VALÈNCIA. El técnico Mehdi Nafti afronta esta semana una prueba de fuego en el banquillo del Levante con la necesidad de resolver su primera crisis al frente del equipo valenciano después de haber perdido dos de los últimos tres partidos y tener al equipo en mitad de la tabla de Segunda División.
La imagen de Nafti, desconsolado, abrazado a sus padres tras la dura derrota del sábado en Andorra (3-1) confirma la tensión con la que vive el técnico franco-tunecino en el dubitativo arranque de temporada del Levante, cuyo único objetivo es el ascenso a Primera.
El propio entrenador confesó al acabar el encuentro en Andorra que se siente “cuestionado” desde el momento de su fichaje. Su falta de experiencia, con apenas 56 partidos en Segunda cuando firmó por el Levante, es probablemente uno de los hándicaps de Nafti, cuyo bagaje en la categoría se limita a dos breves etapas en Lugo y Leganés.
Nafti, de momento, no ha sabido aprovechar el potencial de la plantilla con mayor valor mercado de Segunda. El presidente del Levante, Quico Catalán, confesó públicamente que el esfuerzo por retener a Campaña o De Frutos tenía como única explicación que el ascenso era casi obligatorio.
El Levante empezó con dudas ya desde el primer partido, con un soso empate ante el Huesca. Nafti mantuvo la línea de cinco defensas también en su segundo partido en Zaragoza (0-0), pero modificó el sistema para jugar con cuatro en la zaga y venció a la tercera al Tenerife en València.
Con el empate en Oviedo y el sólido triunfo ante el Villarreal en el Ciutat de València parecía que el equipo había encontrado el camino correcto.
Sin embargo, el Levante perdió después en casa ante el Cartagena, empató a cero en Burgos en un partido que pudo ganar y cayó goleado en Andorra después de haberse marchado al descanso con 0-1 y con varias ocasiones claras, en un choque en el que sin una explicación aparente, el equipo se hundió en el segundo tiempo y Nafti no supo reaccionar.
Pocas soluciones parece haber aportado el entrenador franco-tunecino desde el banquillo cuando los jugadores se ven con problemas. Nafti ha probado ya a todos sus futbolistas y ha dejado de contar, por ejemplo, con el defensa Álex Muñoz, solvente en el inicio de Liga, y, sobre todo, con Cantero, máximo goleador del equipo con dos tantos y que lleva dos partidos sin jugar.
Nafti tampoco ha podido contar con la colaboración de alguno de sus mejores jugadores. Campaña, ahora lesionado, tardó en entrar en el equipo; De Frutos, también con molestias en el arranque, está lejos de ser el jugador diferencial que se espera sea; Mustafi está lesionado; y el atacante brasileño Wesley, tras ocho jornadas, todavía no ha marcado.
Con este panorama, y tras la vuelta al trabajo en la ciudad deportiva desde este lunes, el partido del domingo ante el Racing de Santander en el Ciutat de València es clave para el entrenador del Levante, que necesita una victoria convincente para calmar el tenso ambiente que se respira alrededor de uno de los favoritos al ascenso.