemos bien lo que son, pero que sí son todo lo que nos importa. Da igual que haya una primera maqueta 100% acústica, totalmente amateur y casi adolescente o una segunda maqueta más variada, más pop, o una tercera más guitarrera o más indie. En el fondo siempre ha estado ahí el hecho de que son las canciones lo que nos importan y que vamos a hacer lo que la canción nos dicte. Que funcione y nos mantenga en esa sensación de emoción que nos generan. La banda ha sido la misma desde el principio, con la suerte de que seguimos avanzando.