Los dos entrenadores llegados a sus respectivos clubes con la temporada ya empezada, están muy lejos de sus respectivos objetivos: jugar en Europa y estar en puestos de permanencia
VALENCIA. Gary Neville y Joan Francesc Ferrer 'Rubi' afrontan el derbi valenciano en el Ciutat de València muy lejos de sus objetivos. Ambos técnicos que llegaron a sus respectivos clubes con la temporada ya empezada, están muy lejos de las metas para las que fueron contratados.
El entrenador español fue el primero en incorporarse al banquillo granota y debutó con una derrota por 3-0 precisamente en Mestalla. Una vuelta después, Rubi tiene la zona de permanencia a seis punto a falta de diez jornadas para el final de liga.
De este modo, el encuentro se antoja como una auténtica 'final' para el Levante UD que en caso de derrota, seguirá como colista y tendrá muy complicado revertir su situación de poder evitar el descenso a la Segunda División.
La gran dosis de moral de los locales pasa sin duda, por el mal momento deportivo que también atraviesa su rival en la ciudad así como la buena dinámica de resultados que ha conseguido el Levante cuando ha jugado en el Ciutat de València contra el Valencia CF puesto que acumula tres triunfos seguidos en las últimas tres campañas.
Gary Neville por su parte, llegó al Valencia CF poco más de un mes más tarde que su adversario en el área técnica. El preparador británico sí que afrontará su primer derbi como entrenador blanquinegro y necesita los tres puntos para agarrarse a la posibilidad de jugar Europa la próxima temporada acabando entre los siete primeros de la clasificación.
No obstante, Neville tendrá que ser capaz de gestionar 'esfuerzos' debido al trascendental choque de octavos de final de Europa League que disputará ante el Athletic Club de Bilbao el próximo jueves en Mestalla.
Por tanto, el derbi de mañana tiene una gran cantidad 'alicientes' e importancia dado que una derrota en el Ciutat de València puede ser definitiva para las aspiraciones liguera de ambos equipos que están ofreciendo un rendimiento por debajo de lo esperado a principio de temporada.