VALÈNCIA. Hoy, en el Bombeja: obviedades y perogrulladas.
La primera: Danvila no entiende de fútbol. Ni Pablo Sánchez. Nadie del actual Consejo, visto lo visto. Calleja no levantará a este equipo. Lo ve un ciego. Hace tiempo. Fue un error ponerlo al frente y no consiguió el ascenso. Por un suspiro, dirán algunos. Bueno, más bien por falta de ambición en demasiados partidos. Fue un error no cesarlo entonces y también lo es no hacerlo ahora. Hace tiempo. Cuanto más se tarde, peor. La paralisis del club está diluyendo la posibilidad de una reacción.
Segunda: el Llevant no tiene forma de enjugar la deuda de 100 millones, si sigue en Segunda. Se verá obligado a malvender. I ja vorem. No marcar el ascenso directo como único objetivo del equipo no tiene ningún sentido. Como no echar a Calleja, cuando es evidente que fracasará otra vez. Su falta de ambición deportiva me genera dudas sobre la capacidad de Danvila para gestionar un club de fútbol, más allá del apartado estrictamente empresarial.
La tercera: lo de que no hay dinero para la destitución es una milonga para esconder la falta de audacia y de valentía. Alguien que va a poner un saco de millones, a asumir una deuda de 100 y a jugarse su patrimonio, ¿no es capaz de invertir otros tres en la piedra angular del proyecto? ¿En serio?
La cuarta: Cuando se vaya Calleja, Miñambres no puede seguir al frente, ya que él es el principal responsable del fracaso del curso pasado y de la situación actual. Al menos, debería quedar sin capacidad ejecutiva. Si tiene que seguir en nómina que haga informes. Voz sin voto.
La quinta: el Llevant no juega a nada y el levantinismo está hundido y resignado. Ni los arbitrajes nefastos ni la plaga de lesiones pueden ocultar esta realidad.
La sexta: aparte de los problemas tácticos, de dirección y motivación, el equipo está mal preparado físicamente. En las segundas partes se hunde sistemáticamente.
••• Conclusión: no iré al estadio. No hablaré más de Calleja. Ni iré al estadio. Jamás en medio siglo de fidelidad granota había hecho nada así, pero esto es insoportable. Ir a Orriols era algo especial. Siempre lo fue. En las buenas y en las malas. Desde hace año y medio es como ir al matadero, un espacio de resignación y frustración. No digo que nadie deba hacerlo. Es como yo me siento y lo que me nace hacer. Danvila y Sánchez han perdido un montón de partidos. Llevamos 2/18 puntos, camino de un abismo que los más viejos del lugar ya conocemos. Y ellos son los culpables. Por no reaccionar. Han deslizado que le sustituirán, si no gana al Valladolid. A mí no me sirve. La ineptitud tiene consecuencias. El líder está a 12 puntos. El segundo, a 8. El sexto, a 4. Quien venga lo tendrá muy difícil. Cada día que pasa, más difícil. Es una negligencia de primer orden.
••• El Día internacional de la discapacidad se celebra en Orriols, como no podía ser de otra forma. El compromiso social de la Fundació es la gran alegría del levantinismo, el inequívoco #orgullgranota.
