Mustafi y la indefinición de los centrales de Paco López

VALÈNCIA. Shkodran Mustafi llega fuera de mercado para apuntalar una de las zonas donde el Levante más ha sufrido las últimas temporadas -dos sin refuerzos en la zaga- y la posición que más dudas ha generado en el cuadro de Paco López. Pero el alemán también aterriza para arreglar la indefinición de los centrales del técnico de Silla. Ahora cuenta en su plantilla con cinco zagueros puros -más aquellos jugadores que, al menos la temporada pasada, actuaron como téoricos centrales en líneas de tres y en encuentros en los que el entrenador se vio abocado a recolocar su sistema-. Sin ir más lejos, Clerc llegó a tocar la zona de centrales en una defensa de tres en más de una ocasión -por ejemplo, en La Cerámica- y Coke Andújar ha sido un recurso muy manido para esa demarcación. 

Ahora Mustafi llega con la misión de mejorar y estabilizar la pareja de centrales. Si el pasado curso el Levante se vio lastrado por las lesiones, en este, con esos cinco hombres educados para esas tareas, es complicado que el de Silla no pueda tirar de dos de ellos para mantener su 4-4-2 con matices habitual. Vezo fue la pasada campaña el central más usado de los granotas con 2.718 minutos disputados, seguido de Duarte y después un Postigo lastrado por las lesiones. Aún así, la dupla más utilizada fue la formada por el madrileño y el portugués. Ambos iniciaron juntos 10 encuentros de la pasada Liga.

Sin embargo, Paco López, por h o por b, no tuvo una pareja consolidada y considerada titularísima dentro del vestuario. Por rendimiento y por la lista de espera en la enfermería. Hasta en siete partidos ligueros el técnico usó esa zaga de tres hombres en línea de cinco que llegó a tener a Clerc como inquilino. En esas ocasiones, Vezz-Duarte-Postigo formaron la tripleta favorita, y en el mismo número de citas el costarricense formó con Vezo desde el inicio. Róber Pier quedó en un segundo plano aunque fue el que arrancó el campeonato, y como dupla menos habitual quedó la compuesta por Duarte y Postigo. 

Es un mix que el preparador valenciano preparó y fue alimentando con una gestión de grupo exitosa en los momentos más crudos de la temporada, cuando el cúmulo de partidos y de jugadores en el dique seco coincidieron en el tiempo. Hoy Mustafi aterriza en el Ciutat en busca de su mejor nivel, el que dio en la misma ciudad y que lleva cinco años sin encontrar. Su misión: asentarse en el once y definirse como fijo en la zaga granota.