VALÈNCIA. ¿Qué escondido motivo hay para que Meriton, con absolutamente toda la afición, la prensa libre e independiente, los políticos bien intencionados en contra, siga empecinado en no abandonar un proyecto en el que no cree, en el que lo que es peor no ha creído nunca?
¿Cómo es posible que hayan responsables públicos que les tiemblen las piernas precisamente en este momento en el que lo que toca es no aflojar? No señores políticos, de la banca y del mundo empresarial, cultural o social de Valencia, ¡ahora no!
Hace ahora dos años, nos constituimos como movimiento de opinión solo con la intención de llegar hasta aquí, para ver tambalearse al “Goliat” que nos mal dirige, al hipócrita que nos representa por el mundo fútbol, al sátrapa que se ríe de nosotros y que además futbolísticamente hablando, prevarica porque toma delirantes decisiones en contra de una hasta ahora, paciente afición a sabiendas que las denigra y desprecia.
¿Quién sabía que significaba el término ATE? ¿Quién sabía de los riesgos de su incumplimiento? Nosotros entendimos hace ahora 2 veranos que apelar a la ley y perseverar en la denuncia de que se estaba incumpliendo en esta materia era la forma de enviarle un proyectil con nuestra “honda” directo a la zona más vulnerable como hizo “David”.
Iniciamos un camino que otros ilustres valencianistas del entorno mediático y social continuaron, potenciaron y ayudaron con un altavoz que ha amplificado mucho más su sonido, ha servido para llegar donde estamos. Cumplir o huir.
Las cifras escandalosas de la gestión más nefasta que se ha hecho a lo largo de estos más de 100 años, los audios más viles que han salido jamás de la boca de un gestor de nuestro club, las actitudes más calamitosas de un máximo representante del valencianismo, no pueden quedar en el olvido porque en términos de comparación que no de definición, una enviada de Peter Lim, pise moqueta y en un rutilante inglés engatuse a la clase política con la enésima mentira llena de correcciones sobre correcciones, sin nada escrito y sin nada avalado. Ya no se está a tiempo de mirar hacia otro lado.
Tenemos claro que la calidad humana no se mide ni por los colores políticos, ni por el lugar de nacimiento, ni por las creencias trascendentes de las personas. Se puede valorar por el correcto uso que se hace del poder. Ejercerlo bien es complejo pero lo ostentan ustedes, no nosotros. La toma de decisiones y su influencia sobre miles de vidas, su correcto uso determina que la persona que lo exhibe, se siente pleno cuando sabe que ha obrado a favor de la masa, de los ciudadanos, en este caso de los humildes pero abnegados valencianistas.
No hay que aflojar, ¡ahora no! O campo “Top” comprometido para una ciudad, un club y una afición, ortodoxamente garantizado y acompañado de una reconstrucción de estructuras, de arrepentimiento y levantamiento de puentes con todo un pueblo o ultima “vuelta de tuerca” e intervención. Así de claro y rotundo, con determinación. Apliquen la ley con la máxima transparencia y con el máximo rigor, con idéntico fundamento urbanístico para el nuevo estadio como el que le dan al pabellón de Benicalap y no les dé más opción que desistir y huir. Sobre sus cenizas nos repondremos, nuestro suelo es muy alto y más vale un lustro de apretar dientes que un estadio como el que pretenden, acompañado de la plantilla más empequeñecida de la historia con los riesgos que de ella, deriva.
¿Por qué se empecinan en estar aquí con presidente y director general interinos, sin director de fútbol, y con lo que es peor sin el cariño y reconocimiento de absolutamente nadie más que cuatro estómagos agradecidos de a 100.000 €?
No aflojen. ¡Ahora no!