No me cabe más ilusión en el cuerpo

VALÈNCIA. Se abre el mercado de invierno. Tiempo de ilusión para comprobar quién viene a tu equipo y cómo se refuerza para mejorar la plantilla y llegar a los objetivos marcados.

Es tiempo de ilusionarse con el mercado; sonrían, estamos en manos de Meriton. Es evidente la mejora de la plantilla desde la autoproclamación de Anil Murthy como director deportivo. Ahí están los fichajes, el rendimiento y la clasificación del equipo al final de cada una de estas dos últimas temporadas.

Mientras Bordalás se desgañita sin perder la compostura en cada rueda de prensa pidiendo fichajes, se encuentra con la tesitura de que se puede encontrar con la marcha de Daniel Wass. Que un servidor no sabe si Wass es Maradona o el Piyayo, pero es el futbolista que más minutos ha jugado con Bordalás, y que ha sido titular con todos los entrenadores que ha tenido en el Valencia CF.

Como siempre, en estos casos, ya ha comenzado la campaña para señalar al jugador. Igual que ocurriera con Otamendi, con Alcácer, con Parejo, con Ferrán, con Kondogbia o con Kang In, la culpa es del futbolista que no siente el valencianismo. Si sintieran el valencianismo como Anil, Teo y Joey, otro gallo cantaría, seguro. Eso sin contar con lo “desagradecidos” que son por no sentirse atraídos por este gran proyecto deportivo con el que Meriton nos obsequia año tras año y que ya se conoce -por modélico- en toda Europa.

No hay que preocuparse, si se va Wass, vendrán dos mediocentros. O al menos eso dice Meriton (igual que le dijo a Gracia que no venderían de ninguna manera a Kondogbia al Atleti) con la tranquilidad que da meter dos mediocentros recién llegados que no habrán jugado nunca juntos, y que llegan nuevos a un equipo en un mes de enero plácido como el que le espera al club. A ver si hay suerte y aún se traspasa pronto a Wass y ya juega de rojiblanco en dos semanas contra el Valencia en el Metropolitano, que como es muy malo y vamos sobrados...

Además, repito, viene el mercado de invierno y eso siempre es sinónimo de ilusión. No hay más que recordar el de la temporada pasada con la llegada de Ferro, Oliva y Cutrone. Tres super clases mundiales que a esta hora ya deberían contar con una lona en la fachada de Mestalla (en el viejo y el nuevo y flamante estadio que van a construir) dada su incalculable aportación a la historia del club en tan sólo media temporada ¿Quién no va a ilusionarse con este director deportivo, este proyecto y estos precedentes? La fiesta que debe llevar Bordalás en el cuerpo no se la salta Pocholo en Nochevieja.

Si no fuera porque es para llorar, sería cómico.