OPINIÓN

Nada para septiembre

11/06/2019 - 

VALÈNCIA. En época de exámenes por doquier este Valencia CF parece que ha hecho los deberes en tiempo y forma, pues nada le ha quedado para septiembre. Todo parece rodar en una dirección correcta, incluso hasta el nuevo estadio tras la más que probable venta del mítico Mestalla. Ha costado mucha crítica y mucha paciencia, quizá incluso mucho batacazo, pero al final la propiedad del club ha encauzado la situación aprendiendo a escuchar y equilibrando sus esfuerzos con la idiosincrasia del mundo del fútbol.

Es tiempo de fichajes y con ellos es el momento de renovar ilusiones, expectativas, estadísticas y comparativas. Y yo lo único que espero es que el Valencia venda muy caro y compre barato, muy barato y bien. Lo digo porque el mejor fichaje de todos es la actitud que tuvo el equipo en el último mes y si comenzamos la temporada con esa mentalidad en la cabeza, entonces será muy difícil ganar a este equipo, esté quien esté, entre otras cosas porque en ataque es casi imposible hacer peores números que en la primera vuelta y a poco que te afines tu rendimiento subirá; y en defensa otras tantas de lo mismo, porque deberíamos recapacitar también en la gran cantidad de goles evitables que se recibieron.

No olvidemos el asunto Santi Mina, porque tiene su aquel: el Celta de Vigo está convencido (ya no tanto) de que el gallego acabará allí porque el Valencia, a cambio de veinte millones de euros y el susodicho futbolista, se llevará a Maxi Gómez. Todos tenemos claro que el uruguayo no vale ni la mitad de lo que cree el club vigués, pero están en su derecho, como nosotros también lo estamos de levantarnos de la mesa tan pronto sueltan la parrafada esta, entre otras cosas porque viendo las famosas estadísticas comprobamos que los números de goles son parecidos (con menos minutos para el jugador del Valencia CF), que lleva dos años jugando la Champions (y el Celta ha luchado por no descender) y que acaba de ganar una Copa del Rey. Digo yo que el “bueno” en la operación es Santi Mina y no Maxi Gómez, así que la ecuación es bien sencilla: diez millones de euros y Maxi por Santi Mina sería lo justo. Y todo lo demás sería no valorar que las circunstancias nos son más favorables esta vez, porque supongo yo que el jugador uruguayo no estará muy contento ante la posibilidad de tener que quedarse otro año más en Vigo y luchar por estar en mitad de la tabla de nuevo. Todo lo que no sea un intercambio a pelo o una venta de Mina por dinero y Maxi será un error de gestión, porque futbolistas hay muchos y el número de goles del buen jugador uruguayo tampoco es como para tirar la casa por la ventana.

Luego está lo de Neto y Rodrigo: el portero, si es cierto que ha reaccionado mal por su suplencia el día de la copa, se está equivocando, porque si él no jugó una final (la de Europa League) fue precisamente porque no estuvo muy acertado bajo los palos, ni en la ida ni en la vuelta. Ha tenido (y tiene) toda la confianza de todo el mundo, pero estas actitudes no pueden sostenerse en un vestuario y Marcelino lo sabe. Hay porteros muy buenos y sería positivo que Neto se quedara, pero con otra actitud, porque así no nos vale. Y digo esto con pesar, pues le tengo una admiración grande más allá de sus momentos de petrificación espontánea. Y lo de Rodrigo… pues este caso tiene mucho hilo y pocas son las cosas que se conocen de él, pero lo mejor (conociendo un poco todo) es que el Valencia CF intente hacer caja con el futbolista hispano-brasileño, con independencia de esos cuarenta millones que debe ingresar antes del treinta de junio. Venderlo bien puede implicarte reforzar tres posiciones dentro de la plantilla y compensar el grupo todavía más. Si deja setenta millones en la cuenta aún le vamos a estar más agradecidos de lo que estamos, pero también es cierto que el jugador debe estar muy agradecido a la afición y al club, porque sus tres primeros años fueron de una alarmante mediocridad y todo el mundo confío en él y supo tener paciencia.

Otros temas que me llaman la atención y que no pueden quedarse por ahí son: Rubén Sobrino (muy mal fichaje) y Kangin Lee, que me cuesta muchísimo creer que no tenga sitio en este equipo y cuyo coste es cero euros. A Ferrán se le ha mimado muchísimo más que al coreano y, sinceramente, creo que los dos merecen un trato equitativo, pues el uno no ha demostrado más que el otro. A veces los técnicos tienen estas cosas, aunque también te digo que nadie tira piedras sobre su propio tejado. No obstante, el coreano me recuerda mucho a David Silva y al canario no le vinieron nada mal las dos cesiones a Vigo y a Eibar, sobre todo para curtirse en la exigencia y en el esfuerzo físico y mental. Tampoco le hubiese venido mal a Ferrán, cuya mentalidad a veces decae y esto debe superarlo ya, pues no es un “xiquet” que acaba de subir: lleva dos años ya en la élite y es el momento de dar un paso más.

Por cierto (es que si no lo digo reviento) dos cosillas: una, no os perdáis el espectáculo cómico de Raúl Antón, porque es un buen reflejo del sentimiento valencianista, de su carácter tan inflamable y tan entrañable al mismo tiempo y no paras de reír, sinceramente. Y otra: qué casualidad que fue salir el nombre del Getafe dentro de las famosas conversaciones de las apuestas y se acabaron la mitad de las teorías conspiranoicas. Pues sí, al final se ha quedado buena tarde, que diría aquel.


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